ESPACIO ABIERTO Ť José Ureña
Gobierno y PRI trabajan para el 2000.

Más que reuniones con proyección legislativa, las iniciadas en la semana por diputados priístas electos con secretarios de Estado y directores de organismos descentralizados han servido para fortalecer la alianza mutua.

A ellas acudieron los futuros legisladores con largas listas de peticiones, carpetas llenas de carencias en los distritos que representan y la solicitud de atenderlas para mantener vivo el voto por ese partido en el 2000.

Las visitas a oficinas públicas se organizaron por equipos y sectores. Arturo Núñez Jiménez integró los primeros, según la especialidad y el historial de quienes lo acompañarán en la próxima Cámara de Diputados.

En grupos preparan proyectos para manejar las áreas política, económica, administrativa y de relaciones exteriores, y con esa intención se agendaron entrevistas con los secretarios de Estado y otras dependencias.

Francisco Labastida, el secretario más generoso

Los inminentes diputados andan contentos. Entre el 25 y 26 de agosto se iniciarán los trámites de acreditación y los administrativos, y recibirán sus pases para el Informe presidencial, pero desde ahora empiezan a disfrutar el trato amable del poder.

Es lógico que los integrantes del equipo económico comandado por Guillermo Barnés y Angel Aceves Saucedo sean recibidos con grandes sonrisas por el secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz Martínez, pues de ellos dependen sus programas.

Han recibido numerosa folletería relativa a la evolución de la economía nacional, copia de los informes remitidos a la Legislatura saliente, el comportamiento ingreso-gasto y a su disposición está buena parte del equipo hacendario.

Otros secretarios han atendido a los equipos especializados con el esmero del caso. Pero entre todos resalta el diálogo aterciopelado de Francisco Labastida Ochoa, secretario de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural.

Como con Guillermo Ortiz, en Francisco Labastida se advierten intenciones políticas futuras y el jueves por la mañana dedicó horas a dialogar en grupo y en lo individual con los 76 diputados del sector campesino, lidereado por Beatriz Paredes Rangel.

Estuvo acompañado por el director de la Compañía Nacional de Subsistencias Populares (Conasupo), Humberto Mosconi, empresa que con o sin Raúl Salinas de Gortari tiene que ver con compra de granos, comercialización y abasto de básicos.

La sonrisa de los diputados campesinos electos era elocuente: casi todas las peticiones recibidas en campaña en el sector rural serían atendidas; de Procampo a Aserca, de abasto de semillas a entrega de pies de cría para mejorar el ganado.

Hombre de oficio y habilitado por el estatuto priísta para ser candidato presidencial, Labastida Ochoa escuchó con satisfacción que de la atención a esos reclamos dependerá en buena medida el voto llamado ``verde'' para el año 2000.

Para ello prometió un seguimiento puntual, calendarizado, de las gestiones priístas. Y si en algún momento falla la comunicación, los diputados campesinos tendrán en Ricardo Castillo Peralta, su coordinador designado, a un buen intermediario.

Los diputados campesinos también acudieron con la titular de Semarnap, Julia Carabias, quien aunque diga que no milita en algún partido político está en posibilidad de dar respuesta a los requerimientos que competen a su área. Pero, por lo sabido, ella no ofreció ni cena ni tanto respaldo.

Lo interesante es ver si el presidente Ernesto Zedillo, a quien el PRI le remitió un directorio de candidatos ganadores con su respectiva fotografía para que los conozca e identifique, se suma a esta campaña de apoyo.

Estas entrevistas comenzarían, según se dijo a los diputados, mañana lunes por la tarde: los del sector campesino fueron citados a las 17:30 horas por Beatriz Paredes para trasladarse luego a la cita con el mandatario del país.

Roque seguirá en el PRI hasta las tres elecciones

A media semana hubo una reunión cerrada en el Comité Ejecutivo Nacional para analizar algunos aspectos de la elección de julio y pulir las estrategias que se seguirán rumbo a los comicios pendientes en Tabasco, Jalisco y Veracruz.

Sin necesidad de mayor imaginación, la media docena de asistentes salieron con una certidumbre: Humberto Roque Villanueva seguirá al frente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), al menos hasta noviembre.

Es decir, contra los rumores, a él le tocará guiar a su partido en la contienda por 414 cargos de elección popular: 66 diputaciones en Jalisco y Tabasco y 348 presidencias municipales en Tabasco, Jalisco y Veracruz.

Si en el partido del gobierno la tranquilidad parece regresar luego del desgarramiento de vestiduras y los clamores de cambios, en los ámbitos de la administración se da por un hecho que el Presidente no hará modificaciones en lo inmediato.

En el mandatario no se advierten preocupaciones. Inclusive el análisis poselectoral se ve con cierto optimismo porque el PRI no cayó en la debacle que se preveía; los resultados sirvieron para avalar la actitud democrática del régimen, y el equilibrio de fuerzas acabó con el riesgo del bipartidismo.

La existencia de tres fuerzas es vista como expresión de fortuna por el PRI-gobierno, pues es más fácil salir vencedor sobre dos contendientes hoy colocados 12.5 puntos abajo que en un mano a mano --bis a bis, dicen los tecnócratas-- con un partido de derecha emergente y cachavotos antigobiernistas.

Otro elemento para no ver la situación priísta como de emergencia es el número de sufragios alcanzados. No se obtuvo la mayoría absoluta el 6 de julio ni se tendrá en la Cámara de Diputados, pero el llamado voto duro es de ocho millones de sufragios, 2.5 millones más que en noviembre de 1996.

Con estas referencias no se pretende dar un aval personal a Roque Villanueva. Se trata simplemente de trasmitir la reflexión superior para mantenerle el respaldo e inclusive darle mayor margen de maniobra en el manejo del partido y de sus órganos de gobierno.

¿Qué significaría esto? Con algo de interpretación pueden presagiarse cambios en el Comité Ejecutivo Nacional, con salidas importantes y la toma del Consejo Político Nacional (CPN), donde despacha Esteban Moctezuma Barragán, para que deje de ser un poder paralelo al CEN.

Si no modifican el calendario, pueden adelantarse inclusive tiempos: el Comité se restructuraría a fines de agosto o principios de septiembre y a una semana del Informe presidencial sesionaría el CPN con nuevos consejeros y tal vez nueva directiva. Al tiempo...

Cervera y su constante de cacique y gobernador

Al inicio de 1995, fresco el anuncio de la sana distancia entre PRI y gobierno, desde el partido de María de los Angeles Moreno y Pedro Joaquín Coldwell se convenció al presidente Zedillo de que el candidato en Yucatán debía ser Víctor Cervera Pacheco.

Con ese antecedente se expidió la convocatoria priísta el 11 de febrero y en horas, a las seis de la tarde, se congregó a todos los aspirantes para pedirles disciplina y expresar su apoyo a Cervera Pacheco, sustituto de Graciliano Alpuche Pinzón.

La mayoría acató la orden. Decir mayoría es referirse a Carlos Sobrino Sierra, José Toraya y otros de menor peso, pero con legítimas aspiraciones y cierta base social. Sólo el cenecista Rubén Calderón Cecilio se indisciplinó.

Para eso estaba Joaquín Coldwell en Mérida. Lo llamó y le dijo que a cambio de su no registro se le darían posiciones. Calderón Cecilio protestó débilmente y, no obstante el apoyo de 90 por ciento de los comités municipales y la Liga de Comunidades Agrarias y Campesinas, dejó libre el camino a Cervera.

La polémica sobre la constitucionalidad --inciso I del artículo 116: ``Los gobernadores de los estados no podrán durar en su encargo más de seis años'' y Cervera va para 10-- no arraigó entonces y ganó apenas por 20 mil votos en mayo de 1995.

Se cuestionó su elección --``¡Puercada!'', la calificó Carlos Castillo Peraza-- y todavía se recuerda aquella respuesta del candidato panista derrotado en Mama: ``Yo no perdí con votos, perdí con dos vacas'', en referencia a que cada voto priísta se pagó con un kilo de carne.

La discusión se ha reabierto y Cervera, para simular apoyos populares, organiza concentraciones. Lo hace con sus hábitos caciquiles. Por ejemplo, cada presidente municipal priísta y cada diputado recibieron la orden de llevar determinada cantidad de gente.

--Si no la llevas, olvídate de máquinas de coser, de mayor presupuesto para obra, de mi apoyo...

Y sí, se organizó su gran manifestación en Mérida y luego remitió a un grupo de priístas, encabezados por su incondicional Orlando Paredes y los miembros del comité directivo estatal, para que lo defiendan en México. Nadie lo detiene y, salvo una orden presidencial o de la Suprema Corte de Justicia, hay Cervera para cuatro años más.

Tema libre

El ex presidente Carlos Salinas de Gortari fue visto el pasado fin de semana en París. Anda quitado de la pena y hasta allá fueron a verlo y a cenar con él, en el hotel George V, varios mexicanos. Por cierto que por allá andaba también la diputada Rosario Guerra, secretaria de Administración y Finanzas del PRI, una mujer que se opone a la expulsión. ``Yo no creo en los linchamientos políticos'', ha declarado... Al entregar su último informe, el gobernador sonorense Manlio Fabio Beltrones citó las críticas que ha recibido y dijo que tiene ``buena memoria''. Ayer aclaró que nadie puede interpretarlo como amenaza y que continuará con su juicio contra los reporteros y el diario estadunidenses que lo ligaron con actividades de narcotráfico. En cuanto al estado que dejará, dijo que las políticas basadas en el consenso y la negociación entre partidos ``producen beneficios a la sociedad, al gobierno y, por supuesto, a ellos mismos. Para la sociedad porque la política se pone a su servicio; para los partidos porque construye y fortalece su propia legitimidad y para el gobierno porque procesos políticos con credibilidad y transparencia disminuyen y eliminan los obstáculos para el progreso''. Rechazada por el petrolero Carlos Romero Deschamps, la presidencia del Congreso del Trabajo (CT) parece predestinada para Héctor Valdés Romo, el dirigente de la burocracia. La polémica parece centrada más en Víctor Flores, presidente saliente, quien desea una vicepresidencia. No deben dársela, dicen varios líderes obreros, porque lo único que hizo al frente del CT fue adaptar una oficina lujosa en un edificio en destrucción y que por seguridad nacional no debe recibir al Presidente de la República. Los méritos de Víctor Flores: quitar la máscara de cerdo al perredista Marco Rascón, sacar a empellones de la asamblea priísta a Ramiro de la Rosa, mutilar más de dos mil cláusulas al contrato colectivo de trabajo de los ferrocarrileros y haberle dicho a Ernesto Zedillo, el 1o. de mayo en el Auditorio Nacional, ``ciudadano presidente de los Estados Unidos''... Aún no comienzan las pláticas formales con la oposición para negociar posiciones en la Cámara y ya hay nombres. Algunos: Marcos Bucio presidiría la de Agricultura, Mariano Palacios la de Gobernación y Puntos Constitucionales, y Guillermo Barnés la de Hacienda; Porfirio Muñoz Ledo pide la Contaduría Mayor de Hacienda, ahora en poder del PAN y, seguramente, peleará la de Seguridad Social para Ricardo García Sainz.