La Jornada 15 de agosto de 1997

PRD: severa limitación de recursos en delegaciones

Alonso Urrutia y Miriam Posada Ť La escasa capacidad de respuesta que tienen las delegaciones políticas obedece a la inequitativa distribución del gasto público que sólo canaliza 17.8 por ciento del total de los recursos que ejerce el Departamento del Distrito Federal (DDF). Pese a que las principales demandas sociales se concentran en las demarcaciones, la distribución presupuestal no responde a esta dinámica de la ciudad.

Un análisis del área financiera de la fracción perredista en la Asamblea de Representantes enfatiza que a esta situación se añade el creciente peso que ha tenido el gasto corriente en las delegaciones, y particularmente el dispendio que existe en algunas áreas del gobierno.

``Mientras que el gasto corriente de las delegaciones políticas significaba 56 por ciento en 1988, para 1995 representaba 84 por ciento. Por otro lado, el gasto de capital disminuía en la misma proporción: de 44 por ciento a principios del sexenio salinista, disminuyó a 16 por ciento a fines de 1995''.

En el capítulo de recomendaciones se advierte la necesidad de revertir esta tendencia a nivel general en administración, para priorizar la inversión social en particular a los sectores de la sociedad más desprotegidos, fundamentalmente en los programas de salud, vivienda, educación e infraestructura.

El análisis sugiere un proceso de descentralización a fondo de las funciones y facultades a las demarcaciones, ``lo que conlleva a la canalización prioritaria de recursos presupuestales en el marco de una coordinación fiscal, local y federal''.

Sobre la evolución del gasto en las delegaciones políticas, señala que en la presente administración se inició un proceso sostenido, pero muy limitado, de traslado de recursos del sector central a las delegaciones.

De este modo, del 14.8 por ciento que significó el gasto de las 16 delegaciones respecto del total del presupuesto del gobierno capitalino, éste pasó a 15.7 en 1995; 16.1 en 1996, y 17.8 en 1997.

Sin embargo, el coordinador del análisis, Marco Medina, dijo que esta proporción representa prácticamente la misma que se tenía en 1988, cuando se reorientaron las políticas financieras del gobierno capitalino. Es decir ,``apenas se resarció un poco la caída registrada en el periodo 1988-1993''.

Por su parte, el presidente de la Comisión de Fomento Económico, Carlos Daniel Torres, señaló que no existen criterios sociales en la disribución del gasto, ni se atienden las prioridades de la población.

El documento del Partido de la Revolución Democrática subraya que si bien el gasto por habitante de las elegaciones políticas ha crecido en los últimos años en una proporción ligeramente mayor al del sector central, no ha sido lo suficiente para enfrentar los rezagos.

``La distribución de este gasto per cápita por delegaciones es desigual. Existen grandes diferencias en general entre las delegaciones centrales, y las de mayores necesidades sociales como la Gustavo A. Madero e Iztapalapa''.

Si bien ambas demarcaciones --junto con la Cuauhtémoc-- concentran buena parte del gasto total ejercido por las delegaciones, si se consideran los niveles de población que existen en su territorio se observan diferencias importantes que reflejan la ausencia de criterios sociales en la distribución de los recursos.

Así, el mayor gasto per cápita es ejercido por demarcaciones como Milpa Alta y Cuajimalpa, mientras que Iztapalapa y Gustavo A. Madero reportan los gastos per cápita más bajos, pese a las urgentes necesidades y rezagos sociales que enfrentan.

De acuerdo con los datos del análisis perredista, el Milpa Alta se ejercen casi cuatro veces más recursos por habitante que en Iztapalapa o Gustavo A. Madero.