Como le anuncié en este espacio la semana pasada, resumo aquí las principales propuestas de las plataformas legislativas de los tres partidos principales (inevitablemente esquematizadas):
Cuentas externas. PRI: el déficit en cuenta corriente llegará a 3.2 por ciento del PIB, en el 2000; las exportaciones y la inversión serán las principales impulsoras del crecimiento; las exportaciones crecerán 50.7 por ciento entre 1996 y 2000. PAN: aumentar las exportaciones no petroleras, mejorar competitividad, reducir desequilibrio comercial y diversificar mercados; TLC, medio para aumentar comercio, inversión y empleo; actualizar y reconvertir los sectores económicos desprotegidos. PRD: mantener compromisos internacionales y reducir dependencia externa mediante una política industrial activa; reducir elasticidad de las importaciones en 20 por ciento en el 2000; revisar sin prejuicios los efectos positivos y negativos del TLC; diversificar mercados; en el 2000 las exportaciones llegarán al 34.4 por ciento y las importaciones al 31.4 del PIB; el déficit en cuenta corriente será inferior al 3 por ciento del PIB.
Empleo. PRI: 4 millones 216 empleos formales entre 1997 y 2000. PAN: no especifica. PRD: 5 millones de empleos (3.5 millones, permanentes). El sector agropecuario generaría el 30 por ciento de los empleos; la manufactura el 10.7, la construcción el 8.9; comercio y turismo, el 23, y otros 27.4 por ciento.
Crecimiento del PIB. PRI: 5 por ciento anual entre 1997 y 2000. PAN: no especifica. PRD: 6 por ciento anual entre 1998 y 2000; lograr en el largo plazo un aumento por habitante de 3 a 4 por ciento anual.
Inversión. PRI: pasa de 23.2 por ciento del PIB en 1998 a 25.4 por ciento en el 2000; incremento anual de 10.5 por ciento. PAN: no especifica. PRD: crecimiento de 15.3 por ciento anual entre 1988 y 2000.
Ingreso fiscal. PRI: los ingresos tributarios pasan de 7.2 por ciento del PIB en 1997 a 9.1 por ciento en 2000; esa cifra, más los ingresos no tributarios, los ingresos no petroleros ascenderían a 14 por ciento del PIB; más los ingresos petroleros, sumaría el equivalente al 22.4 por ciento del PIB. PAN: aumentar el número de personas que pagan impuestos; política fiscal con enfoque de crecimiento, capaz de generar un millón de empleos anualmente; reducir gradualmente el impuesto sobre la renta (ISR) de 34 por ciento a poco más de 30 por ciento; eximir de ISR a quien perciba menos de 4 salarios mínimos; ampliar el universo de personas físicas con actividad empresarial; cancelar el impuesto al activo e incrementar los montos de ingresos susceptibles de deducción para efectos del ISR; reducir el IVA a las tasas anteriores a 1995; gravar la inversión especulativa de corto plazo. PRD: el ISR debe ser suficientemente progresivo; debe aplicarse impuesto a las ganancias de capital; el ingreso total debe llegar a 24 por ciento del PIB en el 2000; los ingresos tributarios deben representar entre el 11 y el 14 por ciento del PIB; los impuestos indirectos deben aportar entre 3 y 4 por ciento del PIB; reducir el ISR a las pequeñas y medianas empresas a 23 por ciento; mantenerlo en 34 por ciento para las grandes; aplicar tasas diferenciales del IVA (hasta 30 por ciento para artículos suntuarios); eliminar el impuesto al activo; aumentar el precio de los bienes y servicios públicos cuando más en la mitad de la inflación.
Gasto. PRI: disminuir el gasto corriente, balance fiscal cercano al equilibrio fiscal en el 2000; gasto creciente en infraestructura, educación y capacitación, salud, vivienda, combate a la pobreza; PAN: establecer un límite legal al déficit presupuestario; mantener presupuestos equilibrados o financiamiento deficitario no inflacionario. PRD: gasto e inversión deben llegar a 24.9 del PIB en 1998/2000; el déficit fiscal será de 0.9 por ciento del PIB; eliminar compensaciones y aguinaldos extraordinarios en mandos altos y medios; eliminar partidas secretas; la inversión pública será al menos igual al crecimiento del PIB, incluyendo educación y salud.
Deuda pública. PRI: no especifica. PAN: endeudamiento externo sólo cuando existan ventajas; se establecerán mecanismos estrictos para su canalización; los recursos deberán dirigirse hacia actividades que generen flujos de divisas; PRD: el servicio de la deuda externa debe mantenerse en niveles inferiores al 3 por ciento del PIB.
Política monetaria: PRI: no especifica. PAN: los funcionarios de Hacienda que formen parte de la Comisión de Cambios tendrán derecho a voz pero no a voto; la Junta de Gobierno del Banco de México no dependerá de las decisiones de Hacienda; definir política de acumulación de reservas internacionales; definir el régimen cambiario; establecer mecanismos para el control de los agregados monetarios. PRD: debe ser consistente con el resto de las políticas económicas; necesario establecer una restricción a la autonomía del banco central.
No puedo entrar en el examen particular de las propuestas, entre las que hay algunas pobres en serio. Dada su cercanía, en su inmensa mayor parte deberían permitir establecer acuerdos. La pobreza mayor de las tres plataformas, insistiría, es que carecen de una visión de desarrollo. Espero referirme a este tema en ocasión próxima.