La Jornada 31 de julio de 1997

Con Salinas, ningún compromiso: Madrazo

Elena Gallegos /II y última Ť ``¡No tengo nigún compromiso con la familia Salinas!'', asegura el procurador Jorge Madrazo. Dice que si llegara a tener pruebas que impliquen al ex presidente en el asesinato de Luis Donaldo Colosio lo llevaría ante un juez, pero aclara que sin ellas a nadie se puede procesar.

En lo que parece una referencia al veredicto popular que en este caso se ha dictado contra Carlos Salinas de Gortari, el procurador establece: ``Los procesos y las investigaciones no se resuelven por votación o por acuerdos de asambleas. Así lo hacían las juventudes de Mussolini. Se juzgaba ante sospechas, pero en México vivimos en un estado de derecho y tenemos que cumplir con la letra de la Constitución''.

Al tocar algunos de los más espinosos asuntos que tiene que resolver al frente de la PGR, Madrazo se refiere al caso de la osamenta de la finca El Encanto como ``uno de los más bochornosos de la historia de la justicia en México''; ofrece a los medios su admiración y respeto ``pero ni un centavo ni papeles'', y lamenta que se hayan recibido con tanta incredulidad las pruebas que sobre el asesinato de Colosio presentó la Fiscalía Especial, ``les estoy mostrando verdades de razón, no el misterio de la Santísima Trinidad''.

Jorge Madrazo comenta que nunca se planteó llegar a la PGR. Recuerda sus 20 años de trabajo en la UNAM dentro de la investigación y la cátedra. Habla de los motivos que lo llevaron con Jorge Carpizo a la CNDH, ``podíamos hacer mucho por el estado de derecho en un ejercicio que entonces (1990) era francamente inédito en el país'' y sostiene que uno de sus timbres de orgullo personal ha sido, precisamente, haber sido discípulo y colaborador del doctor Jorge Carpizo.

Enumera las cuestiones que sopesó al aceptar ser procurador -entre ellas, la experiencia misma de su maestro- y asegura que lo aceptó bajo la premisa de que no es un cargo de orden político, ``porque yo no soy un político''. Es aquí cuando trae a colación que si se hacen interpretaciones políticas de la ley, el riesgo es que quien las hace, se aparta de la norma.

-¿Ese fue uno de los problemas de quien lo antecedió? (el panista Antonio Lozano Gracia).

-Yo creo que ese pudo haber sido uno de los problemas pero no quiero entrar en esos calificativos. Para mí el cargo de procurador es para ejercer una función técnica-jurídica, en un medio político ciertamente complejo en el que hay que trabajar muy de cara a la opinión pública y en el que las relaciones con el Poder Judicial no siempre son fáciles ni la interpretación que tenemos de casos específicos es siempre la misma.

Procurador, un cargo muy volátil

-¿No teme que las cosas terminen mal para usted como han terminado para todos los procuradores que el país ha tenido en los últimos ocho años?

-Lo cierto es que en los últimos ocho años ha habido siete procuradores. Esto es preocupante. No hay tiempo para cumplir a plenitud los programas de trabajo. Uno está sentado en un barril de pólvora por la complejidad de los casos. El cargo se ha vuelto extraordinariamente volátil.

Sin embargo, confía salir bien librado ``cumpliendo sólo con los intereses de la justicia y la verdad''. Agrega que así se condujo como presidente en la CNDH -en donde sucedió a Carpizo-, que su conciencia está muy tranquila y que seguirá actuando ``de buena fe''.

-¿Cómo se ve la PGR desde el cubículo, la CNDH y adentro?

-Desde la investigación y luego en la comisión veíamos la necesidad, impostergable, de efectuar cambios. Nuestras policías no saben hacer una investigación científica. Los sistemas de inteligencia brillan por su ausencia. Hay corrupción e ineficacia. Además, el Ministerio Público tiene muchos de los vicios que le imputamos a la policía: impreparación, ineficacia y corrupción.

Sobre esto, enumera las tres grandes metas que se ha propuesto: Trabajar en la profesionalización de policías y ministerios públicos. Buscar reformas de orden estructural al servicio de procuración de justicia, y Promover modificaciones de leyes que por el momento no permiten que el sistema de enjuiciamiento penal sea lo eficiente que se necesita y que genera, por esta razón, importantes espacios de impunidad.

A lo largo de la charla ha estado rondando el problema de la credibilidad, sobre todo lo que hace o surge de la institución. ¿Se ha llegado al punto que la sociedad le cree más a los acusados que a las autoridades?, se le pregunta.

-¡Eso es terrible! Es algo que nos llena de mortificación, -se refiere a los amplios espacios que han alcanzado en los medios los acusados y su defensa en los casos más relevantes como Mario Aburto, Jesús Gutiérrez Rebollo y Raúl Salinas.

-A ver -devuelve-, ¿qué esperan los compañeros de los medios que digan los delincuentes? ¿Creen que admitirán que delinquieron? ¿De verdad esperan eso?

Se refiere a las últimas declaraciones que hizo Mario Aburto a un diario. ``¿Qué esperaban que dijese? Vaya usted a Puente Grande o a Almoloya y a ver cuántos le dicen que son culpables. Sin embargo, eso es lo que explotan los medios.

-¿Es que ya nadie cree en las autoridades, la situación nos ha llevado a esto?

-Usted tocó un tema muy delicado. Ese es el gran problema no sólo de la PGR, sino de las instituciones de procuración y administración de justicia. Yo coincido con usted. Esto no surgió de la nada. La confianza no se perdió por obra y gracia del Espíritu Santo. No. Ha habido profundos desaciertos, yerros. No hay un trabajo de investigación científica. Las pesquisas se hacían a base del pitazo o la filtración

Lo ilustra con el caso Colosio, luego de enumerar la cadena de hipótesis que se han sucedido, conviene: ``nosotros por lo menos tenemos que entender las razones que llevan a la opinión pública y a los medios a decir: tengo muchísimas dudas, simplemente no creo''.

Pero echa mano también de la osamenta de El Encanto. Para Madrazo ese caso, que resultó ser ``un invento del fiscal Pablo Chapa Bezanilla'', es uno de los más bochornosos de la historia de la justicia en México y obviamente golpeó la credibilidad, ``lo digo no sólo como procurador sino como mexicano de a pie''.

Tener credibilidad, el reto

Dice que él no va a especular, como se hizo en el pasado, con la opinión pública y que está dispuesto a reconquistar la credibilidad ofreciendo pruebas verificables y hablando con la verdad. En ese punto realmente lamenta que hayan sido recibidas sin ningún crédito las pruebas ofrecidas por el fiscal Luis Raúl González Pérez en el caso de Luis Donaldo Colosio.

Efectivamente, hace una semana, la fiscalía dio a conocer una serie de pruebas que desvirtuaban la tesis defendida por Pablo Chapa Bezanilla, en el sentido de que sobre Luis Donaldo habían disparado dos hombres. Esto es, la administración de Madrazo sostiene nuevamente la hipótesis del autor material único.

Inmediatamente circularon agrias críticas al procurador y se habló con insistencia de sus nexos con el salinismo. Volver a esa hipótesis -se comenta en los corrillos políticos-, es como exonerar a Salinas. Sin embargo, la PGR no ha descartado y así lo aclaró, el complot.

Pero se liga a Madrazo con el salinismo debido a que su maestro -las carreras de ambos han seguido casi los mismos derroteros-, Carpizo, llegó a ser en el sexenio pasado uno de los hombres más importantes del ex presidente al ocupar los cargos de procurador y secretario de Gobernación, este último, en los momentos más difíciles del sexenio de Salinas, cuando su estrella comenzó a difuminarse.

Hoy el procurador quiere despachar de una vez por todas este asunto y mueve ligeramente la cabeza como para sacudirse las imputaciones.

-Yo no tengo ningún compromiso con Carlos Salinas de Gortari ni con su familia. ¡Absolutamente ninguno!, aquí alza la voz, como lo ha hecho a lo largo de toda la entrevista, cada vez que quiere dar énfasis a sus declaraciones.

``Mi único interés -defiende- es servir a la justicia y a la verdad. Si nosotros llegamos a tener pruebas de que Carlos Salinas de Gortari tiene responsabilidad en esto, lo vamos a llevar ante un juez. Pero si no hay pruebas no podemos hacerlo. Yo estoy constreñido a un mandato constitucional. Me daría mucha popularidad decir, sin pruebas como ha acontecido en varios casos en este país, que fulano de tal es responsable...''

Una pausa. Repone: ``¿pero qué ha pasado cada vez que se inventan las pruebas? Pues ahí están, como respuesta, los fracasos judiciales''.

Entonces y aunque no los menciona directamente, uno entiende que se está refiriendo a la actuación de Antonio Lozano Gracia y Pablo Chapa Bezanilla cuando señala que por interpretaciones políticas de los hechos o de las normas, en muchas ocasiones se establecieron conclusiones primero y después se buscaron las pruebas que encajaran, ``lo cual es una profunda aberración''.

Mi única ambición, volver a la UNAM

Insiste en que él no está en la PGR haciendo populismo o labrándose una carrera política. Señala también que no tiene compromisos partidistas de ninguna naturaleza porque no milita ni militará en ningún partido y asegura que su única ambición es terminar bien su gestión y regresar a la UNAM, ``mi casa''.

Precisa luego que le hubiese dado mucha mayor popularidad sostener la tesis de los dos tiradores y que así hubiera evitado daños a su imagen: ``pero yo no vine aquí a protegerme''. Por lo demás, remata que en este como en todos los casos su único compromiso ``es decir la verdad robustecida con pruebas y evidencias''.

-Nadie les cree lo del Señor de los cielos, se le insiste en referencia a la supuesta muerte de Amado Carrillo luego de una intervención quirúrgica en el hospital Santa Mónica.

-Bueno, es que hay que estar dispuestos a ser convenidos, dice, y aunque insiste en las pruebas que se hicieron para determinar que el cuerpo era, efectivamente, el del capo, a Madrazo le preocupa más el hecho de que nadie les cree.

-Si uno tiene ya un juicio y dice 'esta mula es mi macho y aunque me tumbe', pues jamás será convencido. Nosotros queremos exhibirles la verdad. No son verdades de fe sino de razón. Yo no les estoy explicando el misterio de la Santísima Trinidad. Les doy razones: véanlas, compúlsenlas''.

-¿Pero los procesos se ventilan en los medios porque..?

-¡Ese es un gran problema! -ataja-, yo dije el 2 de diciembre (fecha en que tomó posesión) que iba a litigar en los tribunales y no en los medios. En el pasado (otra vez la alusión a Lozano Gracia y Chapa es clara) en esta PGR hubo la idea de que haciendo filtraciones a los medios se conseguían mejores resultados con los jueces. Se ponía la presión de los medios detrás de las pretensiones del Ministerio Público. Esto no debe ser así. Hay que litigar en los tribunales.

``Hay que dar resultados a los medios, porque tienen derecho legítimo a ello y porque la sociedad debe estar enterada. Pero no se vale usarlos para favorecer las pretensiones punitivas del Ministerio Público''.

Quiere puntualizar su política con los medios de comunicación: ``para ellos todo nuestro respeto y admiración. Ni un centavo y ni un papel. No especular con la opinión pública. Dar hechos y resultados y tener conciencia en que si desde las instituciones públicas se especula con los medios, entonces será muy difícil pedirles objetividad''.

-¿Cree que este ``litigar en los medios'' está influyendo en la crisis de las instituciones de justicia en México?

-Yo soy un fervoroso creyente de la libertad de expresión. Creo en que así como la prensa demanda libertades de primer mundo debería, concomitantemente, tener responsabilidades de primer mundo. Por lo tanto, el periodista debe estar muy claro de la información que está transmitiendo y del medio en el que se mueve.

Inevitablemente se vuelve al punto de la corrupción. Aquí, el procurador establece, de entrada, su respeto al Poder Judicial, pero señala que así como hay casos de corrupción en las policías o en el Ejército, los hay también entre los jueces.

``He exigido responsabilidad para algunos. Espero que en el Consejo de la Judicatura los casos que he presentado sean analizados también con mucha objetividad y sin sentimientos gremialistas. Que se valoren las pruebas y se proceda a fincar responsabilidades cuando las haya''.

¿Los ministros de la Corte aseguran que con esos cuestionamientos, usted socava la autoridad del Poder Judicial?

-Hay que romper ese círculo perverso. Cuando el juez dicta una sentencia absolutoria argumentando deficiencias en la consignación, el Ministerio Público conviene en que aquél está respondiendo a oscuros intereses, porque sí tenía todas las pruebas para condenar. Yo no dudo que haya consignaciones malas y le he hablado de corrupción. Pero también he revisado pliegos extraordinariamente sólidos en los que la respuesta del juez ha sido negativa. Necesitamos, antes que nada, cambios importantes en el sistema de enjuiciamiento penal.

La entrevista salta de un tema a otro -muchos se quedan en el tintero-, hasta llegar a Aguas Blancas. El, como defensor de los derechos humanos, emitió una recomendación cuya aplicación es aún motivo de polémica. ¿Cree que hay posibilidades de atraer el caso a la PGR?

-No me he ocupado del caso después de haber dictado la recomendación y haber hecho su seguimiento mientras fui ombusdman. Pero si se llega a presentar alguna petición a la PGR, tendría que estudiarla con el debido cuidado y con todo detalle, como tratamos de hacerlo con todas las denuncias y querellas que se nos presentan. Lo que creo es que la PGR debe estar muy atenta a cómo se van a dar estas secuelas del caso Aguas Blancas y resolverlo conforme a derecho, si se le llega a plantear.

-¿Qué le heredó Lozano y qué quiere a su vez heredar?

-Avances legislativos. Una Ley del Crimen Organizado muy importante. No tanto como yo quisiera. Por otro lado, en esta herencia creo que se contribuyó mucho a la incredulidad de la opinión pública. ``Quiero dejar una procuraduría mejor organizada, saneada y profesionalizada. Sobre todo, me gustaría dejar una PGR en la que la sociedad creyera firmemente''.