La Jornada 20 de agosto de 1997

Encabeza El Alfalfa la distribución de coca en la colonia Gabriel Hernández

Alberto Nájar Ť El grupo que distribuye cocaína en la colonia Gabriel Hernández y que forma parte de la guerra contra bandas de Tepito está encabezado por El Alfalfa, contra quien pesan varias órdenes de aprehensión por homicidio. Es, de hecho, el representante tepiteño en territorio enemigo, aunque por el momento se esconde en la colonia CTM Risco.

Este individuo era jefe de El Gigio y juntos encabezaban una de las principales bandas distribuidoras del enervante en la zona norte de la delegación Gustavo A. Madero. La ejecución del lugarteniente de El Alfalfa fue parte de la guerra que se libra desde hace meses por el control de las drogas, como también lo fue el triple homicidio ocurrido la semana pasada en la colonia Nueva Atzacoalco.

Tras la muerte de El Gigio su jefe se dio a la fuga, por lo cual el control de la droga prácticamente quedó en manos de Los Arias, quienes, sin embargo, sufrieron un fuerte golpe al ser arrestados varios de sus integrantes, además del triple homicidio que, aun cuando los afectados aparentemente no formaban parte de esa banda, sirvió a los tepiteños para mandar un macabro mensaje.

Los occisos habían consumido cocaína

Sobre este caso trascendió ayer que, según el examen toxicológico, los tres occisos consumieron cocaína antes del crimen, e incluso en el barrio se comenta que el objetivo de los homicidas era Javier Cedeño (El Brutus), quien el día de los hechos viajaba en medio del auto Jetta que fue acribillado.

La noche del asesinato los pasajeros de ese vehículo hicieron al parecer una entrega de cocaína, pues El Brutus mostró a una vendedora de frutas amiga suya una bolsa con polvo blanco, hecho que molestó a la comerciante. ``Te voy a regalar un vestido para que te lo pongas cuando me maten'', respondió el ahora occiso, comentario que, horas después, se esparció por el barrio.

De hecho, se sabe que alguien puso el dedo al Brutus y sus acompañantes, pues los presuntos homicidas conocían exactamente todos sus movimientos. Las sospechas se inclinan hacia los sobrevivientes del atentado, hipótesis que investiga la Policía Judicial capitalina. Los tres occisos, junto con Fernando Gaspar --hospitalizado en estado de coma en el Magdalena de Las Salinas-- tenían su residencia en la colonia González Romero. El Brutus, trascendió ayer, no tenía empleo pero, sin embargo, era propietario de dos microbuses y un departamento.

Mientras, ayer el comentario en Tepito es que seguirán las ejecuciones, pues los ajustes de cuentas no culminan todavía, particularmente entre los grupos que operan en esa zona y que disputan, además, el control de la venta de armas.

En el norte de la ciudad, mientras tanto, se agrega un elemento más a la vendetta: los pleitos entre bandas de asaltantes de transportistas, quienes también disputan el territorio y con frecuencia se acribillan unos a otros. De acuerdo con fuentes de la Judicial abundan los delincuentes especializados en esta actividad, los cuales operan especialmente en la zona industrial de Vallejo y las carreteras de acceso a la capital.