La Jornada 4 de agosto de 1997

Beristáin: quien gobierna el DF sólo decide sobre 20% del presupuesto

Víctor Ballinas Ť El margen de maniobra que tiene el jefe del Departamento del Distrito Federal (DDF) en la elaboración del presupuesto anual es de apenas 20 por ciento del total de los recursos de los que dispondrá el gobierno, ya que 80 por ciento restante son gastos etiquetados que no se pueden reducir, asegura el secretario de Finanzas del gobierno capitalino, Javier Beristáin Iturbide.

Cada año sólo 20 por ciento del presupuesto está sujeto a la decisión del jefe del DDF, ese monto le imprime el sello del gobernante a su administración, esto es ``la política que decide aplicar'', dice en entrevista.

La gestión presupuestal ``es política, es la decisión de cada gobierno de qué privilegiar, es su política a seguir'', asevera. En la administración actual se decidió que ese 20 por ciento del gasto --que este año sumó 7 mil 400 millones de pesos-- se aplicara en inversiones de obras para reactivar la economía.

Al hablar de la estructura del presupuesto, el secretario de Finanzas del DDF señala que los mayores subsidios que otorga el gobierno de la ciudad es al agua y al transporte, que en conjunto suman 12.5 por ciento del gasto total de la ciudad, esto es poco más de 4 mil millones de pesos.

El transporte recibe 2 mil 100 millones de pesos, de los cuales al Sistema de Transporte Eléctrico se destinan mil 500 millones, lo que representa 75 por ciento del subsidio en la materia. Mientras que al agua se destinan mil 900 millones, apunta el funcionario

Estos subsidios, detalla, benefician a los más de 2 millones de familias que habitan en el Distrito Federal, pues todos consumen agua y la mayor parte de los habitantes viajan o utilizan el Metro para sus traslados, lo cual quiere decir que son ``subsidios sociales''.

Al continuar con el desglose del presupuesto, el secretario de Finanzas comenta que además de ser la capital la ``gran consumidora de agua, pues consumimos más agua que ningún otro estado del país, también somos la entidad más consumidora de energía eléctrica y el pago por ese concepto es de casi tres por ciento del total del gasto y representa poco más de mil millones de pesos al año''.

En el rubro de vivienda, el DDF ha subsidiado este año 5 mil casas con 25 mil pesos cada una. ``Si no se hubiera apoyado la construcción de vivienda popular las familias se habrían tardado mucho más en construir, además de que con eso se impulsa y reactiva el mercado de trabajo''.

Un tercio sirve para pagar salarios

El gasto en servicios personales, que es el rubro de los salarios de los 220 mil trabajadores del DDF, representa 33 por ciento del total de los recursos de la ciudad y suma 10 mil 574 millones de pesos. Este gasto, agrega Beristáin Iturbide, se ha visto incrementado año con año de acuerdo con los criterios que se establecen a nivel federal en materia de política salarial.

Al detallar el llamado gasto etiquetado, el funcionario explica que el de servicios personales --la nómina de los empleados y trabajadores del gobierno de la ciudad-- ``no se puede reducir, a menos que se despidan trabajadores y estos son necesarios para el funcionamiento de obra. Incluso despidiendo personal no se van a conseguir grandes ahorros más allá de entre tres y cinco por ciento del presupuesto''.

Hay gastos que no se pueden reducir, como son el presupuesto destinado al transporte y que este año sumó 7 mil 400 millones de pesos; el rubro de seguridad pública y procuración de justicia, al cual se le destinaron 7 mil 41 millones, a bienestar social se le aplicarán este año 6 mil 8 millones y en infraestructura urbana 5 mil 979 millones de pesos.

El presupuesto tiene un manejo político y su integración consiste en la elección de prioridades y viabilidad de la ciudad. Asevera Beristáin que el gobierno puede incluso no proponer incrementar las tarifas del transporte, pero eso significaría incrementar mucho el subsidio y para ello se tendrían que sacrificar otros rubros

La elección de la orientación del gasto, resume el funcionario, también tiene costos. Si se decide continuar con la actualización de las tarifas de los bienes y servicios que proporciona la ciudad contará con recursos para avanzar programas, pero si se decidiera no incrementarlos esos gastos que se harán saldrían de la bolsa del presupuesto y obviamente tendrán que recortarse otros proyectos.

Urge revisar la fórmula de entrega de participaciones

La asignación de las participaciones federales, donde el DDF desde 1991 a la fecha ha dejado de percibir miles de millones de pesos, urge ser revisada, asevera, pues en la agenda del federalismo es un gran tema a revisión a discutirse en el próximo Congreso.

Para ello, destaca que se requiere de una gran coordinación del gobierno federal, los municipales, los estatales y el gobierno local con un acuerdo que satisfaga a todas las partes, ya que con la fórmula actual que tiene ya varios años, la ciudad ``ya llegó a su límite y necesita contar con mayores recursos de los que aquí se generan''.

El funcionario señala que la presente administración avanzó mucho en la construcción de infraestructura básica, hidráulica, de transporte colectivo y se dejará una ciudad mejor equipada, aunque reconoce que ``no avanzamos lo que hubiéramos querido por diversas causas, entre ellas las económicas, en la infraestructura de paraderos y estacionamientos subterráneos; sin embargo, la ciudad requiere de esas obras''.

Tampoco, agrega, ``pudimos avanzar lo necesario en participación de la iniciativa privada en proyectos de vialidad y transporte, se quedan para la consideración de la siguiente administración, pero son obras necesarias y habrá que hacerlas''.

Asimismo, subraya que las autoridades del DDF se sienten satisfechas por la obra pública construida, a la que este año se le destinó casi 33 por ciento del gasto y desde 1991 a la fecha han sido crecientes los recursos a este renglón, aunque con la crisis de 1995 el gasto cayó en términos reales para situarse al nivel de 1990 y 1991.

El gasto de este año apenas alcanzó el nivel equivalente al que se hizo en 1992-93. Sin embargo, Beristáin asevera que para el próximo año se tendrá mayores recursos producto de la reactivación económica ``que ya se empieza a sentir y se notará''.