La Jornada 17 de julio de 1997

Milford: ``ahora sí'' tiene la agencia con quién trabajar en México

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 16 de julio Ť ``Ahora sí tenemos con quién trabajar en México'', comentó hoy a La Jornada el subadministrador de la DEA, mientras que por un momento se produjo una repetición del debate sobre la certificación de la cooperación antinarcoticos en el Senado, y un legislador afirmó tener pruebas de operativos coordinados por narcotraficantes mexicanos para asesinar a oficiales estadunidenses.

El subadministrador de la DEA, James Milford, recordó que a principios de este año él había dicho: ``No hay nadie en quién podamos confiar'' dentro del gobierno mexicano. Pero en respuesta a la pregunta de un legislador, durante una audiencia en la Cámara de Representantes, Milford señaló que la situación había mejorado.

``Tenemos algunos elementos del gobierno mexicano, tanto en las fuerzas armadas como en la PGR, con quienes estamos trabajando y compartiendo información'', afirmó. Milford señaló que la reciente decisión de México de permitir una expansión en su territorio del número de agentes de la DEA, junto con la cooperación que demostró en la investigación de la muerte de Amado Carrillo Fuentes, son indicios de que la relación ``está mejorando''.

Reconoció que Estados Unidos y México aún no logran llegar a un acuerdo sobre la solicitud de la DEA para que a sus agentes que trabajan del lado mexicano de la frontera les sea permitido portar armas, pero confió en que eso ``se resolverá''.

Milford también negó que la DEA solicite ``mayores márgenes de maniobra'' en México, como fue reportado ayer. ``Vamos a proceder con cautela'', declaró el funcionario en su presentación ante el Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara. ``Estamos procediendo a armar el programa de verificación de personal... y esperamos poder trabajar de la misma forma (con México) como, por ejemplo, lo hacemos con nuestras contrapartes en Colombia''.

Interrogado sobre las consecuencias de la muerte de Carrillo Fuentes, Milford dijo que, dado que su muerte fue inesperada, tuvo poco impacto inmediato sobre el cártel más poderoso de México. ``La organización sigue intacta, el monto de cocaína que fluye a este país desde la organización de Amado Carrillo permanece igual''.

En entrevista con La Jornada, añadió que después de algunos meses Washington espera que uno de los lugartenientes del capo surgirá en la cúpula de la organización -podría ser el conocido como El Azul- , e indicó que una de las razones por las que ese cártel ha sido fuerte es porque Carrillo mantenía lo que la DEA describe como una ``coalición de narcotráfico''.

Ante legisladores, Milford explicó que en los próximos meses la DEA trabajará con el gobierno mexicano para diseñar una estrategia con la mira sobre el segundo nivel de lugartenientes dentro de la organización de Amado Carrillo, de forma parecida a la estrategia estadunidense aplicada en Colombia. ``Mantendremos la presión'' sobre ellos, afirmó.

Nuevo debate sobre la certificación

Cómo mantener la presión fue el tema de más de dos horas de debate ante el pleno del Senado esta tarde. El senador Christopher Dodd presentó hoy un proyecto que proponía suspender durante dos años el proceso de certificación sobre la cooperación antinarcóticos, y usar ese tiempo para examinar políticas alternativas para promover la cooperación internacional.

``Nuestra política actual ha fracasado'', declaró Dodd. ``A pesar de más de 10 años de experiencia con la certificación, hay más drogas en la calle y más crímenes relacionados con ella que hace una década o más''. Además, argumentó, el propio zar antinarcóticos, Barry McCaffrey, y la administración apoyan esa propuesta para suspender, no cancelar, la certificación, al evaluar alternativas que podrían generar una cooperación internacional mayor.

El republicano John McCain, entre otros, se expresó a favor de esa iniciativa, pero al final la oposición, tanto de republicanos como Jesse Helms y demócratas como Dianne Feinstein, llevaron al rechazo de la medida por 60 votos contra 38.

Varios asesores del Senado opinaron que entre los argumentos más persuasivos en contra de la medida estuvieron los del demócrata John Kerry, quien afirmó que la amenaza de la descertificación llevó a que los mexicanos expulsaran a más de mil 200 agentes de policía y restructuraran por completo su aparato antinarcóticos.

Complot de narcos mexicanos

En otra audiencia de un subcomité del Comité de Relaciones Exteriores, el senador Paul Coverdell afirmó que hay evidencia de que la violencia en la frontera entre México y Estados Unidos ``son nada menos que operaciones deliberadas y coordinadas por las mafias de la droga para asesinar a oficiales estadunidenses, en represalia por los esfuerzos antinarcóticos''.

Coverdell presentó documentos de inteligencia que detallan alertas sobre posibles intentos de secuestrar o asesinar agentes del FBI o la Patrulla Fronteriza por la organización de los Arellano Félix. Se destacó que han ocurrido unos 70 incidentes violentos contra agentes fronterizos estadunidenses este año, y que se incrementaron en 45 por ciento entre 1995 y 1996. Los testigos que se presentaron, dos altos funcionarios, uno de la DEA y otro de Aduanas, así como el jefe de policía de Fontana, California, y el sherif del condado Cochise de Arizona, comentaron a nivel internacional y local aspectos de esa ``violencia'' generada por el narcotráfico.

Además se presentó un testigo encapuchado, para proteger su identidad, que contó sus hazañas como distribuidor de drogas de medio nivel en Estados Unidos. Fue identificado como Sam García (apodo curioso, ya que el individuo era un afroamericano).Coverdell subrayó: ``El pueblo estadunidense no puede aceptar el status quo, mientras que las mafias de droga señalan abiertamente a oficiales estadunidenses para el asesinato y aterrorizan a nuestra ciudadanía''.