La Jornada 16 de agosto de 1997

Director del IPN: superada, la era de la masificación del conocimiento

Claudia Herrera Beltrán Ť Decenas de jóvenes, padres de familia y activistas de grupos opositores al examen de ingreso al bachillerato en la zona metropolitana presentaron ayer una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) por haber sido desalojados de las puertas del Palacio Nacional cuando hacían un mitin.

Asimismo, en lo que pareció una respuesta ante las iniciativas de que la UNAM y el IPN aumenten su matrícula, el director del segundo centro educativo, Diódoro Guerra, aseguró ayer que las instituciones de educación superior no pueden aumentar su población estudiantil. El argumento que dio Guerra fue que en México se ha rebasado la etapa de ``masificación del conocimiento'' y ahora se requiere un equilibrio entre el número de estudiantes atendidos y los indicadores de calidad.

A su vez, Higinio Muñoz, dirigente del Comité Estudiantil Metropolitano (CEM) -que junto con la Coalición Trilateral en Defensa de la Educación Pública han organizado las protestas- indicó que la tarde de ayer acudieron a la CDHDF para inconformarse por las agresiones de que fueron víctimas el jueves pasado cuando un grupo de granaderos los obligó a retirarse de las puertas del Palacio Nacional.

Protestan frente a oficinas de la ONU

Al mediodía, los aspirantes inconformes con la escuela que les asignaron luego del concurso de ingreso al bachillerato hicieron un mitin frente a las oficinas de la Organización de Naciones Unidas (ONU), entregaron un escrito en el que relataron los hechos violentos del día anterior y pidieron la intervención de ese órgano en favor de los estudiantes que no consiguieron ingresar a la UNAM y el IPN.

``Esta represión es sólo la manifestación más extrema de una larga historia de indiferencia del gobierno mexicano ante las protestas que desde 1996 distintos grupos de padres de familia, estudiantes y maestros han elevado a través de todos los canales previstos y haciendo uso del derecho constitucional de la manifestación'', advirtieron los jóvenes en su carta.

Dijeron que de una diferencia de dos o tres aciertos en una evaluación múltiple y de la suerte que el estudiante tuvo al hacer el listado de preferencias depende que los estudiantes examinados lleguen a dos destinos muy distintos profesional y socialmente, el bachillerato propedeútico o los estudios técnicos.

Para los jóvenes, el concurso de ingreso al bachillerato (el cual concluyó oficialmente ayer con la inscripción de los últimos estudiantes aceptados) además es violatorio de la legalidad educativa vigente que plantea el derecho a la educación en función del cumplimiento de requisitos generales, como el certificado del nivel anterior, pero no establece la figura de un examen para otorgar un lugar y asignar un plantel educativo.

Por otra parte, el director del IPN explicó en un comunicado que han surgido nuevas alternativas que en conjunto garantizan el acceso a la educación profesional a todos los jóvenes que lo solicitan, en tanto que las grandes instituciones (entre ellas, la UNAM y el IPN) han tenido que reorganizarse e implementar una reforma estructural no solamente el campo académico, sino en su planeación y administración.