La Jornada 4 de agosto de 1997

Núñez: nada hay de indigno en ser la fracción del Presidente

Ciro Pérez Silva y Oscar Camacho Guzmán /I Ť Para Arturo Núñez Jiménez, primer coordinador priísta en la Cámara de Diputados que no contará con la fuerza de los votos para hacer y deshacer leyes, la fracción del PRI seguirá siendo la fracción del Presidente de la República, ``porque no hay nada indigno ni vergonzante'' en esa relación, y porque ``las coincidencias no significan sumisión ni las divergencias ruptura''.

Conocedor del sistema político mexicano, negociador en cuatro reformas electorales, integrante del grupo de Emilio Chuayffet, el economista que arrasó en la tierra de Andrés Manuel López Obrador asegura también que aún no es momento de acotar el poder presidencial.

En entrevista con La Jornada, sostiene que la nueva realidad electoral no cancela el principio de legalidad y que la construcción de acuerdos tendrá que ser el ``instrumento privilegiado'' para subsanar deficiencias y vacíos legales en la Cámara de Diputados.

-En este sentido, ¿seguirá siendo la fracción del PRI la fracción del Presidente, o se hará efectivo lo de la sana distancia?

-Yo le haría una distinción. Por una parte, con el Presidente de la República somos compañeros de partido, tenemos unas relaciones que pueden estar enfocadas de diversa manera pero que implican reconocer en el Presidente de la República al líder nacional del partido.

Ya como legisladores, somos depositarios de un poder, y él es el depositario del Ejecutivo. Aquí ya nuestras relaciones, además de las de compañeros de partido, son las de una misma mayoría en el Ejecutivo, una misma mayoría, relativa, pero mayoría en la Cámara de Diputados, mayoría absoluta en el senado, que compartimos una plataforma de principios y programática común.

``En este sentido, no hay ninguna vinculación que pudiera considerarse indigna o vergonzante, yo he destacado que en el régimen parlamentario la búsqueda de la unidad y de la homogeneidad de la mayoría en el parlamento, no sólo se busca, no sólo es válida, sino que es necesaria. Quien tiene la mayoría en el Congreso tiene el gobierno, quien tiene la mayoría parlamentaria tiene el gobierno.

``Aquí lo que se está privilegiando es un gobierno eficiente, y en este sentido, que el Presidente de la República tenga como sustento un partido político y que la mayoría que opere en las Cámaras venga del mismo es garantía, de entrada, de un gobierno eficiente.

``Ya veremos cuál será el comportamiento, por ejemplo, del PRD en el caso del Distrito Federal, donde el electorado le dio, de una parte, la mayoría para jefe de gobierno, y de otra, la mayoría en la Asamblea Legislativa, y veremos que no habrá seguramente nada de indigno en la coincidencia de los propósitos y los objetivos comunes por ambas instancias'', señala.

-En ese sentido, ¿se requieren ajustes para que no se siga ejerciendo la Presidencia de manera imperial?

-Bueno, en primer lugar tendríamos que compartir el diagnóstico para compartir el tratamiento. En lo personal considero que mientras no estén acreditadas y probadas las nuevas formas de institucionalidad democrática que estamos construyendo, tendremos que aceptar que el Ejecutivo fuerte sigue siendo una necesidad histórica en nuestro país. Ejecutivo fuerte no lo asumo en modo alguno como arbitrario o Ejecutivo que pueda desbordar el orden jurídico y cometer o tener conductas indebidas que quedaran impunes.

``Lo veo como un Ejecutivo que dentro del marco del Estado de derecho asuma su rol, sus funciones y, desde ese punto de vista, creo que el trabajo legislativo nos va a ayudar mucho a ir evaluando los avances que en el terreno de la división y equilibrio de poderes podamos ir afinando los mexicanos en ese propósito, de tener un Ejecutivo fuerte pero insertado en un marco del Estado de derecho pleno y auténtico''.

-Pero como legislador, ¿usted considera que debe acotarse el presidencialismo que se vive en México?

-Yo le diría que tan solo la nueva correlación de fuerzas en la Cámara de Diputados va a implicar algunos ajustes, algunas modalidades diferentes en la forma de funcionamiento del presidencialismo, sin que haya cambiado la mayoría absoluta en el Senado o la mayoría absoluta en gran parte de las legislaturas locales, en las gubernaturas, tan solo el cambio en esta Cámara.

``Entonces vamos a probar, ante esta nueva correlación de fuerzas, cómo funciona la división y el equilibrio de poderes, antes de pensar en reformas constitucionales a las atribuciones de cada poder.

``A veces, en el entusiasmo del importante paso democrático que hemos dado los mexicanos en este proceso electoral, se apelotonan las ideas y las propuestas y las buenas intenciones; se quiere simultáneamente atemperar el presidencialismo, fortalecer el Legislativo, pero también hacer democracia semidirecta con el referéndum, plebiscito, iniciativa popular. Cuidado, la institucionalidad de la República, la institucionalidad democrática debe irse ajustando en la medida que los hechos acrediten la necesidad de ajustarla''.

El nuevo Congreso y los primeros temas de negociación

-En el corto plazo tiene enfrente la discusión de la Ley de Ingresos y el presupuesto de Egresos, así como el informe presidencial. Las oposiciones demandan cambios en la estrategia económica y en el formato de la presentación del informe, ¿cómo consensar?

-La nueva correlación de fuerzas no cancela el principio de legalidad. No se trata de que porque el PRI ya no tiene mayoría absoluta es borrón y cuenta nueva toda la normatividad. En este sentido, tendremos que construir acuerdos y seguramente los vamos a construir para lograr la gobernabilidad de la Cámara.

``Pero no vamos a hacer tabla rasa del Estado de derecho en México, porque esa es la mejor garantía para todos, pues no es cuestión de que la norma favorezca a unos o a otros. Cualquier desprecio por la norma nos afectaría a todos''.

-El PRD quiere ciudadanizar los órganos administrativos de la Cámara.

-Bueno, yo creo en un servicio civil de carrera. Es algo que vamos a ver en el proceso de negociación.

-Todavía no se arriba a esa realidad que se va a vivir en la próxima Legislatura de buscar acuerdos con una mayoría de fuerzas políticas como la que se dibuja, ¿hay condiciones para negociar, para convencer?

-No partimos de cero, yo creo que esfuerzo de diálogo y negociación ha habido en la Cámara de Diputados; ahora se tendrá que intensificar bajo un nuevo sino y nosotros vamos con esa conciencia y con esa disposición de ánimo.