La Jornada Semanal, 8 de agosto de 1997
Conmemoramos los cincuenta años de la India con un texto fundador de la literatura, el Océano de las historias, que Somadeva escribió entre 1063 y 1082. Esta saga, que anticipa las narraciones intercaladas de Las mil y una noches y aun las obras de Vikram Seth y Salman Rushdie, aun aguarda ser traducida al español. Gustavo Martínez González ofrece un minucioso ensayo introductorio y el comienzo de esta obra singular.
La defensa que Rusdhie hace de la novela india no se basa en una discusión cualitativa, ni en juicios de valor, sino en el refrendo de una larga tradición literaria de dinámica propia, aparejada a una continuidad de más de treinta y cinco siglos. Benjamín Preciado Solís sostiene: ``La historia de la India puede verse también como el avance desde el noroeste de un movimiento de unificación cultural[...] El mosaico cultural de la India se forma sobre la base del sistema brahmánico que le da coherencia y soporte...''1 Como todo sistema político-económico que se impone a otros, el colonialismo comportaba actitudes racistas que a su vez distorsionaron las percepciones de la cultura sojuzgada. Los colonizados, por virtud de su inferioridad militar, llegaron a ser considerados como inferiores. Por ende, su cultura era primitiva y sus religiones paganas.
Es claro que la visión eurocentrista de George Steiner que Rusdhie rebate (véase ``En defensa de la novela'', en este mismo número) soslaya el desarrollo histórico de las regiones que tuvieron, antes de la intervención europea, largas y complejas construcciones sociales. No obstante, no es un error propio de la crítica literaria, sino un sesgo que proviene de los primeros intentos de la ciencia occidental -profundamente matizada por el dogma cristiano- por entender las culturas milenarias que el imperialismo europeo había revelado paulatinamente en los siglos XVIII y XIX de nuestra era. Inicialmente, el contacto con otras visiones del mundo entusiasmó a los pensadores europeos. C.J.S. Wallia dice: ``Por ejemplo, Hegel escribió que India `era el punto donde se fundó todo el mundo occidental'. Más tarde, en el siglo XIX, el mismo Hegel desestimó las cronologías Puranas como invenciones y en general se expresaba mal de la historia india...''2 No obstante, los científicos europeos que en el siglo XIX intentaron elaborar una historia de la cultura india sobre la premisa de su inferioridad, tuvieron que confrontar un hecho filológico al parecer incongruente: que la lengua clásica de la India, el sánscrito, era, ante toda evidencia, un pariente cercano de las lenguas clásicas de Europa, el griego y el latín, lo que William Jones describió como ``una afinidad mucho mayor de la que pudo suceder por accidente''.
Años más tarde, la filología comparada propuso la existencia de una lengua común, y las lenguas europeas comenzaron a llamarse indoeuropeas. Para dar cuenta del origen común de éstas, varios académicos del siglo XIX (Max Muller, Monier-Williams) lanzaron la hipótesis de que en tiempos antiguos debió haber ocurrido en India una invasión desde Europa por un pueblo que hablaba la antigua lengua indoeuropea. Navaratma Rajaram describe3 cómo Muller estableció una fecha para la supuesta invasión arya de la India, fuertemente influenciado por la creencia cristiana de que el mundo había sido creado a las nueve de la mañana del 23 de octubre del año 4004 a.C. A partir de esa fecha, y tomando los relatos bíblicos como referencia, Muller llegó a la conclusión de que los aryos habían invadido la India cerca del año 1400 a.C. y estableció 1200 a.C. como el año en que se compuso el Rig Veda. La batalla de los Diez Reyes, narrada en esta escritura, sería el relato de los pormenores del primer contacto desde Europa hacia la India primitiva. Ciertos pasajes metafóricos del Rig Veda fueron utilizados por Muller para apoyar su teoría de la invasión arya desde Europa. En contraste con esta noción colonialista, David Frawley escribe: ``la guerra védica es una cuestión de valores, no de raza. Es un conflicto entre los valores espirituales y los valores materiales, el cual ocurre en todas las sociedades...''4
En la cronología elaborada por Rajaram en el libro citado, la antigua civilización india comienza en el sitio conocido como Mehrgarh, circa 6500 a.C. Este lugar, junto con Harappa y Mohenjo Daro, serían ciudades periféricas de la gran civilización Sarasvati. Entre el año 4000 y el 3700 a.C. se ubicaría el periodo Rig Veda. La batalla de los Diez Reyes habría ocurrido en 3730 a.C. Los Yajur, Sama y Atharva Veda habrían sido compuestos entre 3600 y 3100 a.C.; en ese año, Vyasa habría creado el Mahabharata. Mientras tanto, la desaparición del río Yamuna y el desplazamiento de una placa tectónica acabó con la civilización agrícola, lo cual provocó un éxodo masivo hacia el valle del Ganges, en donde surgió la civilización clásica de la India. En palabras de Preciado Solís: ``A lo largo del periodo védico vemos el proceso de implantación y de transformación de la cultura arya en el suelo de la India, hasta constituirse en cultura nacional...''5 Esta cultura ha sufrido repetidamente un proceso de disgregación y reunificación: entre los siglos 4 y 2 a.C., el imperio Maurya introdujo el budismo, que al entrar en contacto con la cultura brahmánica experimentó un claro sincretismo; de los siglos 4 a 6 d.C., el imperio Gupta trajo consigo una renovación del hinduismo, en una época en que florecieron las artes y en especial la literatura. En este lapso, Bhamana escribió el Kavyalamkara, un tratado de poesía que explica las técnicas del embellecimiento, los errores y la lógica de la composición y la corrección gramatical. En el siglo 7 d.C., Dandin escribe el Kavyadarsa, ``Espejo de la poesía'', un manual de retórica escrito en verso.6
Luego de la invasión huna, el imperio unificado se disgregó en varias dinastías locales, que libraron batallas por el control del territorio durante siglos. Entre 998 y 1036, Mahmud de Ghazna incursionó 17 veces en la India, combatiendo a los soberanos locales, que establecieron una federación india para repeler las continuas invasiones. En 1192, Muhamad de Ghor derrota a la federación y deja a cargo del territorio conquistado al general Ud-Din-Aibak, quien se autoproclama sultán de la India y toma Delhi como su capital.
Es este el momento histórico en que surge el Katha sarit sagara (Océano de las corrientes de las historias), uno de los acertijos más complejos en la historia de la literatura medieval de la India; fue escrito en Cachemira, entre 1063 y 1082. Su autor, Somadeva (auspiciado por el rey Kalasa, descendiente de una de las dinastías locales que sufrieron las invasiones árabes), lo compuso, según sus propias palabras, para distraer de sus pesares a Suryavati, la reina madre . El autor tomó como base una obra antigua, la Brihatkatha (La gran historia), probablemente escrita en el siglo III de nuestra era por Gunadya. La fama de esta obra, escrita en prakrito paisachi, era tal que Gunadya llegó a convertirse, en la imaginería popular, en un genio celeste vinculado a S'iva, posteriormente arrojado a la condición humana; en Nepal, a Gunadya se le considera en el rango de los santos.
Somadeva recopiló historias populares y les dio forma en 21,388 versos escritos en sánscrito, condensados en 18 lambakas o libros. Según los cánones de la creación estética india (la poiesis de los griegos), el primer libro, ``Kathapita'', es una bendición u homenaje que contiene una indicación del asunto a tratar. Así los dioses S'iva y Parvati, residentes en el monte Kailasa, protagonizan la historia que ha de dar lugar al resto de las historias. La continuidad del arte literario indio se expresa de dos maneras en esta magna obra: la primera, en la forma. Ya desde los ensayos de Bhamana y Dandin citados, se había instituido la Alamkarashastra (la ciencia del embellecimiento) como un corpus de conocimientos que debían aplicarse a la kavya (literalmente ``arte poético perfectamente pulimentado''). Las características de la kavya eran: acumulación de metáforas y símiles, bordados entre largas descripciones: métricas artificiales (a diferencia del ritmo natural del habla) y ornamentadas; incorporación de palabras desusadas, con múltiples significados; ingeniosos juegos de palabras. En el primer lambaka, Somadeva escribe: ``Este libro sigue precisamente el modelo del cual es tomado, no hay ni la mínima desviación, sólo se elige el lenguaje que tienda a abreviar la prolijidad de la obra; la observancia de la propiedad y la conexión natural, y la articulación de las porciones del poema, a manera de no interferir con el espíritu de las historias, se mantienen a la vista tanto como sea posible: no he intentado esto por el deseo de ganar una reputación por mi ingenio, sino a fin de facilitar la recolección de una multitud de diversas historias...''7
Por otra parte, antes de iniciar esta magna tarea, a Somadeva le precedió el famoso poeta y teórico de la literatura Kshemendra, quien entre su prolija obra escribió el Brihatkathamanjari (El ramillete de la gran historia). De Kshemendra, Somadeva adoptó el concepto de las imágenes realistas (Auchitya vichara charcha), un audaz intento por colocar a la literatura en el campo del realismo, a pesar de las bien establecidas tradiciones imperantes, más proclives hacia la retórica. Así los relatos del Katha sarit sagara, además de incorporar historias provenientes de los Vedas, los Puranas y el Panchatantra, contienen hechos de la vida india de aquella lejana época: divertidas historias de tontos, de rufianes y embaucadores, de esposas castas e infieles, aventuras de mercantes en mar y tierra, peligrosos viajes a islas distantes en busca de oro y jornadas entre densos bosques infestados de bestias salvajes y feroces tribus. La estructura general ha sido descrita con el símil de una caja china: una historia central, que da lugar a otras, sucesivamente, hasta llegar al final de la historia inicial. Como su nombre lo indica, aquí se encuentran virtualmente todas las historias que más tarde el folklore europeo recogería: la botas que dan saltos prodigiosos, el cuerno de la abundancia, la bella durmiente, etcétera. Sin embargo, como una muestra del etnocentrismo denunciado por Rushdie, en la enciclopedia virtual ``History of the World'',8 de amplia circulación entre los asiduos a la red de redes, encontramos la siguiente descripción de Somadeva: ``(1035-1085) Poeta indio[...] escribió una obra monumental que se parece a los cuentos de hadas medievales europeos, con magia, demonios, vampiros e intensas aventuras.''
Aunque ha sido traducido a lenguas europeas en fragmentos, en su forma completa sólo se conoce una traducción al inglés por C.H. Tawney, publicada originalmente en 1880 por la Sociedad Asiática de Bengala. Al alemán, H. Brockhaus publicó las cinco primeras lambakas en Leipzig entre 1839 y 1866. En 1924, la Asociación Francesa de Amigos del Oriente publicó L'histoire romanesque d'Udayana, roi de Vatsa, fragmento traducido por Félix Lacote. En 1963, Gallimard publicó la traducción que Louis Renou hizo de algunos cuentos contenidos en el libro trece, bajo el nombre de . La séptima edición de The Norton Anthology of World Masterpieces, presentada en 1995 por W.W. Norton, contiene la traducción al inglés del cuento ``The red lotus of chastity'', atribuida a J.A.B. Buitenen. Al parecer, no existen traducciones al español.
El mejor elogio a Somadeva se encuentra en la exégesis de Penzer, comentarista de la edición crítica de la traducción de C.H. Tawney, citada por el Dr. V. Raghavan en su serie ``Cultural leaders of India'':9 ``[Somadeva] nos ha presentado una de las mejores colecciones de historias que el mundo haya visto: historias que no sólo reflejaban las costumbres y creencias contemporáneas y exhibían el genio versátil del narrador, sino que estaban destinadas a inspirar el genio de gigantes aún no nacidos de la literatura europea -Bocaccio, Goethe, La Fontaine, Chaucer y Shakespeare-. Debemos saludarlo como el Padre de la Ficción, y a su obra como una de las piezas maestras del mundo.''
1. Benjamín Preciado Solís, ``India, el desarrollo de una civilización'', en Asia y çfrica en la Historia, coordinado por Daniel Toledo Beltrán, UAM-Iztapalapa.
2. C.J.S. Wallia, ``Ancient India in a new light'', en IndiaStar, revista electrónica, 1995.
3. Navaratma Rajaram, The politics of history: Aryan invasion and the subversion of scholarship, Voice of India, Nueva Delhi, 1995.
4. David Frawley, The myth of the Aryan invasion of India, Voice of India, Nueva Delhi, 1995.
5. Benjamín Preciado Solís, ibid
6. Winternitz, A history of Indian literature/i>, Motilal Banarsidas, 1963.
7. Somadeva, Katha sarit sagara, Munshiram Manoharlal, Bengala, 1968. Traducción al inglés de C.H. Tawney.
8. Se encuentra en http//:www.hyperhistory.com
9. V. Raghavan, Poets, dramatists and story tellers, Ministry of Information and Broadcasting, Government of India, 1980.
Notas
Parte I, Capítulo I
Que el cuello oscuro de S'iva, al que el dios del amor ha rodeado, por así decirlo, con nudos corredizos según la forma de la cautivadora apariencia de Parvati reclinándose sobre su regazo, les asigne a ustedes prosperidad.
Que el vencedor de obstáculos,1 quien luego de barrer las estrellas con su trompa en el goce delirante de su danza vespertina, parece crear otras con el rocío que surge de su boca placentera,2 los proteja.
Luego de venerar a la diosa del Habla, la lámpara que ilumina incontables objetos,3 compongo esta colección que contiene la sustancia de la Brihatkatha.
[...]
Este libro sigue precisamente el modelo del cual es tomado, no hay ni la mínima desviación, sólo se elige el lenguaje que tienda a abreviar la prolijidad de la obra; la observancia de la propiedad y la conexión natural, y la articulación de las porciones del poema, a manera de no interferir con el espíritu de las historias, se mantienen a la vista tanto como sea posible: no he intentado esto por el deseo de ganar una reputación por mi ingenio, sino a fin de facilitar la recolección de una multitud de diversas historias.
Hay una montaña celebrada bajo el nombre de Himavat, frecuentada por Kinnaras, Gandharvas y Vidyádaras, una auténtica monarca de las poderosas cumbres, cuya gloria alcanzó tal eminencia entre las montañas que Bhavání la madre de los tres mundos se dignó convertirse en su hija; por lo tanto la cima más al norte es un gran pico llamado Kailása, el cual se yergue muchos miles de yojanas en el aire, y como sucede, lanza alegre esta presunción con sus destellos nevados: ``El Monte Mandara4 no se hizo blanco como el mortero, ni siquiera cuando el océano fue batido con él, pero yo me he vuelto blanco sin esfuerzo.'' Ahí habita Mahesvara, el amado de Parvati, el jefe de las cosas animadas e inanimadas, atendido por Ganas, Vidyádharas y Siddhas. En los amarillos penachos más sobresalientes de su cabello trenzado, la luna nueva goza las delicias de tocar la montaña oriental, amarilla en el crepúsculo. Cuando clavó su tridente en el corazón de Andhaka, el rey de los Asuras, aunque sólo era uno, el dardo que ese monarca había incrustado en el corazón de los tres mundos fue, extraño es decirlo, extraído. La imagen de sus uñas reflejadas en las joyas del penacho de los dioses y los Asuras les hace ver como si hubieran recibido medias lunas por su merced.5 Alguna vez aquel señor, el marido de Parvati, fue gratificado con alabanzas por su esposa, en confianza, sentada en secreto con él: el del penacho de luna atento a sus elogios y encantado, la colocó en su regazo, y dijo, ``¿Qué puedo hacer por complacerte?'' Entonces la hija de la montaña habló: ``Mi señor, si estás satisfecho conmigo, entonces cuéntame alguna historia deliciosa, que sea nueva por completo.'' Y S'iva le dijo, ``¿Qué puede haber en el mundo, amada mía, presente, pasado o futuro que no conozcas?'' Entonces aquella diosa, amada por S'iva, lo importunó con ahínco, porque era orgullosa en el alma debido a su afecto.
Entonces S'iva, con el deseo de halagarla, comenzó a contarle una historia muy breve, acerca del propio poder divino de ella.
``Una vez6 Brahmá y Náráyana, quienes vagaban por el mundo a fin de contemplarme, llegaron a las faldas de Himavat. Entonces vieron frente a ellos un gran linga de fuego;7 a fin de descubrir dónde terminaba, uno de ellos fue hacia arriba y el otro hacia abajo; y cuando no pudieron encontrar el final, procedieron a propiciarme por medio de austeridades: me aparecí ante ellos y les indiqué que pidieran algún don: al escuchar que Brahmá me pedía convertirme en su hijo, por esa causa él ha dejado de ser digno de veneración, desgraciado por su arrogante presunción.
"Entonces aquel dios Náráyana me rogó le concediera un don, diciendo: `¡Oh, reverenciado, que yo me convierta en un devoto a tu servicio!' Entonces él se encarnó y nació como mío en tu forma; porque tú eres la misma que Náráyana, mi poder, yo que soy todopoderoso.
''Además, fuiste mi esposa en un nacimiento anterior.'' Cuando S'iva hubo hablado de esta manera, Parvati preguntó: ``¿Cómo pude ser tu esposa en un nacimiento anterior?'' Entonces S'iva le contestó. ``Hace mucho tiempo el Prajápati Daksha dio origen a muchas hijas, y entre ellas tú, ¡Oh diosa! l te cedió a mí en matrimonio y las otras a Dharma y al resto de los dioses. Una ocasión invitó a todos sus yernos a un sacrificio. Pero sólo yo fui excluido de la invitación; al punto le pediste te dijera por qué tu marido no había sido invitado. Entonces pronunció una frase que punzó tus oídos como una aguja envenenada: `Tu marido usa un collar de cráneos; ¿cómo puede ser invitado a un sacrificio?'
''Y entonces tú, mi amada, abandonaste tu cuerpo envuelta en enojo, exclamando: `Este padre mío es un villano; ¿qué provecho puedo entonces obtener de un corpachón que proviene de él?'
''Al punto destruí coléricamente aquel sacrificio de Daksha. Entonces naciste como la hija de la montaña de nieve, como el dedo de la luna surge del océano. Entonces recuerda cómo vine al Himálaya a fin de llevar a cabo austeridades; y tu padre te ordenó servirme como su huésped: y ahí el dios del amor que había sido enviado por los dioses con el fin de que pudieran obtener un hijo mío para oponerse a Táraka, fue consumido8 cuando trataba de herirme, habiendo obtenido una oportunidad favorable. Entonces fui ganado por ti, la eterna, con severas austeridades, y acepté esta propuesta tuya, amada mía, a fin de poder añadir este mérito a mi descendencia. De este modo está claro que tú fuiste mi esposa en un nacimiento anterior. ¿Qué más puedo decirte?'' Así habló S'iva, y cuando hubo cesado, la diosa, transida de furia, exclamó: ``Eres un farsante; no me cuentas una historia placentera aunque te lo pida. ¿Acaso ignoro que veneraste a Sandhyá, y que pariste a Gangá en tu cabeza?'' Al escuchar esto, S'iva procedió a conciliarla y le prometió una historia maravillosa: entonces ella calmó su enojo. Ella misma dio la orden de que nadie debía entrar al lugar donde estaban; Nandin9 vigiló la puerta al punto y S'iva comenzó a hablar.
``Los dioses son supremamente benditos, los hombres son siempre miserables, las acciones de los semidioses son extremadamente encantadoras, por lo tanto ahora procedo a relatarte la historia de los Vidyádharas.'' Mientras S'iva hablaba de esta manera a su consorte, llegó ahí un ayudante favorito de S'iva, Pushpadanta, el mejor de los Ganas;10 su entrada fue prohibida por Nandin, quien vigilaba la puerta. Curioso por saber por qué se le había prohibido la entrada en ese momento, sin razón aparente, Pushpadanta entró de inmediato, haciendo uso de su poder mágico, obtenido por devoción, para evitar ser visto, y cuando hubo entrado de esta manera, escuchó las extraordinarias y maravillosas aventuras de los siete Vidyádharas, narradas por el dios que porta el tridente, y al haberlas escuchado a su vez fue y se las narró a su esposa Jayá;Êporque, ¿quién puede esconder la riqueza o un secreto a las mujeres? Jayá la portera, llena de asombro fue y recitó la historia en presencia de Parvati. ¿Cómo puede suponerse que las mujeres se abstengan de hablar? Y entonces la hija de la montaña montó en cólera y le dijo a su marido, ``no me contaste ninguna historia extraordinaria, porque Jayá también la conoce''. Entonces el señor de Umá, al percibir la verdad por medio de una profunda meditación, habló así: ``Pushpadanta, empleando el poder mágico de la devoción entró cuando estábamos aquí, y así logró escucharla. El se la narró a Jayá; nadie más la conoce, amada mía.''
Al escuchar esto, la diosa, extremadamente furiosa, exigió que Pushpadanta fuera requerido, y lo maldijo, mientras permanecía temblando frente a ella, al decir: ``Conviértete en un mortal, siervo desobediente.'' También maldijo al Gana Mályaván, quien intentó interceder por Pushpadanta. Luego los dos cayeron a sus pies, junto con Jayá y le rogaron decirles cuándo terminaría la maldición, y la esposa de S'iva lentamente dijo estas frases: ``Un Yaksha llamado Supratíka que ha sido convertido en Pisacha por la maldición de Kuvera reside en el bosque Vindhya bajo el nombre de Kánabhuti. Cuando lo veas y, al recordar tu origen, le cuentes esta historia, entonces, Pushpadanta, serás liberado de esta maldición. Y cuando Mályaván escuche esta historia de Kánabhuti, entonces Kánabhuti también será liberado, y tú, Mályaván, cuando la hayas publicado en el extranjero, serás libre también.'' Habiendo hablado así, la hija de la montaña calló, y de inmediato aquellos Ganas desaparecieron como relámpagos. Entonces, con el transcurso del tiempo, aquella Gaurí, llena de compasión preguntó a S'iva: ``Señor mío, ¿en qué parte de la tierra han nacido estos excelentes Pramathas11 a los que maldije?'' Y el dios de la diadema de luna contestó: ``Mi amada, Pushpadanta ha nacido bajo el nombre de Vararuchi en aquella gran ciudad que es llamada Kausámbi.12 Mályaván también ha nacido en la espléndida ciudad llamada Supratishthita bajo el nombre de Gunádhya, esto, oh diosa, es lo que les ha ocurrido.'' Habiendo dado esta información con pena causada por traer a la mente la degradación de los sirvientes que siempre le habían obedecido, aquel señor continuó viviendo con su amada en árboles de placer, sobre las pendientes del monte Kailása, que estaban hechos de las ramas del árbol Kalpa.13
Gustavo Martínez González
Notas:
1. El Dr. Brokhaus tiene esta explicación acerca de Ganesha, probablemente asociado con S'iva en la danza. Así que el poeta invoca a dos dioses, S'iva y Ganesa, y a una diosa, Sarasvatí, la diosa de la elocuencia y el aprendizaje.
2. S'itkára es un sonido hecho al aspirar, expresivo del placer.
3. Hay un doble significado: padharta también significa palabras y sus significados.
4. Esta montaña sirvió a los dioses y a los Asuras como molinillo para batir el océano en la recuperación del Amrita y los otros catorce objetos preciosos perdidos durante el diluvio.
5. El propio S'iva usa una luna creciente.
6. La palabra Asti en sánscrito, que significa ``así es'', es una introducción común en las historias.
7. El linga o falo es un emblema favorito de S'iva. La flama es una de sus ocho tanus o formas.
8. Fue quemado por el fuego del ojo de S'iva.
9. Uno de los asistentes favoritos de S'iva.
10. Asistentes de S'iva, presididos por Ganesa.
11. Pramatha, asistente de S'iva.
12. Kausámbi precedió a Hastinapur como la capital de los emperadores de India. Su ubicación precisa no ha sido verificada.
13. Un árbol del paraíso de Indra que concede todos los deseos.