La Jornada 29 de julio de 1997

Venderán acciones dueños del salón Los Angeles, en su 60 aniversario

Pablo Espinosa Ť Sesenta años de sobriedad, seis décadas de dancing, 12 lustros ilustres de lustrar la duela, medio siglo más una década de conocer, angelical, sabrosamente, la ciudad de México:

El salón Los Angeles cumple 60 años este 31 de julio y hoy, martes 29, inicia una semana de festejos: seis días de baile, diez orquestas cada noche, hasta sumar 60.

Esta buena nueva viene acompañada de otra: la catedral del baile no cerrará sus puertas. Los rumores y versiones, lo que era una posibilidad cercana hasta hace pocas semanas: la terminación de esta empresa, ahogada por la ``lógica de la acumulación y la ganancia en el proceso actual de globalización y modernización'', como señala la antropóloga Amparo Sevilla, quedan cancelados por el momento, gracias a una serie de acciones de revitalización empresarial, anunciadas por Miguel Nieto, gerente y uno de los dueños, con su familia, del salón Los Angeles.

En su lucha por sobrevivir, el salón Los Angeles emitirá instrumentos financieros convertibles en acciones. Así, quien lo desee, podrá participar para ayudar a esta empresa. El capital inicial a conjuntar, en pulverización de acciones: 4 millones de pesos. ``Las empresas suelen emitir acciones como un instrumento para financiarse. Tenemos la ventaja de no contar con pasivos; los instrumentos financieros que emitiremos estarán respaldados por los activos, que son los edificios y el terreno''.

Explica Miguel Nieto: ``emitiremos obligaciones de deuda convertibles en acciones con un precio determinado, en donde tú puedes participar con --por decir algo--, desde 100 pesos. Calculamos un monto inicial de cerca de 4 millones de pesos en la emisión que vamos a hacer. Las acciones podrán adquirirse a partir de la próxima semana y en breve indicaremos cuál será el despacho o la casa de bolsa que colocará esas acciones. Nosotros estamos constituidos como sociedad anónima, de manera que las figuras jurídicas necesarias están ya cubiertas; por supuesto que las acciones darán derechos sobre la sociedad misma. La emisión no será, empero, mayoritaria, es decir: conservaremos el control de la empresa. La cantidad de accionistas estará, de antemano, pulverizada; dependiendo del número de acciones que se compren/vendan, serán los derechos adquiridos, que pueden llegar a ser un asiento en el Consejo de Administración''.

Diversificar actividades

No será esa la única estrategia de supervivencia. También ``hemos encontrado oídos receptivos con las autoridades del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, con quien coproduciremos eventos en diversos foros, uno de ellos puede ser el teatro Metropólitan, y los fondos recaudados los destinaremos para inversión y mantenimiento del salón Los Angeles''. Una tercera vía de acción será ``diversificar nuestras actividades. Por lo pronto, en unas semanas iniciará temporada de una producción teatral basada en el filme Aventurera, con Edith González y Carmen Salinas en los papeles principales, de una manera similar, con gradas, como presentamos en El Salón México hace meses una obra teatral (Cada quien su vida). Además, habilitaremos un servicio de restaurante, los domingos al mediodía, en una modalidad de comida-con-baile''.

Advierte Nieto: ``siempre, la vocación fundamental de Los Angeles, permanecerá como un salón de baile. La semana de actividades que iniciamos este martes, por nuestro 60 aniversario, tiene esa única finalidad: seguir manteniéndonos como un salón de baile y ser autofinanciables''.

``Somos firmes apoyadores de la idea de que un negocio debe salir adelante por sus propios medios. Debe adecuarse a la época, pero también debe tener las mismas oportunidades que en determinado momento se ofrecen a otro tipo de negocios. Es por eso que decidimos emitir acciones. Consideramos que si la semana de festejos por el aniversario tiene éxito, cosa de la que estamos seguros, además de que ya es un hecho la temporada teatral que realizaremos durante seis meses y si dejamos un poquito de lado el romanticismo y le metemos más administración moderna al salón, siempre conservando su originalidad y tradición, habremos triunfado indefinidamente y el salón Los Angeles podrá continuar indefinidamente porque ya será entonces autosuficiente como negocio, lo cual es nuestro propósito''.

Subraya uno de los dueños del salón Los Angeles: ``no creo en los subsidios, porque nada es gratis. Si uno permite que una empresa, no sé: refresquera o cervecera intervenga directamente en el salón, o bien el gobierno o una instancia cultural o un partido político, se desvirtuaría totalmente el espíritu de el salón de baile, porque cada uno de ellos tendrá sus propios intereses, que no son los naturales de el salón Los Angeles. Por lo pronto, podemos decir que hasta el aniversario 61 ya la libramos''.

Un santuario

La antropóloga Amparo Sevilla inició hace 4 años una investigación acerca de los salones de baile en la ciudad de México, fundamentalmente los tres sobrevivientes: Los Angeles, Colonia y California Dancing Club. Analiza así la amenaza de extinción de estas catedrales: ``en el actual proceso de globalización, que implica modernización urbana, la oferta de lugares para la práctica del baile se ha multiplicado en negocios rentables porque venden bebidas alcohólicas y pueden poner música grabada (circunstancias que no suceden en los salones de baile). El público anda en busca de lugares donde se ofrezca más tecnología, más ruido y en donde se sientan más modernos. También, la crisis económica ha golpeado la vida cultural, y los sectores populares, que son los asiduos a los salones de baile tradicionales, cada vez tienen menos posibilidades de asistir. Para aquellos que han hecho del baile toda una liturgia, el que se cierre el salón Los Angeles sería una catástrofe. Celebro que por lo pronto no sea así. Este lugar, Los Angeles, es como la Villa de Guadalupe: un santuario''.

La revitalización del salón Los Angeles, contextualiza Miguel Nieto, implica la posibilidad y necesidad urgente de rescatar una zona de particular identidad cultural: la colonia Guerrero, ``tan dejada de la mano de Dios y del gobierno, y que debiera ser la siguiente en las prioridades de la ciudad, después del Centro Histórico y junto con Santa María la Ribera y Mixcoac''.

Más que nunca, entonces, está vigente la máxima acuñada hace 60 años por don Miguel Nieto Alcántara, abuelo de la actual cabeza de esa catedral, del actual Kappelmeister, Miguel Nieto Applebaum: ``Quien no conoce Los Angeles, no conoce México''.

Chingao.