La Jornada martes 22 de julio de 1997

ASTILLERO Ť Julio Hernández López

El PRI podría perder en el 2000 la Presidencia de la República, pero hoy no es capaz de poner al libre juego democrático la elección del coordinador de sus diputados federales.

Así, en esos vaivenes entre los diagnósticos esclarecedores y avanzados, y la realidad turbia y conservadora, Arturo Núñez aparece con sus tres pecados originales: su designación a la más vieja usanza, sin rastro alguno de aprendizaje de los errores del pasado: dedazo sin disfraz, dependencia presidencial absoluta; su pertenencia al equipo de Gobernación, a los intereses mexiquenses y a un proyecto de candidatura presidencial en curso: facción en la fracción; y su circunstancia electoral tabasqueña en la que pasado y presente madracistas llevan el signo del abuso de recursos.

El PRI podría perder en el 2000 la Presidencia de la República, pero hoy no es capaz de entregar a sus militantes la libertad para elegir democráticamente a sus dirigentes y, de manera especial, a quien sustituya a Humberto Roque Villanueva.

Así que todo se diluye en las intrigas palaciegas y en los rumores interesados: que si Esteban Moctezuma para generar el nuevo fenómeno Colosio para el 2000, que si Manuel Bartlett para garantizar la recuperación del vigor a cualquier costo del PRI, que si Juan S. Millán para sacarlo de los jaloneos cetemistas y propiciar un entreveramiento de actitudes abiertas y manejos cerrados, que si Elba Esther Gordillo por razones similares a las del sinaloense Millán, pero con el agregado de sus mejores enlaces con grupos democratizadores, que si...

El PRI podría perder en el 2000 la Presidencia de la República, pero hoy no puede permitir a sus senadores que elijan democráticamente a su coordinador.

Así que continúa Genovevo Figueroa al frente del Senado, con la enorme sombra del caudillo o el retorno del brujo mayor, Fernando Ortiz Arana.

Y con Figueroa sigue en pleno ejercicio del poder la divisa de Bucareli, silenciosa pero efectiva, mientras los senadores priístas se remueven y protestan, como en su momento Amador Rodríguez Lozano y otros legisladores a quienes les pareció inadmisible la imposición del michoacano que, dicho sea de paso, era uno de los senadores con menor número de asistencia a las sesiones.

El PRI podría perder en el 2000 la Presidencia de la República pero hoy, en sus decisiones inmediatas, no se atreve a perder ni el modito de andar...

Binacional México-Costa Rica

Los próximos jueves y viernes se desarrollará una reunión de cooperación técnica y científica entre las delegaciones oficiales de México y Costa Rica. Según los datos y las apariencias, se trata de una reunión protocolaria, sin implicaciones políticas y programada con toda antelación.

En realidad, es el primer intento conjunto de suavizar y normalizar las relaciones diplomáticas, tensadas primero por el curso de las denuncias públicas contra Carlos Hank González por su presunta injerencia en asuntos de aquel país centroamericano, y luego a punto de romper por las increíblemente equívocas declaraciones públicas del entonces embajador José Castelazo.

Desplazado Castelazo con rapidez del escenario costarricense, Hank González sigue en un primer plano, con investigaciones oficiales que hurgan sus posibles nexos con asuntos de narcotráfico y lavado de dinero, y con un ambiente adverso que husmea todo tipo de negocio en el que aparezca el apellido del político mexiquese y que, por ejemplo, ya le tumbó un importante contrato gubernamental para reconstruir una autopista a Tribasa, la empresa de la familia Peñalosa en la que también tiene papel importante uno de los hijos de Hank.

La más reciente derrota de Tribasa se dio en la alianza que firmó con los grupos costarricenses Meco y Santa Fe, y que se bautizó como Trimesan. Esa compañía logró que se le adjudicara en junio del año pasado un contrato para rehabilitar la autopista Bernardo Soto, en el tramo comprendido entre el aeropuerto Juan Santamaría y el cruce a San Ramón de Alajuela.

La adjudicación fue la primera suscrita por el gobierno de San José bajo la modalidad de ``concesión de obra pública'', de tal manera que Trimesan operaría por doce años, prorrogables, la citada autopista, con un peaje cuya tarifa fue establecida en dólares pero podría ser pagada en colones.

Desde un principio, la citada operación fue tachada de irregular, pues Fernando Altmann Ortiz, suegro del presidente José María Figueres, apareció involucrado en las maniobras de adjudicación, aun cuando luego se deslindó jurídicamente del asunto. Altmann reconoció su amistad con la familia Peñalosa.

Con esos antecedentes, más la aparición del apellido Hank entre los accionistas de Tribasa, el gobierno buscó y encontró los motivos suficientes para retirar la concesión a la empresa mexicano-costarricense.

En tales enredos, el subsecretario mexicano de Relaciones Exteriores, Juan Rebolledo Gout, fue enviado el pasado fin de semana a Costa Rica para tender puentes de entendimiento, negociar el beneplácito para el inminente nombramiento del nuevo embajador mexicano, y comenzar a caminar un sendero de ``normalidad diplomática''.

Las tareas de Rebolledo no se anduvieron con metáforas. Si de puentes se trataba, literalmente tal fue el pretexto oficial: acompañado del presidente Figueres, el funcionario mexicano participó en la inauguración de un puente en el río San Pedro, que con 80 metros de largo se terminó hace dos meses con fondos aportados por México como parte del apoyo enviado a la nación centroamericana hace un año, cuando el huracán César provocó graves daños en aquel país.

En las tareas de restauración diplomática, hoy o mañana podría ser nombrado el sucesor de Castelazo, pues la misión mexicana en San José permanece acéfala desde la renuncia del fugaz embajador.

Astillas: Juan Ramón de la Fuente habló como político en la ceremonia de rememoración de la muerte de don Benito Juárez, el viernes reciente. ``Una vez más, erraron los profetas del derrumbe'', fue una de las frases cumbre del discurso del secretario de Salud. Más allá de la retórica con la que alimenta las versiones de que su mirada política está puesta en el escalón siguiente del poder mexicano, De la Fuente haría bien en revisar el derrumbe de los servicios de salud, tanto en las instituciones del sector como son el IMSS y el ISSSTE --que no dependen verdaderamente de él-- como en los centros y hospitales de la propia Ssa... El semanario guerrerense El Sur da cuenta en su número reciente de las posturas del senador Félix Salgado Macedonio y de la diputada federal electa María de la Luz Núñez Ramos con respecto a la candidatura perredista para las elecciones de gobernador que, aun cuando serán en 1999, ya comienzan a generar polémica. De entrada, Salgado Macedonio defiende que el aspirante a gobernar deberá ser ``interno'', pues ``el estado es perredista''; Núñez Ramos, quien pasó de la presidencia municipal de Atoyac a la diputación local por Tecpan de Galeana, plantea por su parte que es prematuro personalizar la competencia por la candidatura, pero reivindica la importancia de los candidatos externos --como ella misma-- en el ascenso electoral perredista... Valdría la pena preguntarle al secretario de Hacienda, Guillermo Ortiz, qué tan ``amplia'' y representativa fue la discusión que se dio en el país para aprobar el incremento al IVA, para que de manera similar sea la consulta que propone ahora --con una integración de la Cámara de Diputados distinta-- para eventualmente reducir dicha tasa. No sería descartable que los consultados ahora reviertan, o devuelvan, el famoso gesto de Humberto Roque...