ESPACIO ABIERTO Ť José Ureña
Autonomía a Cárdenas.

En las alturas del gobierno federal hay disposición para llevar a la discusión con Cuauhtémoc Cárdenas todo el temario que el candidato vencedor tenga en mente para garantizar una buena administración en el Distrito Federal.

Esto incluiría, según pudo indagarse, la concesión de algunas facultades que la Constitución y el Estatuto de Gobierno le reservan implícita o explícitamente al Presidente de la República, como es el mando de la fuerza pública.

La voluntad está ofrecida y, para demostrarlo, por voluntad superior se integró un equipo de funcionarios federales que analiza las propuestas hechas por Cárdenas durante su campaña y su viabilidad según la legislación vigente.

Al decir de participantes en el proyecto, así se traducirá la colaboración ofrecida por el presidente Ernesto Zedillo, una vez que se confirmó el triunfo del perredista sobre el priísta Alfredo del Mazo y el panista Carlos Castillo.

Posible saneamiento de las finanzas del DDF

Los preparativos que se hacen en la cúpula están encaminados a evitar riesgos de fricción cuando se acerque el 5 de diciembre, fecha en que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) asumirá el mando defeño.

Los enfrentamientos, de darse, se dejarían exclusivamente a los equipos de trasmisión que integren en la semana ambas partes: el que designe el saliente Oscar Espinosa Villarreal y la avanzada de Cuauhtémoc Cárdenas.

Los conflictos comenzaron en la práctica. Se iniciaron cuando la asambleísta Dolores Padierna denunció las compensaciones y los aguinaldos estratosféricos que se dieron a los altos funcionarios del Departamento del Distrito Federal (DDF).

Los datos generaron polémica en los medios y enojo en la población. Cárdenas la retomó en campaña y prometió salarios transparentes y un manejo honesto de recursos, alusión directa a un Oscar Espinosa que se ha negado a manifestar sus ingresos.

Pero la crítica mayor de Cárdenas provino al endeudamiento del gobierno de la ciudad. La información pública indica que anda en más de 13 mil 500 millones de pesos, equivalentes a un tercio de su presupuesto anual.

Fue, de nueva cuenta, una acusación pública contra el gobierno que se va, al que sucederá, porque en menos de tres años la subió del casi equilibrio financiero en que la dejaron Manuel Camacho Solís y Manuel Aguilera Gómez.

Economistas ambos y sin duda con mejores gobiernos desde la perspectiva social y política, vigilaron que el endeudamiento del Departamento no fuera mayor a los mil millones de pesos. Espinosa, por el contrario, lo subió en más de 12 mil millones.

El tema saldrá durante el proceso de trasmisión. Cárdenas Solórzano insistió en que no heredaría esa deuda porque sería condenar a su gobierno a pagarla, en detrimento de proyectos en mente para ofrecer una ciudad de características más humanas.

El gobierno federal no tiene una decisión definitiva y teme que haya desavenencias mayores entre el priísta que se va y el perredista que viene, de manera que prepara una eventual negociación que permita el relevo en paz.

La alternativa, el paso que se vislumbra, es que el gobierno del presidente Ernesto Zedillo asuma esa deuda y, saneadas las finanzas del Departamento del Distrito Federal, Cuauhtémoc no tendría objeción para asumir el mando en las condiciones que ha puesto.

No será la única concesión que se le dé. Si va a disponer de libertad para proponer jefe de policía y designar a todos sus funcionarios, también tendrá relativa autonomía para elaborar sus proyectos de presupuesto y sus leyes de ingresos y de egresos.

Si todo se hace con el tacto, la tersura que desea el Presidente, no debe haber obstáculos en el resto del procedimiento: en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y con los diputados del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Ortiz Arana, ¿inminente colaborador de Cárdenas?

Está claro que el ex candidato presidencial perredista no tendrá problemas para integrar un equipo de su confianza y que contará con facilidades para que haga el gobierno que ofreció a la ciudadanía.

Que tendrá inclusive libertad para incorporar a alguien suyo en la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), una facultad que la Constitución consagra como exclusiva del Presidente de la República en el artículo 122 inciso ``E''.

Cárdenas comenzó en la semana a hablar con gente que podría llamar y entre ellos figuran desde perredistas connotados hasta opositores al gobierno o gente marginada por el sistema, caso Fernando Gutiérrez Barrios.

En esferas gubernamentales se supo que uno de los políticos con quienes ha hablado el futuro jefe de gobierno del Distrito Federal es Fernando Ortiz Arana, candidato perdedor en Querétaro y ex líder del Senado de la República.

El rumor llegado a Los Pinos habla de un ofrecimiento concreto para Ortiz Arana: la Secretaría General de Gobierno, la segunda posición de importancia y donde se manejan los asuntos políticos de la ciudad.

¿Aceptaría Ortiz Arana esa invitación? Quién sabe. En su currículum aparecen datos para pensar que conoce muy bien la urbe: ha vivido en ella, ha sido diputado federal por ella y condujo la primera generación de la Asamblea de Representantes.

Sus relaciones han sido buenas con los principales perredistas, fruto de haber sido líder de la ARDF, de la Cámara de Diputados y del Senado de la República.

Si así fuera, si las circunstancias siguieran en esa dirección, no debiera tener objeción en gente pensante como Gilberto Rincón Gallardo, Héctor Sánchez, Porfirio Muñoz Ledo, Alejandro Encinas, Mario Saucedo, Jesús Ortega, René Bejarano, Rosa Albina Garabito y muchos más.

El PRI espera obtener 80 diputados plurinominales

Los 164 diputados de mayoría ganados por el PRI, indican que no hubo sorpresa en los resultados de los comicios del domingo anterior, pues sus previsiones hablaban de llegar apenas a 163, uno menos de los logrados.

Pese a todo, no alcanzó el 42.2 por ciento que deseaba para tener 251 curules y por eso ahora está empeñado en dar la pelea a fin de que el casi 40 por ciento de la votación efectiva le representa una cifra similar de plurinominales: 80.

Es decir, andaría en 244 diputados. Sus previsiones indican que llegarían 15 de la primera circunscripción, 17 de la segunda, 19 de la tercera, 14 de la cuarta y 15 de la quinta. Las cifras varían según la votación.

He aquí los que llegarían, según el propio PRI:

Primera Circunscripción: José Luis Lamadrid, Joel Ayala, Enrique Jackson, Diego Aguilar, Omar Díaz, Angelina Muñoz, Ricardo Castillo, Alfredo Lomelí, José Gascón, Catalina Torres, Javier Morales, Isaías González, Carmen López, Salvador Rizo y Rodolfo González.

Segunda Circunscripción: Mariano Palacios Alcocer, Héctor Valdés, Martín Jiménez, Ricardo Canavati, Alfredo Phillips, Jaime Hugo Talancón, Adelaida de la Cruz, Javier Gil, Genaro Alanís, Galo Medina, José Olvera, Griselda Gómez, Efrén Enríquez, José Luis Acosta, Omar Bazán, Alejandro Guevara y Jairo García.

Tercera Circunscripción: Félix Flores, Alfonso Carrillo, Ramón Hernández, Eraclio Soberanis, Isabel Villers, Arcadio León, Enrique Ku Herrera, Salvador Ordaz, Socorro May, Fernando Ortega, Julián Nazar, Catalina Herrera, Zoila Guzmán, José Luis Enríquez, Cristóbal Céspedes, Isidro Santamaría, Zenén Avila, Tomás Tejeda y René Couoh.

Cuarta Circunscripción: Martha Juan López, Guillermo Barnes, Miguel Angel Godínez, Augusto Bucio, Angel Aceves, Miguel Moreno, Enrique Ibarra, Jorge Durán, Francisca Martínez, Alejandro Rossel, Tulio Hernández, Humberto Serrano, Alfredo Meade y Juan Moisés Calleja.

Quinta Circunscripción: Daniel Díaz, Ramón Mota, Armando Neira, Esthela Velázquez, Jorge Cañedo, Vicente Fuentes, Efraín Zúñiga, Luis Velázquez, Vicente Moreno, Héctor Luna, Sabino Padilla, Félix García, Jacaranda Pineda, Lorena Luhrs y Roberto Torres.

Tema libre

El lunes por la noche, como se adelantó aquí el domingo pasado, Humberto Roque Villanueva se reunió con diputados y senadores para elaborar la estrategia en la Comisión Permanente. Los legisladores fueron informados que al día siguiente verían al Presidente en el restaurante del Campo Marte. Acudieron. Sólo estaba Genovevo Figueroa Zamudio y de repente apareció Roque. Dijo que por ahí camina todos los días y que Genovevo lo invitó... Después, el miércoles, Genovevo ofreció un desayuno y se presentó un documento con la postura priísta sobre las elecciones. Hubo comentarios y surgieron algunas modificaciones. La polémica fue sobre quién debería leerlo. Algunos propusieron a Gustavo Carvajal Moreno y a Augusto Gómez Villanueva, no Genovevo para evitar críticas al líder. Ellos rechazaron su candidatura y Figueroa Zamudio llevó la postura de su partido. Bien, según los resultados, pues el panista Luis Felipe Bravo Mena no dijo mayor cosa y por el PRD habló Héctor Sánchez sin descalificar los comicios... Más tarde hubo una comida y los senadores decidieron ofrecer su respaldo a Genovevo en caso que regresara Fernando Ortiz Arana y quisiera disputarle el liderazgo. Ese apoyo, insistieron, se mantendría aun cuando el presidente Zedillo quisiera imponer a Esteban Moctezuma. ¿De verdad ya maduraron los priístas o alguien adelanta acontecimientos?... Esos mismos legisladores están en un problema: no les cuadran las cifras de Colima. Según los números entregados por el PRI, votó más gente para gobernador que en los comicios federales. De aquí al miércoles hay tiempo para aclarar todo, pero la sospecha ya está entre los propios priístas... El domingo anterior se dijo que varios responsables de las Afore habían perdido su empleo porque soñaron con ganar de la noche a la mañana y planearon mal. Bien, ya hay siete de ellos cesados. Siete de 17. Otros más están en riesgo... Cosas de la vida: Marco Antonio León Hernández había dirigido dos elecciones y entregado la victoria a dos gobernadores priístas en Querétaro. El domingo perdió la alcaldía de esa capital. En tanto, en Nuevo León, el PRI cambió de mano y por primera vez en 18 años perdió ante un panismo en ascenso. ¿Adivine usted quién ganó los comicios para Alfonso Martínez Domínguez, Jorge Treviño y Sócrates Rizzo? Alejandro Lambretón Narro... El PRI tiene salvación: Miguel Alemán Velasco y Juan Maldonado Pereda rechazaron el distrito veracruzano de Boca del Río y Fidel Herrera Beltrán ganó con 9 mil 919 votos al panista Alfonso Gutiérrez de Velasco, el constructor de toda la obra pública del estado y de la federación en aquel lugar. Tenía las apuestas nueve a uno en contra. Al fin se ve que el oficio político regresa.