Descarta Herrán un narcoestado en México
Mariano Herrán Salvatti, fiscal especial para delitos contra la salud, rechazó ayer que México esté ``a un paso de ser un narcoestado'', en razón de que ello implica una infiltración total en las instituciones, ``una permeabilidad inclusive en el contenido biológico de las disposiciones legales, situación que no se da''.
En entrevista radiofónica, en la que aludió a la reciente declaración del secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), Agustín Ricoy Saldaña -referente a la ``posibilidad real'' de que el país se convierta en un narcoestado ``si las autoridades no están atentas''-, Herrán sostuvo que existe un problema de inseguridad en cuanto a la forma en que opera el narcotráfico. ``Pero estamos muy lejos de tener un aspecto como el que se dilucidó en su momento en Colombia, operando bajo los cárteles de Cali y Medellín''.
-Entonces, ¿no estamos tan mal?
-No, no estamos tan mal como ellos (los colombianos) estuvieron en su momento, pero tampoco se puede decir que tengamos que doblar las manos y sentir que ya hicimos todo. Al contrario, tenemos que reforzar nuestras acciones con base en la ley, para que no lleguemos a las circunstancias que se vivieron en Colombia en determinados momentos.
Por otra parte, el fiscal antidrogas dijo que el auto de formal prisión a 15 personas relacionadas con la desaparición de casi media tonelada de cocaína, ocurrida en mayo en San Luis Río Colorado, Sonora, ``significa un avance importante en ese asunto'', aunque recordó que existen pendientes órdenes de aprehensión para establecer con precisión el destino final de ese cargamento de alcaloide.
Se refirió también a la necesidad de reformar el Código Penal para intensificar la lucha contra el tráfico ilegal de estupefacientes, y dijo que si bien la legislación actual ``está perfectamente equilibrada en razón de los delitos'', se deben hacer ``mejores investigaciones con el fin de que los presuntos delincuentes puestos a disposición de la justicia federal sean castigados de acuerdo con la gravedad de los delitos''.
También, insistió, se deberán promover algunos ajustes de carácter procesal, porque ese sistema pasó de ser muy rígido a más benigno, lo que permitió una serie de libertades bajo fianza.
``Tendremos que poner más énfasis en el respeto a las garantías individuales y los derechos humanos, para evitar interpretaciones que pongan en libertad tan fácilmente a quienes cometen delitos. Esperamos que el Poder Judicial sea receptivo a esas investigaciones y, en su momento, decrete la aplicación exacta de la ley para que el delincuente reciba la sanción correspondiente.''