Sotomayor: el proceso de Aguas Blancas, farsa que manejó Figueroa
Maribel Gutiérrez, corresponsal, Acapulco, Gro., 20 de julio Ť El ex subprocurador de Justicia del Estado, Rodolfo Sotomayor Espino, preso como presunto responsable de la matanza de Aguas Blancas, afirmó que el proceso penal relacionado con el asesinato de 17 campesinos ``está corrompido; todo el juicio es una farsa'', y señaló como responsable del manejo ilegal del caso al gobernador con licencia Rubén Figueroa Alcocer.
El ex funcionario preso, que no ha sido sentenciado, consideró que debe reabrirse la indagatoria ``sin que intervengan los intereses políticos del gobierno de Guerrero, para que se conozca la verdad de lo que ocurrió el 28 de junio de 1995 en la sierra de Coyuca de Benítez''.
En una entrevista que publicará el lunes el semanario El Sur, Sotomayor señaló que una prueba de la farsa es que muchos de los policías presos por la matanza no estuvieron en el lugar de los hechos. Se remitió al video que se grabó, y dijo que ``en él se pueden ver policías que nunca fueron detenidos''.
Sotomayor se dijo inocente y mencionó que el 27 de junio de 1995 recibió instrucciones del procurador, Antonio Alcocer, para que se pusiera de acuerdo con el subsecretario de Protección, Rosendo Armijo de los Santos, quien sólo le informó que se trataba de una comisión y que se verían en Coyuca de Benítez.
Armijo, quien recibió las instrucciones del gobernador Figueroa Alcocer, nunca llegó al lugar, y Sotomayor se trasladó al vado de Aguas Blancas sin conocer en qué consistía el operativo policiaco.
Sotomayor señaló que las investigaciones estuvieron conducidas por Figueroa, y se refirió al fiscal especial Alejandro Varela Vidales, quien finalmente consignó a 53 policías y funcionarios, y exoneró a Figueroa y a cuatro funcionarios de alto nivel de su gobierno.
Recordó que Varela Vidales fue nombrado por la mayoría de los diputados priístas en el Congreso del estado, ``que estaban dirigidos por Rubén Figueroa; Varela Vidales era un achichincle más de Figueroa'', dijo.
El ex funcionario afirmó que teme por su vida y pidió la intervención de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para que se gestione su traslado a otra prisión, a ``un estado donde el proceso jurídico no esté contaminado por intereses políticos de un gobierno priísta para proteger a Figueroa''.
Dijo que ``esta barbarie no viene sólo del gobierno del estado, sino de más arriba, del presidente de la República''.
-¿Después de la balacera en Aguas Blancas, qué hizo usted?
-Estuve un ratito nada más. Cuando terminó la balacera, bajé de mi carro y di instrucciones de que a los heridos los trasladaran, porque era una cosa grotesca, había unos que traían los pies ya volando. Y todo por cuestión de humanidad. Pasó una camioneta de doble rodada y le pedimos de favor que los subiera. Había unos que estaban ya muy malos y de todos modos ordenamos que se echaran arriba para que fueran atendidos médicamente. Era lo menos que podía hacer humanamente por esa gente.
``Después me retiré para la agencia del Ministerio Público para hablar con Reachi Sandoval (el determinador, también procesado, en libertad bajo fianza) para que fuera con todo su equipo a practicar las diligencias, porque un subprocurador no está facultado para realizarlas, tiene que venir un agente del Ministerio Público investigador. Hasta ahí fue mi participación, después no supe qué hicieron''.
Consideró que ``lo que deberían hacer es abrir el caso Aguas Blancas, comenzarlo desde el principio, sin la contaminación de un fiscal especial nombrado por un Congreso amañado. En ningún momento he ocultado mi verdad y si por haber estado presente en el vado de Aguas Blancas tengo responsabilidad, húndanme jurídicamente, no para salir del paso, no para dar una imagen a la sociedad de que no hay impunidad, de que no hay injusticia''.