La Jornada 19 de agosto de 1997

No atraerá la investigación la PGR, trasciende El funcionario bancario llevaba una pistola y trató de defenderse, indica la reconstrucción de la PGJDF

Alberto Nájar Ť Al momento de ser asesinado, Alejandro Ortiz Martínez tenía una pistola en su auto con la que trató de defenderse de su agresor, quien disparó primero. El arma, una automática calibre 9 milímetros, no aparece, según la declaración ministerial de los familiares de la víctima.

Existe, sin embargo, la versión de los policías preventivos del sector 15 de Miguel Hidalgo que acudieron al llamado de auxilio, quienes declararon que uno de los familiares se llevó la pistola. Jorge Peña Sandoval, director de Homicidios de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, (PGJDF), comentó que en breve se informará del paradero de esta arma, no obstante que anteriormente negó su existencia hasta en cinco ocasiones.

Así, la PGJDF prácticamente descartó dos líneas de investigación iniciadas el sábado pasado y que apuntaban a la familia del ahora occiso y al banco donde prestaba sus servicios. Trascendió, además, que la Procuraduría General de la República (PGR) no ejercerá su facultad de atracción, por lo cual el caso continuará en manos de las autoridades locales.

Reconstrucción de los hechos

Un grupo de peritos, agentes del Ministerio Público y judiciales efectuaron anoche una reconstrucción de hechos en la residencia de Ortiz Martínez, en Lomas de Chapultepec, proceso en el que se puso en claro que una persona observó el crimen desde una ventana del piso superior. El testigo es uno de los tres que permanecen bajo resguardo de la policía.

En esta reconstrucción se puso en claro que la víctima trató de defenderse, pues al momento que el presunto asesino lo amagó desde la ventanilla del Mercedes Benz, se agachó a su derecha para sacar el arma, la cual presumiblemente se encontraba bajo el asiento del copiloto. Sin embargo, el asaltante se percató de la maniobra y disparó primero; el cuerpo quedó sobre su costado derecho, en el asiento del copiloto.

La trayectoria de los disparos --de izquierda a derecha y de abajo hacia arriba-- hace pensar a los peritos que el presunto asesino trató de protegerse a su vez ante la posibilidad de ser baleado.

El testimonio del mozo de la familia, Leonardo Sánchez, refuerza esta hipótesis, pues al ser interrogado indicó que dudó en salir porque ``pensé que (Ortiz Martínez) estaba calando su pistola''. Sin embargo, la prueba de absorción atómica practicada al cadáver resultó negativa, al igual que los exámenes toxicológicos.

Oficialmente, la PGJDF guardó silencio ante esta versión, pues desde el sábado pasado, cuando ocurrió el homicidio, negó que hubiese arma alguna en el vehículo; ayer, sin embargo, tuvo que reconocerlo.

Las investigaciones continúan y ayer trascendió que los retratos hablados elaborados por los testigos se compararon con 300 de las fotografías que existen en el archivo de la Policía Judicial, pero las pesquisas se concentraron sólo en 25.

En el caso de las huellas digitales encontradas en el auto se tuvo poco éxito, pues no coincidieron con ninguna de las que se encuentran en el archivo de la corporación.

De cualquier modo, esta prueba y las colillas de cigarro localizadas en la zona del crimen se enviaron al Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares, para tratar de encontrar otras características físicas de los presuntos delincuentes. Estadísticas de la PGJDF señalan que de enero a junio de este año en la colonia Lomas de Chapultepec se han cometido 81 robos de automóviles con violencia y un homicidio considerado como doloso.