La Jornada 13 de julio de 1997

Ejecuta ETA a su rehén

Afp, Dpa, Efe y Reuter, San Sebastián, 12 de julio Ť Miguel Angel Blanco Garrido, de 29 años de edad, concejal de la localidad vasca de Ermua por el gobernante Partido Popular (PP) secuestrado por la organización independentista vasca ETA, murió esta domingo luego de haber estado en coma durante varias horas.

Apareció vivo el sábado, pero con dos balazos en la cabeza, en el poblado de Lasarte, cercano a esta ciudad, 75 minutos después de la hora en que el grupo armado había amenazado con matarlo si el gobierno español no cumplía su exigencia de reubicar a etarras presos en todo el país en penales del País Vasco.

Cerca de un millón de personas salieron ayer a la calle en Madrid, Zaragoza, San Sebastián, Ermua y otras ciudades españolas y de Euskadi para repudiar el ataque contra el concejal plagiado el jueves.

En San Sebastián, unas 2 mil personas se manifestaron ante la sede de la coalición Herri Batasuna (HB), considerada brazo político de ETA, y anoche desconocidos incendiaron el local con una bomba.

El PP y los demás partidos españoles, incluidos las formaciones vascas moderadas, repudiaron el ataque, y el gobierno español reiteró su determinación de no transigir a las demandas de ETA.

Dos cazadores encontraron ayer a Blanco Garrido, maniatado y con dos balazos en la nuca, a las 17:15, una hora y cuarto después de que venció el ultimátum que había dado ETA.

Inicialmente se había informado que el concejal había sido encontrado muerto, pero después se confirmó que aún vivía y que se encontraba en un hospital de San Sebastián, donde estaba siendo operado.

Horas después la policía acordonó una zona de Lasarte para desactivar una bomba colocada, al parecer, en un automóvil, luego de que una llamada anónima a las autoridades advirtió sobre el artefacto.

Fuentes hospitalarias advirtieron ayer que a pesar de la intervención quirúrgica practicada, el deceso de Blanco Garrido podría ocurrir en las próximas horas pues había perdido mucha sangre y está en ``coma neurológico profundo'', lo que horas después sucedió.

Horas antes de que Blanco Garrido fuera encontrado, 500 mil personas se reunieron en Bilbao en una manifestación silenciosa convocada por todos los grupos políticos y encabezada por el presidente José María Aznar, en la que exigió la liberación del concejal. También participaron líderes sindicales de todo el país y representantes de todos los gobiernos regionales.

Acusación de Ardanza

Durante la movilización, el presidente del gobierno autónomo vasco, José Antonio Ardanza, acusó a ETA de exigir al gobierno español condiciones imposibles de cumplir a cambio de la vida del concejal.

Manifestó, además, el temor de que ETA cumpliría su amenaza de matar a Blanco Garrido pues, consideró, era obvio que el grupo armado había ``meditado'' el secuestro, sobre todo después de que el pasado día primero una operación policial logró liberar al funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, a quien el grupo armado tuvo en su poder durante 532 días en un intento de presionar al gobierno para reubicar a los etarras presos.

Ardanza recordó también que en las dos ocasiones anteriores, 1981 y 1983, ETA cumplió su amenaza de matar a rehenes.

De su lado, el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, a quien ETA ha solicitado en el pasado fungir como mediador en sus eventuales negociaciones con el gobierno español, afirmó ayer que se puso en contacto con la dirigencia del grupo armado para pedirle liberaran al concejal, y aseguró que ``me dijeron que lo iban a pensar''.

Tras encontrarse a Blanco Garrido, partidos españoles y vascos coincidieron en responsabilizar a HB del ataque contra el concejal y aseguraron que las impresionantes muestras de solidaridad del pueblo español ``no serían en balde''.

El vocero gubernamental, Miguel Angel Rodríguez, aseguró que el gobierno aplicará con todo rigor las leyes en contra de ETA, y continuará ``luchando implacablemente contra los terroristas''.

Agregó que Madrid se mantendrá firme en su determinación de no ceder a los chantajes de los independentistas, y afirmó que se triunfará en la lucha contra los terroristas gracias a que ``los hombres y mujeres de bien vamos a mantenernos movilizados''.

En conferencia de prensa, Ardanza señaló que con el intento de asesinato de Blanco Garrido ``ETA se ha reído del dolor de una familia angustiada y de todos nosotros'', y señaló que la acción del grupo armado demuestra que a los independentistas ``les importa muy poco lo que este pueblo quiere''.

Cien mil personas se concentraron ayer espontáneamente en el centro de Zaragoza y observaron cinco minutos de silencio.

En Ermua, manifestantes intentaron incendiar locales de HB, pero el fuego fue rápidamente controlado por los bomberos; pero en San Sebastián, donde 2 mil personas protestaron frente a la sede de la coalición, el local fue incendiado anoche.

En Bilbao hubo también movilizaciones de repudio al ataque a Blanco Garrido y la policía autónoma vasca tuvo que rescatar a tres jóvenes independentistas que se habían burlado de los manifestantes e iban a ser linchados por la multitud.

Otras manifestaciones que reunieron a varios miles de personas ocurrieron en Barcelona, Santa Cruz de Tenerife, en las islas Canarias, Sevilla, Burgos y Valencia.

La televisión española realizó este sábado sus transmisiones insertando la imagen de una cinta azul en la esquina de la pantalla en señal de luto, mientras que en Pamplona se suspendió el último encierro de las fiestas de San Fermín.