La Jornada 16 de agosto de 1997

En breve, censo del fondo en 100 ciudades del país para conocer la situación de esos menores

Karina Avilés Ť En México efectivamente hay ``brotes, tendencias'' de quienes sólo pueden ser llamados asesinos para atentar contra la estabilidad de los niños callejeros, por lo que la sociedad debe convertirse en un ``permanente vigilante'' con el fin de impedir cualquier agresión, alertó el director de la Oficina de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en el país, Germán Carnero Roque.

En entrevista con La Jornada afirmó que ``cualquier acción de eliminación física debe recibir una condena'' y apuntó que ``la Unesco está dispuesta a apoyar toda acción que tenga como fin detener la violencia'' hacia los niños de la calle.

Por otra parte, aunque apuntó que en la ciudad de México ``existen buenas perspectivas'' por parte de las autoridades y las organizaciones que trabajan en favor de este sector marginal, alertó: ``No se debe permitir que el DF se convierta en una ciudad de violación de los derechos humanos de los niños'' como ha sucedido en las ``grandes ciudades'' del mundo.

El representante del organismo internacional hizo un llamado a ``la unidad'' con el propósito de ``crear un sistema de coordinación para potencializar'' los programas de apoyo en favor de dichos infantes.

Carnero Roque enfatizó que para enfrentar la problemática es necesario aumentar los programas integrales destinados a ``elevar la autoestima'', las oportunidades de empleo, educación así como impulsar diagnósticos que posibiliten brindar servicios en general.

La situación de los niños de la calle es un problema que involucra a toda la sociedad y ``la ciudadanía debe brindarles oportunidades, no caritativas ni paternalistas sino solidarias''. Además, habló sobre la urgencia de encontrar opciones ``que permitan reincertarlos a la sociedad'' y a su vez ``hacer todo lo posible porque la ciudadanía tome conciencia'' de la situación. Por último, definió el problema de los niños en situación de calle como ``un efecto de desequilibrio social''.

Por separado, Carmen Molina, de Unicef, informó que el organismo trabajará este año en el proyecto de realizar un censo en 100 ciudades de la República para tener un diagnóstico de los menores en situación de calle.

Opciones de Casa Renacimiento

Niños y menores indígenas cuya opción de vida ha sido trabajar o vivir en la calle se dieron cita en la Casa Renacimiento, mejor conocida como Casa Ecuador, para recoger medallas de reconocimiento después de haber participado en el Mundialito Callejero, organizado por el director de esa institución, José Vallejo.

De esa manera, más de mil pequeños optaron por dejar un momento la avenidas y los cruceros de trabajo para jugar futbol, basquetbol y participar en carreras.

El director de Casa Renacimiento, José Vallejo, informó que en el Mundialito Callejero participaron también 20 organizaciones y dio lectura al nombre de los niños que resultaron triunfadores, entre ellos, Zaida Eusebio, Luis Hernández, Félix Santiago, Lisset Arismendi, Fernando Díaz, Juanita Eusebio, Indalesio Simón, Ricardo Estrada, Jorge Navarro y Fernando Díaz.

Al recibir su premio, El Manitas Lora resumió: ``Yo también soy un chavo callejero, pero también trabajo; por esta vez estuvimos unidos, ojalá y que todas las bandas estuviéramos unidas... el regalo es para todos''.