La Jornada 15 de agosto de 1997

No se aflojará el paso para crecer con responsabilidad social: Zedillo

Rosa Elvira Vargas, enviada, Coatzacoalcos, Ver., 14 de agosto Ť Los mexicanos están resueltos a vivir en paz y armonía a partir del diálogo y el respeto entre las personas, entre los poderes del Estado y entre los distintos órdenes de gobierno, aseguró aquí el presidente Ernesto Zedillo. Afirmó además que se fortalecen las bases jurídicas, políticas, económicas y sociales para llevar al país a ser más productivo y plenamente democrático.

Durante una gira que tocó los cuatro puntos cardinales de la geografía veracruzana, el titular del Ejecutivo estuvo en Tuxpan, donde encabezó el 60 aniversario de la Comisión Federal de Electricidad y reiteró que su gobierno mantendrá la congruencia y el sentido de responsabilidad de las políticas económicas.

Continuará --ofreció ahí-- el cambio estructural, seguirá impulsándose una fuerte economía de mercado, el mantenimiento de finanzas públicas sanas, fortalecimiento del ahorro interno y la prioridad en la educación y la capacitación para el trabajo.

De inicio, en Zongolica, en plena sierra occidental veracruzana y donde se ubican municipios de alta marginación, Zedillo puso en marcha las acciones del Progresa (Programa de Educación, Salud y Alimentación) para Veracruz. Dijo ahí que ni una economía sana ni una democracia plena serán suficientes si no se consigue una justicia social completa para todos los mexicanos.

Expuso que aunque en el país se cuenta con escuelas públicas, alimentos subsidiados y centros de salud, la pobreza no se deriva de la falta de uno de esos servicios; se mantiene ``cuando se juntan la desnutrición, la insalubridad, la enfermedad y la falta de educación''.

Y en realidad, todas las evidencias muestran que en estas tierras nahuas se juntan todas las carencias. Si bien los tímidos coros de la gente llevada para el acto formal del Progresa aseguraban ``¡Se ve, se vio, Zedillo sí cumplió!'', otros que oyó al descender del vehículo que lo llevó a la plaza central de esta población también reclamaban: ``¡queremos agua, queremos caminos buenos''.

En Veracruz, donde hay más de 21 mil comunidades, 15 mil de las cuales tienen menos de 100 habitantes, Progresa comenzará acciones en 571 y atenderá a 25 mil 114 familias. Son lugares, diría Alicia Pérez Rivera, de las Mujeres de Medicina Tradicional, lejanos de las ciudades y donde ``carecemos de muchas cosas''. Tantas, que ella misma, luego de leer su discurso, sacó del seno una carta para el Presidente. Sería sólo una de las muchísimas que le hizo llegar la gente aquí congregada.

Zedillo ofreció que con las acciones de su gobierno se romperá ``ese nudo de necesidades que mantiene a muchos mexicanos atados al atraso y la marginación''.

Acuerdos de desarrollo y ordenamiento ecológico en el sur de la entidad

Luego, la comitiva regresó a Veracruz puerto y viajó en avión a Coatzacoalcos. En un zócalo al que no todos los que quisieron pudieron entrar --vallas metálicas lo impedían--, Zedillo atestiguó la firma de los acuerdos de coordinación para el Desarrollo Industrial y el Ordenamiento Urbano y Ecológico del Sur de Veracruz, entre Pemex, por el gobierno federal, el estatal y los ayuntamientos de la región.

Ahí, tras el anuncio de las acciones de los programas que hicieron el gobernador Patricio Chirinos (orador, por cierto, en todos los actos de la gira) y el titular de Energía, Jesús Reyes Heroles, el Presidente admitió de entrada que el desempeño de Pemex en esa región, además de ``innegables beneficios'', también se ha traducido en problemas ambientales y desorden en los asentamientos humanos. Ambos factores, indicó, han sido fuente de inseguridad, inconformidad y conflictos.

Ha llegado la hora, enfatizó entonces, de que Pemex se reconcilie con los habitantes del sur de Veracruz. Por eso, precisó, los acuerdos firmados sientan las bases para impulsar el desarrollo de esa zona. Petróleos Mexicanos, a su vez, cede terrenos e infraestructura; en Coatzacoalcos, se crea una zona de salvaguarda de 14 mil hectáreas para actividades industriales y se cancelan instalaciones que producen desechos tóxicos.

Mencionó entonces que Pemex está comprometiendo recursos por 126 millones de pesos para obras sociales que se complementarán con otras ya pactadas para Veracruz en el Convenio de Desarrollo Social. ``Abriremos --ofreció-- un nuevo horizonte para el desarrollo económico y social del Istmo, pero lo haremos siempre con pleno respeto a los intereses, opiniones, costumbres y participación de las propias comunidades''.

Finalmente, en Tuxpan, donde recorrió instalaciones de la termoeléctrica Adolfo López Mateos, el presidente Zedillo destacó que el aumento de la generación de energía eléctrica ha sido en el país muy superior al crecimiento de la población. Actualmente, destacó, la cobertura de electricidad es de 95 por ciento de los habitantes del país.

Así, el titular del Ejecutivo destacó que el crecimiento de la economía nacional está llevando a un aumento gradual y sostenido del empleo, pero admitió que aún falta mucho por hacer para que eso se refleje claramente en mejores ingresos y niveles de vida. Para lograrlo, dijo a los electricistas, ``la labor de la CFE seguirá siendo fundamental''.

Un México sin pobreza, el objetivo

A continuación, el texto íntegro del discurso del Presidente de la República en Zongolica.

Muy apreciable señor gobernador de Veracruz, amigo Patricio Chirinos;

Señor presidente municipal de Zongolica;

Señores presidentes municipales de otros municipios de esta región de Zongolica;

Amigas, amigos:

Vengo con mucho gusto aquí, a Zongolica, a compartir con ustedes su esfuerzo diario para salir adelante; vengo a trabajar con ustedes para que juntos podamos abrir las oportunidades de salud, de educación y alimentación que en esta región hacen tanta falta. Abrir estas oportunidades para todos los mexicanos es uno de los principales retos y una de las principales tareas que tenemos hoy en día todos los mexicanos. Mientras haya mexicanos sin esas oportunidades, el desarrollo de México no será completo ni será posible.

Los mexicanos queremos un país con niños y niñas bien alimentados, en el que todas las familias tengan servicios médicos de buena calidad y en el que todos los niños y jóvenes reciban una educación de calidad. Queremos un México en el que todos los que quieran trabajar puedan hacerlo, en el que cada hombre y cada mujer puedan vivir dignamente con los frutos de su esfuerzo. En pocas palabras, queremos un México sin pobreza.

Desde el tiempo de nuestros padres y nuestros abuelos, los mexicanos hemos trabajado con mucho esfuerzo para avanzar en nuestra lucha contra la pobreza. Tenemos un gran sistema de educación pública que llega a casi todas las regiones del país. Existen escuelas en muchos lugares, incluso en poblados muy pequeños de este municipio y de otros municipios de la región, pero la escuela no la pueden aprovechar bien las niñas y los niños que no reciben una buena alimentación, niñas y niños que están desnutridos. Y cuando la pobreza es mucha, con frecuencia los niños y las niñas deben trabajar para ayudar a sus padres, y entonces no puedan asistir todo el año a la escuela y así van perdiendo la oportunidad de prepararse mejor para la vida. Sé que ustedes conocen muy bien esta realidad.

Tenemos también un gran sistema de tiendas populares para el abasto de productos básicos; apenas hace un momento el señor presidente municipal me mostraba, aquí cerca, un gran almacén de Diconsa que da servicio a 14 municipios; pero la verdad es que hay muchas familias que no tienen para comprar los alimentos que necesitan sus hijos, aunque esos alimentos estén disponibles en esas tiendas a precios subsidiados.

En todo el país también tenemos hospitales, clínicas y centros de salud, pero todavía son muchos los mexicanos que no tienen estos servicios o que no pueden llegar a ellos.

Hoy sabemos con mucha claridad que la pobreza no es sólo la falta de uno de esos servicios. La pobreza se mantiene cuando se juntan la desnutrición, la insalubridad, la enfermedad y la falta de educación.

El Programa que hoy empieza en Veracruz, en esta región, al que hemos llamado Progresa es para atacar al mismo tiempo todas estas carencias. Por primera vez, con el Progresa, vamos a llevar a las familias más, más pobres, al mismo tiempo, servicios de educación, de salud y apoyos para la nutrición.

Así vamos a romper ese nudo de necesidades que mantiene a muchos mexicanos atados al atraso y a la marginación.

En las zonas más pobres de México se determinará de manera muy objetiva a las familias que más lo necesitan para recibir una ayuda económica mensual, a cambio de que los miembros de esas familias vayan a los centros de salud a recibir los servicios médicos. Esta ayuda se entregará a las madres de familia, porque ellas son quienes siempre están presentes en la atención a los hijos y en el cuidado de la economía familiar.

Además, se van a dar becas para educación primaria y educación secundaria a los hijos de estas familias, a cambio de que no dejen de asistir a la escuela.

Las becas para las niñas van a ser mayores que las becas para los niños, pues hoy en día, por desgracia, las niñas en nuestro país, particularmente las niñas de las familias pobres, están en mucho mayor desventaja que incluso los niños de esas mismas familias, y por eso las becas para las niñas van a ser más grandes, porque estamos decididos a procurar una mayor igualdad entre niños y niñas, entre hombres y mujeres.

Las familias se están seleccionando conforme a las condiciones de pobreza; insisto, el Progresa será para las familias más pobres.

Para estar seguros de que así sea y para que el programa tenga el apoyo de las comunidades en que se va a aplicar, vamos a mostrar en las asambleas de las comunidades la lista de las familias beneficiadas para su conocimiento y aceptación.

La participación y la vigilancia de las comunidades será muy importante para que el Progresa funcione bien y cumpla sus propósitos.

La primera región en que se aplicará el Progresa en Veracruz será ésta, de la Sierra Negra y Zongolica.

Empezaremos apoyando a 28 mil 700 familias de 653 localidades, en 52 municipios.

Cerca de 21 mil niñas y niños recibirán becas educativas en 462 escuelas primarias y casi 6 mil 500 en 71 escuelas secundarias.

Las familias escogidas recibirán atención médica en 65 centros de salud de la región.

Para el mes de diciembre, en una segunda etapa, el Progresa llegará aquí en Veracruz a las regiones norte y Huasteca, para alcanzar este año en total a más de 46 mil hogares de mil 180 localidades en 84 municipios. Este será un primer paso.

Sabemos bien que las necesidades son muchas, y por eso en los próximos años seguiremos ampliando el programa para llegar cada vez a más comunidades, a más familias que lo necesitan.

Conforme la economía del país se recupere más y más y crezca más y más, vamos a poder dedicar más inversión a este programa. Este es un compromiso que no abandonaremos; el compromiso con las personas y las familias que menos tienen es el mayor compromiso del gobierno de la República.

Queremos que nuestra nación tenga una economía sana; queremos que nuestra nación sea verdaderamente democrática, pero esto no será suficiente si no conseguimos que la justicia social llegue a todos los mexicanos, llegue aquí a Zongolica; que llegue a todas las zonas pobres del estado de Veracruz: que llegue a todas las zonas pobres de México, poco a poco, pero sin detenernos.

Es necesario que quienes reciban los beneficios del Progresa entiendan bien cómo va a funcionar el programa: que vayan a los servicios de salud, que impulsen a sus hijos para que estudien y no falten a la escuela, que hagan el mejor uso de la ayuda económica.

Para que las instituciones del gobierno puedan cumplir con el Progresa es necesario que quienes reciban sus beneficios los aprovechen plenamente. Así, juntos, pueblo e instituciones, vamos a construir un mejor futuro para todos. Y a mí, como Presidente de la República me da mucho gusto saber que aquí en Veracruz el gobierno federal tiene un gran aliado para que Progresa cumpla los propósitos que nos hemos trazado; ese gran aliado es el gobernador Chirinos, quien ha acogido este programa con enorme convicción, con gran dedicación, con una enorme voluntad. Gracias, señor gobernador.

Y así, juntos, es como construiremos un futuro de dignidad y de oportunidades para que todos vivamos mejor, para que logremos por fin el verdadero desarrollo que México merece. Muchas gracias.