Habría otra víctima del atentado contra Lizette Ibarra
Juan Manuel Venegas, enviado, Guadalajara, Jal., 30 de julio Ť La misma acta que el Ministerio Público Gonzalo Manzo Neri levantó por el asesinato de Irma Lizette Ibarra Naveja, da cuenta de una segunda víctima que podría estar relacionada en los hechos del martes en el sector Hidalgo de esta ciudad.
La unidad 26-0/2 de la Cruz Verde, misma que trasladó a Irma Lizette al Servicio Médico Forense, llevaba también ``el cuerpo sin vida de una persona del sexo masculino que falleció a consecuencia de los impactos que recibió por proyectiles de arma de fuego''.
El acta no señala el nombre de esta persona, a pesar de que su presentación ministerial ocurrió, incluso, antes de que Manzo Neri tuviera a la vista el cuerpo de la ex Señorita Jalisco acribillada presuntamente por su conocimiento de los nexos entre el narcotráfico y miembros del Ejército Mexicano, información que daría a conocer a algunos medios de comunicación la misma noche del martes.
En el entierro de Irma Lizette
Ibarra.
Foto: Siglo 21
Oficialmente, se ha reconocido a Eliseo Ortega Hernández como el único acompañante de Ibarra Naveja y de acuerdo con la declaración del empleado de la abogada, al momento en que dispararon contra su jefa, él llevaba la cabeza hacia abajo porque iba recogiendo unos papeles que se habían caído al piso de la camioneta Ram Charger en la que viajaban.
Por esa desatención, dijo, no se percató de los hechos, sino hasta que volteó y vio a Irma Lizette herida de muerte, con seis impactos de bala en el cuello y la cabeza, mientras que en una motocicleta huían los dos gatilleros profesionales.
Ortega Hernández, en tanto, salió ileso del atentado.
Eliseo es un empleado de Grúas Ibarra, empresa propiedad de la familia de Irma Lizette y según su declaración ministerial acompañaría a la mujer a un examen que tendría en la facultad de Derecho de la Universidad de Guadalajara. Posteriormente irían a comprar algunas herramientas y refacciones que hacían falta para el servicio de grúas.
No obstante, sobre los momentos en que se dieron los disparos que quitaron la vida a Ibarra Naveja hay otra versión del mismo empleado. En ésta, aseguró que al momento en que llegaron al semáforo que divide las avenidas Plan de San Luis y Enrique Díaz de León, observó cómo los rodeó la motocicleta.
Según esta declaración, Irma Lizette y Eliseo circulaban por Plan de San Luis y cuando apenas ``llevaban unos instantes parados'' por la luz roja, la motocicleta Honda en la que se trasladaban los homicidas ``nos rodeó por la parte de enfrente'', registrándose el primer disparo sobre el parabrisas.
Pero Eliseo ya no vio más. En sus declaraciones, siempre termina afirmando que él ``se agachó'', por lo que no pudo observar a los agresores.
Una posible segunda víctima
Siendo las 18:45 -dice el acta firmada por el Ministerio Público del fuero común, Gonzalo Manzo Neri- ``se presenta la unidad 26-0/2 de la Cruz Verde Doctor Delgadillo Araujo de esta ciudad de Guadalajara, al mando del C. Eduardo Mata, y en el interior de dicho vehículo se encuentra el cuerpo sin vida de una persona del sexo masculino que falleció a consecuencia de los impactos de proyectiles de armas de fuego''.
En seguida se ordena dar inicio a la averiguación previa por este homicidio y pasa a dar fe, ``siendo las 18:47 horas'' de la presencia en la misma unidad del cuerpo ``sin vida de quien se llamara Irma Lizette Ibarra Naveja, de 44 años de edad...''.
Los dos homicidios forman parte de la misma acta 1420/97, en la que también se incluye la declaración del hermano de Irma Lizette, Rigoberto, quien acudió a reconocer el cuerpo y según sus primeros testimonios ``desconoce si su hermana tenía algún enemigo que pretendiera hacerle daño''.
El caso, finalmente, ya fue atraido por la Procuraduría General de la República, institución que se hará cargo de las investigaciones.
Juan Manuel Venegas, enviado, Guadalajara, Jal., 30 de julio Ť Los familiares de Irma Lizette Ibarra Naveja ``no quieren más represalias''.
En los servicios funerarios El Carmen de esta ciudad, donde fue velada, rechazan dar alguna versión sobre el homicidio de Irma, presuntamente vinculada a algunos capos del narcotráfico, a quienes servía de contacto con los mandos de la XV Zona Militar con sede en Guadalajara.
La familia niega esa acusación y advierten que tarde o temprano se sabrá quiénes la asesinaron ``y entonces sí, vamos a saber de lo que estamos hablando''.
Piden, por lo pronto, que uno mismo saque sus propias conclusiones y recuerdan los asesinatos que se han registrado este mes en la capital jalisciense. El 1 de julio fue asesinado Salvador Morales García, hermano de Carlos Morales, El Pelacuas; el 26, fue acribillado Héctor Ixtláhuac Gaspar, ex secretario particular del ex gobernador Flavio Romero y ex asesor del ex secretario de la Defensa Nacional, Juan Arévalo Gardoqui, ahora fue Irma Lizette.
``¿A quién le interesaba matarlos? ¿Quién o quiénes se beneficiaron con estas muertes?'', se preguntan los familiares. ``Saquen ustedes deducciones... nosotros no queremos más problemas, ya es mucha la presión''.
A esos homicidios, habrá que agregar el atentado que sufrió el viernes pasado el militar Cesáreo Vázquez Tafolla, testigo clave, según la Procuraduría General de la República y la Secretaría de la Defensa Nacional, en el proceso contra el ex comisionado del Instituto Nacional para el Combate a las Drogas, general Jesús Gutiérrez Rebollo.
Todo va a quedar claro antes de que me maten
A raíz de que se hiciera pública su supuesta vinculación con militares y narcotraficantes, Irma Lizette llamó a algunos periodistas residentes en esta ciudad.
Ofreció proporcionarles documentos que pondrían en claro cuál era la ``verdadera situación'' que ella conocía respecto a los presuntos nexos entre algunos mandos castrenses y capos de las drogas.
El mismo día que la asesinaron, por la mañana, se comunicó con esos reporteros e hizo citas para la noche. Por la tarde iría a la universidad a cumplir un examen de la carrera de derecho que cursaba.
Todo va a quedar claro ``antes de que me maten'', se despidió la mujer que de acuerdo a la información militar publicada servía de contacto entre militares y narcotraficantes.