Hermanos de Salegui sospechan que fue asesinado
David Aponte, enviado, Irapuato, Gto., 11 de agosto Ť Los hermanos Iñaki y Mayté Salegui Elorza dijeron que tienen ``una alta sospecha'' de que José Luis, alias Txipi, fue víctima de un homicidio. ``Siempre sospechamos que así acabaría'', expresó Iñaki.
Con el apoyo de personal de la Procuraduría de los Derechos Humanos de Guanajuato, los familiares tuvieron acceso al cuerpo del vasco encontrado muerto el miércoles 6 de agosto en el cerro de Arandas, y pidieron a las autoridades locales una copia de la averiguación previa realizada por el agente del Ministerio Público de Irapuato.
Revisión del cadáver por parte de los hermanos Salegui Elorza.
Foto: Ernesto Ramírez
La agencia funeraria Sociedad Humanista San Miguel tuvo que cancelar el traslado del cuerpo del extranjero debido a que los hermanos Iñaki y Mayté y la viuda Edurne Egilegor insistieron en verificar que los restos pertenecieran a Txipi, vinculado por el gobierno español a la organización Euskadi ta Askatasuna (ETA).
Desde temprana hora, los familiares pidieron la colaboración de la Procuraduría de los Derechos Humanos. El coordinador de Educación de la organización, Francisco Romero López, viajó a Irapuato para ``acompañar'' en algunas tareas de auxilio, fundamentalmente para los trámites ante las autoridades de la localidad.
Edurne, Iñaki y Mayté acudieron a las oficinas del subprocurador de Justicia, José de Jesús Arteaga Quevedo, con el propósito de pedir la autorización para una revisión ocular del cadáver y una copia de la averiguación previa. El funcionario aceptó la solicitud, indicaron los hermanos.
También expresaron su intención de que se realice una nueva autopsia al cuerpo que presumen pertenece a José Luis, ante las dudas que ha despertado el dictamen médico elaborado por tres galenos de la Procuraduría estatal.
Por el momento, organizaciones no gubernamentales de defensa de los derechos humanos con sede en la ciudad de México realizan algunas gestiones orientadas a efectuar una nueva necropsia. ``Si se va a hacer esa autopsia, que esté yo presente'', pidió Iñaki.
La etiqueta en el féretro
Los empleados de la funeraria realizaron los preparativos para el traslado del féretro. Primero lo llevaron a pesar a una comercializadora de cartón, lo prepararon con hielo seco y le colocaron una etiqueta para el destinatario: Funeraria Carmona, Pablo Sexto número 7, Azpetia, Guipuzcoa, Bilbao.
Sin embargo, no pudieron obtener el acta de defunción, porque Iñaki y Mayté no aceptaron firmar el documento mientras no tuvieran acceso al cadáver. Un día antes, empleados de la funeraria impidieron a los deudos ver el cuerpo, con el argumento de que ya no tenía bolsas de plástico.
Carlos Layseca, asesor de la funeraria, dijo que la cancelación del traslado del cuerpo se debió a que los familiares no acudieron a la capilla ardiente ni firmaron los papeles correspondientes. ``Ellos tienen dudas y problemas de carácter personal. (Aquí) se les ha brindado todo tipo de apoyo'', explicó.
El propietario de Sociedad Humanista San Miguel, Luis Bretón Guzmán, dijo a los periodistas que solicitaría la intervención de la Procuraduría General de Justicia del estado para que los familiares autorizaran el traslado del cuerpo. ``No les voy a permitir abrir el féretro'', manifestó.
A las 16:46 horas, los hermanos Salegui Elorza, en compañía del enviado de la Procuraduría de los Derechos Humanos del estado, llegaron a la funeraria y pidieron hacer una revisión ocular del cuerpo en presencia de los periodistas de la localidad. ``Estamos aquí sólo para acompañar a los familiares. Son extranjeros y pidieron que los acompañáramos en los trámites y las gestiones'', dijo el enviado del ombusdman de la entidad.
El propietario aceptó la solicitud de la familia Salegui Elorza y los empleados tuvieron que abrir el féretro y voltear el cuerpo, que se encontraba bocabajo.
Iñaki y Mayté examinaron el cuerpo de pies a cabeza para estar seguros de que éste pertenece a José Luis. En presencia de los reporteros y las cámaras de televisión, revisaron el rostro, la dentadura y los brazos y buscaron una vieja herida de bala en una de las piernas. Después, pidieron una cinta métrica para calcular proporciones.
En una entrevista colectiva, indicaron a los periodistas que ``suponen'' que el cuerpo pertenece a José Luis ``por las medidas'', pero tienen ``dudas''.
Los hermanos Iñaki y Mayté expresaron que las sospechas sobre la posibilidad de que Txipi haya sido víctima de un homicidio están fundadas en que ``en Euskadi han pasado cosas horribles'' y de que ``en las investigaciones nunca salió su cara''.
Los periodistas preguntaron si el gobierno español podría estar involucrado en ejecuciones de presuntos miembros de ETA. Iñaki señaló que en los años 80 actuaron los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), que tienen más de 27 muertes en su cuenta.
-¿Podrían seguir existiendo los GAL?
-Me temo que sí. No hay indicios de que se hayan desmantelado totalmente.
El cuerpo de José Luis permanecerá en Irapuato en tanto prosiguen los trámites de las ONG para una nueva autopsia.