Gurría: se aceptarán recomendaciones de Rodley
David Aponte Ť El gobierno de México aceptará las recomendaciones del relator especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) contra la tortura, Nigel S. Rodley, ``con el ánimo de mejorar la capacidad de identificar y castigar a quienes incurran en este delito'', informó ayer el canciller José Angel Gurría.
El interés fundamental del gobierno es que la Comisión de Derechos Humanos del organismo multilateral constate que ``estamos luchando contra el fenómeno de la tortura'', manifestó.
``Entonces, realmente creo que (la invitación al relator Rodley) forma parte de toda una nueva actitud ante temas de derechos humanos, el asunto de la tortura, que a su vez se inscribe en el ámbito más amplio de la democracia en el país'', continuó.
El jefe de la diplomacia mexicana consideró que la posición gubernamental de ``cautela'' y de ``gran prudencia'' frente a la visitas in situ de miembros de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y de la ONU ha quedado en el pasado. Ahora ya no son vistas como instituciones que podrían cuestionar a México, sino como instancias que permiten mejorar los mecanismos internos de protección de los derechos humanos, indicó.
En entrevista, explicó que el gobierno mexicano giró una invitación a la comisión de derechos humanos de la ONU para que el relator Rodley verificara la conducta oficial respecto a un tema tan delicado como es el de la tortura, y que observara el trabajo de las comisiones de derechos humanos estatales y a nivel nacional.
``La posición del gobierno es absolutamente transparente e invariable: Se perseguirá a todo aquél que cometa actos en los cuales se pueda tipificar la tortura. Eso es un delito en México.
``Entonces, la presencia de un funcionario de la ONU especializado en este tema demuestra la total apertura que tenemos en esa materia, nuestro interés en constatar que, efectivamente, en México estamos luchando en contra de este fenómeno; que haya evidencia, y se la lleven, de cómo en términos cuantitativos y de importancia que ocupa en las quejas que se presentan en la Comisión Nacional de Derechos Humanos, este flagelo ha llegado del punto uno al 24.
``Finalmente, que si al revisar nuestra estructura institucional de contactos, de relaciones, de comunicaciones, hubiese algunas recomendaciones que al gobierno mexicano le parezca que se pueden adoptar, lo haríamos obviamente, con el ánimo de mejorar la capacidad de identificar y de castigar a quienes incurran en este delito'', expuso el canciller.
-¿Hay una nueva actitud para afrontar el problema de la tortura?
-Lo que pasa es que la actitud del gobierno del presidente Zedillo en esta materia siempre ha sido muy abierta. Pero estamos trabajando en este caso con el relator (Rodley) por primera vez en términos de su visita a México como lo hicimos con la CIDH, para que ellos entren en contacto con nuestro propio aparato institucional.
``Lo que queremos es que se conozca en detalle nuestro marco jurídico y nuestra práctica, cuando existan recomendaciones o elementos que podamos recoger para mejorar, pues serán bienvenidos. Es una manera de aprovechar las instituciones que ya existen y de las cuales somos miembros.
``Ese es un poco el enfoque, ciertamente es nuevo porque no se manejaban así las cosas en administraciones anteriores y de hecho en muchas ocasiones habíamos adoptado una posición de cautela, de gran prudencia en los contactos, porque considerábamos que eran instituciones que en un momento dado podrían estar cuestionando a nuestro país''.
Gurría opinó que la interacción gubernamental con especialistas en tortura de la Organización de Estados Americanos y de las Naciones Unidas permite que la sociedad tenga mayor confianza para expresar las denuncias de posibles violaciones a los derechos humanos.
Al mismo tiempo, las quejas (que en algunos casos pueden ser espurias) pueden llegar a un ``filtro profesional'' como la CIDH y la ONU, que determina si las acusaciones califican o no como violaciones a los derechos humanos, manifestó.
``Lo importante es la reacción del gobierno; investigar, documentar y castigar, si es el caso. Eso es lo que nos interesa que vean, pero también como tienen la experiencia de todos los países del mundo acumulada, cualquier recomendación que nos puedan hacer es bienvenida'', agregó.
El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) habló también de los recientes actos de violencia ocurridos en el país, entre ellos el homicidio del hermano del secretario de Hacienda. Al respecto, el funcionario pidió no llegar a ``conclusiones audaces'' ni generar especulaciones.
``Por supuesto que estos acontecimientos afectan la imagen de México en el exterior. Sin embargo, hay que ponerlos en contexto y no extrapolar conclusiones audaces'', insistió.
Gurría añadió que la SRE mantiene informadas a las representaciones mexicanas en el extranjero, de los hechos sucedidos en las últimas horas para que los embajadores y cónsules puedan ponerlas en el contexto apropiado.