LA CIENCIA EN LA CALLE Ť Luis González de Alba
Publicado este mes

Noticias de Marte

El equipo de vuelo del Mars Pathfinder ha completado todas sus metas en cuanto a ciencia e ingenieria, cuatro días antes de que concluya la misión primaria, dijo el Dr. Matthew Golombek. En conferencia de prensa fueron presentadas imágenes del amanecer y el atardecer marcianos. Las imágenes revelaron amaneceres color rosa pálido con nubes flotando sobre el paisaje. Los tintes rojizos son resultado del polvo marciano, compuesto por hierro oxidado, que está presente en la atmósfera. Muy espectaculares las imágenes de este verano en el planeta Marte. Las altas y bajas de temperatura en el lugar de aterrizaje no han variado mucho. La temperatura más alta es de 12 grados bajo cero y la más baja de 76 grados bajo cero. Pueden verse nubes de agua congelada en el cielo de Marte durante las horas tempranas de la mañana, pero se evaporan cuando sube la temperatura.

Se espera que dentro de un mes estas condiciones cambien, conforme llegue el otoño y con él la estación de tormentas de polvo. Por otra parte, la presión atmosférica fluctúa intensamente, con picos dos, tres y hasta cuatro veces al día. Estas oscilaciones de la presión indican que existe un sistema termal de mareas que mueve polvo, hielo de agua o nubes de vapor y otros volátiles a través de la atmósfera.

En Marte, estas variaciones atmosféricas son medibles, mientras que en la Tierra casi nunca ocurren. El vehículo Sojourner ha efectuado estudios en varias rocas marcianas sin encontrar nada que no exista en nuestro propio planeta, lo cual, aunque no lo parezca, sí es noticia, pues comprueba la unidad esencial del sistema solar.

Se comprueba también que las leyes de la física, la química, la geología y otras ciencias, descubiertas aquí en la Tierra, son idénticas allá, en otro punto del universo, lo cual tiene repercusiones inmediatas en el actual debate sobre filosofía de la ciencia: el constructivismo social para el que la ciencia es un producto del intelecto humano semejante a la literatura, construido al azar de la política y la economía, recibe un fuerte desmentido.

Uno más.

Cuidado! Warning! Achtung!

Aunque la terapia basada en tres fármacos ha retrasado el avance del sida en personas infectadas, deben tomarse los festivos informes de la prensa con precaución. La actual prueba llamada de carga viral, que mide el número de virus en la sangre, tiene un límite inferior de 500 virus y uno superior de 80 mil. Esto significa que por abajo de 500 virus la prueba no los localiza. Muchas personas suponen erróneamente que ``virus indetectable'' significa que no los hay.

Nuevas pruebas que miden tan pocos como 20 virus prueban que éste sigue allí. Y si existen se están replicando, y si se replican están mutando, y si mutan la combinación de medicamentos acabará por fallar, pues se enfrentará a líneas de virus resistentes. Otra peor: Los médicos pueden fácilmente equivocarse al observar que la carga viral de un paciente no baja y suponer que la combinación falló, pero existe otra razón, además de la resistencia del virus: un metabolismo inusualmente alto del paciente puede ser la causa de la falla, pues las drogas son procesadas en el organismo antes de que surtan efecto contra el virus. Otra investigación informa que el citomegalovirus, un tipo de virus que se localiza en casi un 80 por ciento de los infectados con VIH, no es un simple invasor oportunista que aprovecha la debilidad del sistema inmunitario para propagarse, sino que es un cómplice sutil del VIH. Sutil porque su acción no había podido ser determinada, aunque se le veía con sospecha, pues no se encuentra en las células en las células infectadas por VIH, no al menos en abundancia. Pero un equipo de investigadores acaba de descubrir que el citomegalovirus aporta una sustancia, del género de las quimoquinas, que se adhiere a la membrana celular y permite la infección por el virus del sida. Las consecuencias terapéuticas son evidentes. Esto es, en fin, que el virus sigue aquí.

El dinosaurito más viejo

Dentro de un huevo de 18 centímetros, científicos portugueses han descubierto el más antiguo embrión de dinosaurio conocido en el mundo entero. Incrustado en sedimentos con 140 millones de años, cerca de Lourinha (lo-uriña), un pueblo costero 60 kilómetros al norte de Lisboa, este embrión del jurásico duplica la edad del que antes tuvo la primacía. Lo encontraron los paleontólogos aficionados Oracio e Isabel Mateus (como el vino rosado), que han formado un pequeño museo de dinosaurios en Lourinha, zona rica en tales hallazgos. Al parecer se trata de un therópodo (theras= monstruo, podi= pie), dinosaurio carnívoro con tres dedos en las patas.

Sistemas solares en formación

Una estrella joven pero semejante a nuestro Sol en masa, brillo y temperatura, que lleva el horrible nombre de TW Hya, y otras cuatro también jóvenes y cercanas a la primera, muestran un disco de gases a su alrededor con el tamaño aproximado de nuestro sistema solar. Las cinco estrellas tienen sólo unos 20 millones de años de edad, cuando, para establecer una comparación, el Sol tiene 5 mil millones. Esto significa que, cuando el Sol tenía esa edad, los planetas pudieron formarse de un disco gaseoso semejante al que ahora observamos en la infancia de esas estrellas. Si el mecanismo de formación planetaria es el que suponemos desde Laplace, en mil millones de años deberán estar circundadas por planetas, producto de la condensación del disco gaseoso que hoy les vemos. Habrá que esperar.

Caminar en la oscuridad

¿Por qué podemos caminar sin tropiezos en áreas conocidas, como nuestra casa, cuando hay un apagón? Piaget llamó ``permanencia del objeto'' a esta capacidad para ubicar objetos que no están a la vista. Comienza, en el niño, por el establecimiento de una noción que, si bien nos parece obvia, no lo es antes de cierta edad: los objetos siguen existiendo cuando los dejamos de ver. Ahora conocemos las bases neurales de esa capacidad. Al observar un objeto se activan varias regiones del cerebro, las mismas se desactivan cuando la observación cesa. Pero existe una región de la corteza cerebral, la corteza ventral premotora, cuyas neuronas continúan respondiendo, como si el objeto siguiera en observación. Es esta región de la corteza la que codifica esa ``permanencia del objeto''. Dichas células nos capacitan para dirigirnos a un objeto o evitarlo aunque no podamos verlo.