La Jornada Semanal, 3 de agosto de 1997
Para el pintor Alberto Gironella -como para Baudelaire- la vida es un bosque de símbolos: incansable buscador de relaciones, ha dotado a su obra pictórica de un fecundo contacto con la literatura. çvido, atento y feroz lector, en sus cuadros, Gironella ha rendido homenaje a Ramón Gómez de la Serna, Valle-Inclán, Juan Ramón Jiménez, León Felipe, Francisco de Quevedo, Octavio Paz, Nietzsche y José Vasconcelos, entre otros.
La vida es un bosque de símbolos, como decía Baudelaire, ¡pero no quiero que se me reproche que los árboles impiden ver aquí el bosque!
Malcolm Lowry
Con motivo del Primer Congreso Internacional de la Lengua Española que se llevó a cabo en Zacatecas, se presentó en el Museo Goitia de esa ciudad una exposición de Alberto Gironella con retratos de escritores de lengua hispana, inaugurada por el rey Juan Carlos de Borbón. A partir de su viaje a Zacatecas para la apertura de dicha exposición, Gironella se interesa por la vida y obra del poeta zacatecano Ramón López Velarde, quien le inspira una nueva serie de obras. Así, esta exposición se traslada a Aguascalientes y a San Luis Potosí, ciudades importantes en la biografía de López Velarde, para culminarÊen la ciudad de México, en la Casa Lamm, ubicada a unos cuantos metros de la que fuera la última residencia del poeta zacatecano.
Después de tus dos últimas series dedicadas a Malcolm Lowry y a Madonna, ¿cómo fue que te atrapó López Velarde?
-Hace muchos años lo leí y recuerdo que mi maestro Paco de la Maza me hablaba mucho de él, así como también lo hacía con pasión Henrique González Casanova, pero hasta ahora que visité la ciudad de Zacatecas me cayó el veinte de manera fulminante. La religiosidad que ahí se respira me impresionó y decidí regresar con calma y visitar Jerez. Al recorrer Zacatecas, entendí muchas cosas de López Velarde, y me sucedió como con Baudelaire y París: el autor y la ciudad se convierten en una dualidad indisoluble. Me di cuenta de que muchos han menospreciado y hasta atacado a este gran poeta, tachándolo de ``seminarista frustrado'' y hasta de ``payo'', como lo consideraba Alfonso Reyes. Lo que pasa con López Velarde es que, aunque parezca increíble, todavía hoy muchos no saben quién es en esencia. Es decir, su imagen se ha oficializado, como la Virgen de Guadalupe o el escudo nacional, y se ha querido hacer de él un emblema patrio. ¡¡Y López VelardeÊno es eso!!
Dice Villaurrutia: ``La admiración ciega es casi siempre una forma de la injusticia.'' Le ha pasado a López Velarde en cierta medida lo que, por desgracia, le ocurrió a Lorca. El zacatecano es un poeta del amor y de la soledad, y si queremos implantarle un emblema, que sea el del ``barómetro lúbrico'' que menciona Octavio Paz en su brillante ensayo sobre este poeta. La reflexión de Paz en cuanto al erotismo de López Velarde marca un giro de 180 grados en relación con la imagen de poeta provinciano que muchos quieren ver.
Me puse a leer a Tomás Segovia, a Xavier Villaurrutia, a José Luis Martínez y a Paz, autores que han revelado la verdadera naturaleza de la poesía del zacatecano; entonces, decidí incluirlo en mi galería de retratos y elaboré la pintura titulada Obra maestra. Me pareció interesante llevar la exposición a Aguascalientes y a San Luis Potosí, lugares donde López Velarde vivió y escribió, y continuarla hasta la capital, donde el poeta pasa sus últimos años y la cual forma parte importante de su última etapa creativa. Al visitar Aguascalientes y San Luis Potosí también comprendí otra parte de su poesía. Por ejemplo, en el templo de San Francisco, en San Luis, vi el candil en forma de barco que cuelga de la cúpula y al cual hace referencia en el célebre poema titulado ``El candil''. En todas esas iglesias se ven las imágenes que fascinaban al poeta, como las ánimas del purgatorio, las dicotomías del paraíso y el infierno, la muerte y la resurrección de la carne, y todas esas nociones del catolicismo que impregnan su obra.
-La imagen de poeta patrio que mencionas, ¿se la debe a la``Suave Patria''?
-Desde luego ``Suave Patria'' es uno de sus poemas más conocidos, pero su contenido va mucho más lejos, y eso la gente no lo quiere o no lo puede ver. ¡¡Basta de chabacanerías!! ``Suave Patria'' no es una marcha militar, insisto. No estamos hablando de tambores y cornetas del ejército. Este poema es en esencia un canto a una mujer. Y así lo afirma Tomás Segovia en su Amor más allá de la muerte:
La descripción de la Patria ``Suave'' va a ser entonces un relato de ternura. Una conversación sonriente y llena de guiños traviesos, casi un coqueteo con esa patria obviamente femenina. No creo que exista un poema patrio más juguetón e irónico. Las figuras de esa patria son en general escenas cotidianas vistas a menudo con los ojos de un niño y tienen casi siempre un aire de estampa infantil o de grabado ingenuo. Para mí no ofrece duda que esa patria que él llama ``suave'', es la que constituyen los seres humanos concretos por el indiagramable tejido, infinitamente polimorfo y nunca estabilizado de sus relaciones, sus acciones, sus juicios, sus deseos, antes y después y por debajo de la Patria oficial.
A esto yo añado lo que dice Rilke: ``La única y auténtica patria del hombre es su infancia.'' Un poeta con alma de niño haciendo un poema a una mujer que adora no tiene nada de patriótico, y además sabemos que López Velarde fue desde niño muy enamoradizo. Sin echar rollos ni hacer discursos, mi interés con estas obras es desmitificar la imagen de López Velarde como poeta nacional e insistir en que no es un emblema patrio, como el Día del Soldado o de la Bandera, invenciones de los medios oficiales. Todo esto resulta una gran mentira, como el Día del Padre.
Tomás Segovia publica este ensayo en 1988 y constituye la primera difusión de López Velarde en España. l mismo subraya que los editores españoles le siguen rehuyendo a este autor. Después de la Casa Lamm, mi intención es que la exposición se presente en Madrid, y para ello estamos en pláticas con el Círculo de Bellas Artes. A mí me conocen mucho allá y tengo poder de convocatoria, de modo que mi pretensión es servir de taburete para que, encima de mí, López Velarde hable en España. También quiero que todo esto culmine con una edición ilustrada de su obra. Y donde se mete Gironella -ya sabes- se hace ruido...
-Ahora ya tienes tres Ramones en tu repertorio...
-Todo en mi obra tiene una lógica y una secuencia. Ramón Gómez de la Serna y López Velarde nacen el mismo año, 1988, igual que otro de mis autores predilectos, Fernando Pessoa. No será casualidad que los tres tengan algo en común, ¿no? Y con Valle-Inclán, sí, ya son tres Ramones.
Mira, yo hago en mi obra lo que el Padre Ripalda en su catecismo: repetir, repetir y repetir. Es la técnica de la mosca, como en el cuento de Pepito: en un examen de zoología le preguntan a Pepito las características de la mosca; se pone a escribir y llena páginas y páginas durante horas: ``La mosca es un animal que nada más chinga, y chinga, y chinga, y chinga_'' José Miguel Ullán dice que es la única manera de que la gente entienda.
-¿Por qué elegiste para componer el retrato de López Velarde el texto ``Obra maestra''?
-``Obra maestra'' es el primer texto del Minutero y me parece uno de los más feroces y significativos, y encontré que me daba la posibilidad de crear una imagen totalmente diferente e inédita de López Velarde. Ya sabes que nunca recurro a las ilustraciones lineales, como es el caso de Beltrán y la ``Suave Patria''. Me parece superficial y aburridísimo. El texto dice así:
El tigre medirá un metro. Su jaula tendrá algo más de un metro cuadrado. La fiera no se da punto de reposo. Judío errante sobre sí mismo, describe el signo infinito con tan maquinal fatalidad, que su cola, a fuerza de golpear contra los barrotes, sangra de un solo sitio.
El soltero es el tigre que escribe ochos en el piso de la soledad. No retrocede ni avanza. Para avanzar, necesita ser padre. Y la paternidad asusta porque sus responsabilidades son eterna...
Y concluye así:
_Hecho de rectitud, de angustia, de intransigencia, de furor de gozar y de abnegación, el hijo que no he tenido es mi verdadera obra maestra.
¡¡Es feroz!!
(Para Ramón López Velarde su profunda indagación espiritual es el fondo esencial de sus poemas. Estamos ante la manifestación de un alma angustiada, que expresa sus conflictos en metáforas e imágenes de una intensidad conmovedora: la lucha del bien y el mal, la dicotomía erotismo-religiosidad, el amor y la soledad, la voluptuosidad de la carne y su descomposición tras la muerte, el placer carnal y el arrepentimiento... Temas eternos de la condición humana que seducen a Gironella y le proporcionan las metáforas necesarias para expresar plásticamente su propia versión de la poética de López Velarde. Poeta raro y difícil, lleno de vericuetos sombríos y ambigüedades, como bien señala Octavio Paz, López Velarde ``tiene la capacidad de volver misteriosas las observaciones banales'', observación que podemos aplicar igualmente a la plástica de Gironella, cuya asombrosa capacidad de transfigurar el lenguaje literario en imágenes visuales ha dado como resultado una de las producciones más fascinantes y originales con que cuenta la pintura mexicana.)
-Ahora, háblanos de la iconografía de esta pintura...
-El tono del cuadro es la imagen de un tigre feroz que encontré realizada sobre una seda china. Encima de esta tela incorporé algunos elementos alusivos al poeta: en la parte superior derecha hay una lata con un león y en la parte inferior un pequeño retablo popular con la Virgen de la Soledad. Estos elementos tienen un doble significado: por un lado, nos hablan de los signos zodiacales del poeta -Leo y Virgo-, los cuales, además, dan título a la obra antológica que publica Xavier Villaurrutia: El León y la Virgen. Por otra parte, la Virgen de la Soledad también hace referencia al poema titulado ``A la patrona de mi pueblo'', en el que habla de esta Virgen ``vestida de luto'' como un ``triángulo sombrío''. Debajo de la Virgen coloqué una caja de galletas, pues me recuerda frases que él utiliza, como ``tus labios de rompope'' y cosas así. En la sección inferior izquierda puse una lata de azafrán Venus, pues este astro también rige su horóscopo y él era muy afín a todas esas cuestiones zodiacales. Incluí un retrato del poeta de perfil, y aquí y allá apliqué algunos brochazos de pintura color rosa, en alusión a la cantera rosada característica de Zacatecas. En la esquina superior izquierda vemos la portada de un pasodoble dedicado a Porfirio Díaz, escrito por el compositor Castelló, quien era también pariente de mis antepasados. Así, la historia resulta siempre imbricada. Un marco de zacate oscurecido con óleo circunda la obra y, a manera de jaula, coloqué unos barrotes en la parte frontal de la caja.
-¿Y qué nos dices del título de la exposición: Café con leche?
-Eso tiene que ver con ``Novedad de la Patria'', que viene siendo la contrapartida de la ``Suave Patria'' y dice así:
A la nacionalidad volvemos por amor... y pobreza.
Hijos pródigos de una Patria que ni siquiera sabemos definir, empezamos a observarte. Castellana y morisca, rayada de azteca, una vez que raspamos de su cuerpo las pinturas de olla de silicato, ofrece -digámoslo con una de sus locuciones pícaras de vida airada- el café con leche de su piel.
Todo lo que propongo es una relectura de López Velarde, o bien suscitar su lectura a quienes no lo han hecho.
-¿Se podría decir que tus collages y pinturas, por contener siempre tus fetiches personales, pueden ser considerados de carácter autobiográfico?
-En toda mi obra hay un contenido autobiográfico, pues tiene que ver con mi personal lectura e interpretación de los textos, o mi relación con el retratado, con anécdotas vividas o con alusiones a determinados personajes hechas por otros autores. Por ejemplo, en el retrato de Rosa Chacel coloqué unos zapatos de futbol y la gente se pregunta si era aficionada a este deporte. No, lo que le gustaba, y siempre lo decía, ¡eran las piernas de los futbolistas! En el retrato de Octavio Paz colgué una pierna de jamón, en alusión a una cita de Reverdy que decía: ``El sueño es un jamón pesado que cuelga del techo.'' Esto se me ocurrió pues creo que Reverdy es uno de los poetas predilectos de Paz, pero él no lo entendió así y le comentó a Rosa Chacel que más bien era mi autorretrato como abarrotero. Cuando le expliqué de qué se trataba le dije que si aún así no le gustaba, le cambiaba el jamón por una alcachofa, y así tendríamos un Zurbarán o un Sánchez Cotán. Y así hago con todo: juego y me divierto.
-Y cuando acabes con López Velarde, ¿qué planes tienes?
-Quiero pintar un mural transportable que pueda viajar por muchos países. Se llamaría La Carlotada. Consistiría en lo siguiente: Hay una gran mesa de banquete con una larga charlotte en el centro, y en el muro posterior del salón cuelga un retrato de la emperatriz Carlota, flanqueada por Carlos Gardel y Carlos Marz... Preside el banquete Carlos Salinas de Gortari; a su derecha Carlos Slim y a su izquierda Carlos Payán. Entre los invitados de honor, Carlos Fuentes y Carlos Monsiváis. Los músicos dirigidos por Carlos Chávez y el maestro de ceremonias, Carlos Pellicer. Bajo la mesa se esconde Carlos Chapa y por ahí ha de aparecer Carlos Hank, todavía no lo ubico. La exposición itinerante dará comienzo con una gran inauguración en Dublín...