La Jornada 22 de julio de 1997

Tiene el TLC alcances limitados: Secofi

Patricia Muñoz Ríos Ť El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) ``no lo puede resolver todo'', pues si bien es un instrumento muy ambicioso e importante, tiene alcances limitados, reconoció el subsecretario de Negociaciones Comerciales Internacionales de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (Secofi), Jaime Zabludovsky.

El funcionario sostuvo que el gobierno mexicano nunca ofreció que el TLC iba a solucionar todos los problemas nacionales, y expuso que aún cuando el acuerdo ha permitido un ``cambio muy importante en la manera de hacer la relación con Estados Unidos, no se le podía pedir, ni se le puede exigir, que resuelva los problemas nacionales''.

Zabludovsky aseguró que el acuerdo ha respondido a su objetivo, que era dar a México un acceso franco, permanente al mercado de Estados Unidos, así como abrir a los productores nacionales posibilidades de hacer negocios con los mercados del norte, a fin de lograr flujos crecientes de comercio e inversión.

Al hacer una férrea defensa del Tratado de Libre Comercio, explicó que ha permitido al país salir más rápido de la crisis, porque facilitó al sector productivo ir al exterior cuando la economía interna estaba colapsada; a la vez elevó el comercio entre México y Estados Unidos a 140 mil millones de dólares el año pasado, y a 160 mil en el presente. Más no se le puede pedir a este acuerdo, que por lo demás no fue vendido como la panacea, afirmó

El encargado de las negociaciones internacionales advirtió que los representantes de los tres países firmantes del acuerdo previeron que iban a surgir conflictos bilaterales y por ello se negoció el Capítulo de Solución de Controversias.

Negó sin embargo que a raíz de la firma del acuerdo se hayan incrementado los conflictos comerciales con Estados Unidos, pero aceptó que en la medida en que los flujos de comercio y de inversión entre las tres naciones crecen a una tasa anual del 20 por ciento y el intercambio alcanza un monto anual de 450 millones de dólares ``es natural y previsible que surjan problemas''.

Los conflictos no se pueden evitar, pero lo que el Tratado de Libre Comercio hace, apuntó Zabludovsky, es ``establecer un mecanismo para resolverlos, por lo que algunos de estos problemas ni siquiera llegan a la prensa, se resuelven con una llamada entre funcionarios, con consultas informales o formales, y en el menor número de casos llegan a los páneles de solución, pero es natural que haya más diferencias, debido al crecimiento de la relación''.

Hay problemas añejos que no se habían podido resolver en la relación con Estados Unidos, como el caso del aguacate, y gracias al TLC se ha logrado dar una salida; sin embargo, hay casos que este acuerdo no puede resolver ``ni siquiera como instrumento jurídico'', reconoció.

Aceptó que otra de las fallas de la apertura es que hasta el momento no se ha logrado incorporar aún a los pequeños y medianos industriales del país al esfuerzo exportador, y puntualizó que México está importando cerca de 40 mil millones de dólares al año de bienes intermedios que se usan para exportar, de los cuales una buena parte se podrían producir en el país.

En su opinión, no se debe menospreciar lo que se ha hecho en materia de comercio exterior, pues tan sólo el año pasado se incorporaron 6 mil nuevos exportadores a esta tarea y a finales de 1996 se contabilizaron 30 mil empresas con ventas al exterior.

No obstante, aseguró que el gobierno reconoce claramente que falta reforzar y duplicar estos esfuerzos para que siga siendo la exportación el ``motor'' más importante en la economía y pueda ``jalar'' al resto de los sectores productivos.

Al referirse a las negociaciones que se llevan a cabo con Europa, comentó que esta región es ya el segundo socio comercial del país, pero los productos nacionales no pueden participar en igualdad de circunstancias en esos mercados; de ahí la importancia de este acuerdo, que para ser concretado totalmente se prevé que abarcará 1998 y quizás 1999.

Ingenios, en peligro de cierre

También sobre los efectos del TLC en el país habló ayer en Culiacán, Sinaloa, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) de la entidad, Miguel Angel Victoria Muñoz, quien señaló que con la entrada de la fructuosa (endulzante derivado del maíz) a México, ``están en peligro de cerrar todos los ingenios del país''.

La quiebra de ingenios como el Rosales es un problema de índole nacional, y se debe básicamente a las elevadas importaciones de fructuosa. Esto redunda en diversos problemas y el primero es el incremento del desempleo regional.

El secretario general de la sección 15 del Sindicato de Trabajadores de la Industria Azucarera, Antonio Hernández, advirtió que en este caso se encuentran diversos ingenios que no pueden competir contra el bajo costo de la fructuosa que está importándose de Estados Unidos, y lo grave es podría generarse un desempleo en cascada. (Lourdes Alvarez, corresponsal)