La Jornada viernes 1 de agosto de 1997

Gilberto Guevara Niebla *
Educación Ciudadana: lo adjetivo y lo sustantivo

Las elecciones infantiles del 6 de Julio fueron un éxito: tomaron parte en ellas 3 millones 800 milniños. Su principal mértio reside en que fomentaron la participación de los niños, algo que se estima deseable desde el punto de vista de la educación ciudadana. Pero ¿qué es la participación?. Evidentemente, se trata de una actividad del individuo que se despliega dentro de una empresa compartida con los demás.

Dado que en la conductainfantil de los niños de 6 a 12 años no siempre prevalece una lógica de fines y medios como sucede con la conducta adulta, la participación puede convertirse en una acción por la acción misma, es decir, en un juego. Pero un juego con sentido. Y eso fueron las elecciones infantiles, tal y como lo afirmó, acertadamente, el presidente del IFE, José Woldenberg, al dar a conocer los resultados de este ejercicio.

La participación delniño es, a juicio de los pedagogos, uno de los elementos cruciales en la formación de personalidades libres y autónomas. Pero los pedagogos insisten que esa participación no debe darse solo en actividades simbólicas sino en procesos de decisión reales en donde se ponga en juego el juicio moral de los alumnos, de ahí la insistencia que han mostrado,por ejemplo, países como España en lograr que los alumnos participen a través de sus representantes en la gestión real de la escuela.

Con esaintención se crearon, en1988, los llamados Consejos Escolares. En esos órganos toman parte los maestros, los padres de familia,los alumnos, representantes delsindicato, del gobierno y de la sociedad civil. En esto consistió la reforma democrática de la escuela de España, con lo cual se sugería que la democracia no sólo debe servir para elegir autoridades politicas sino que puedey debe ser, además, una fórmula aplicable a la gestión de cualquier institución social.

Sin embargo, concebida así, la participación democrática siempre trae consigo problemas. Si es difícil que dos personas se pongan de acuerdo, mucho más complicado es que veinte lo hagan y tanto más cuando esos veinte son de distintas edades, actividades y procedencias sociales. Lo que en España se pudo comprobar después de veinte años de experiencia fue, precisamente, que la democracia escolar esuna auténtica monserga.

Los profesores se muestran celosos de los padres y de los alumnos a quienes juzgan invasores de sus competencias y los padres, por su parte, no han respondido a la invitación con el clásico argumento de la falta de tiempo y opinan que los profesores están sobrerepresentados. Sin embargo, lo más lamentable -y que cuestiona el romanticismo de la participación escolar- ha sido que los alumnos asisten a las reuniones de consejo, sí,... pero, una vez allí, guardan silencio y se aburren. Son meros convidados de piedra. (Véase, al respecto, ``Educación politica y participación escolar'' de José Vicente Peña Calvo, en Cuadernos de Pedagogía No. 256).

¿Qué tratamos de lograr mediante el modelo participativo? Se pregunta el profesor Peña Calvo. Lo que intentamos es preparar para la democracia, es decir, formar ciudadanos. Y tratamos de lograr este objetivo por la democracia escolar. Este modelo, lamentablemente, puso el acento en lo adjetivo y dejó de lado lo sustantivo derivando en orientaciones escolarizantes que hacen perder de vista el primer elemento de la ecuación (la preparación para La democracia). No nos interesa hacer del alumno una administrador escolar; lo que queremos es que sea buen ciudadanos.

Concurrentemente, Peña Calvo descubre que ese olvido de los fines últimos se vincula a una despolitización del curriculum. En la escuela, dice, se habla de problemas del medio ambiente, de educación vial,para la salud, para la paz, etc. pero nose habla de educación politica. ¿No se trata, acaso, de acercar alalumno a los procesos reales? ¿No es este el momento, se pregunta, de asumir con total franqueza que lo que el alumno-futuro-ciudadano necesita es, esencialmente, una educación politica que lo acerque, en funcion de su madurez, al tema-problema de la democracia politica real?

Director de la Revista Educación 2001 y profesor de la Facultad de Filosofía y Letras (UNAM).