SNTE: sólo 52% concluye el nivel educativo básico
Claudia Herrera Beltrán Ť Cinco años después de que México inició un profundo plan de modernización educativa, ``aún existen grandes problemas y rezagos'' en educación, advierte el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en un documento preparatorio para su segundo Congreso Nacional de Educación.
Menciona que detrás de la alta cobertura en el nivel de primaria (98 por ciento de la población demandante) está la falta de calidad, sobre todo en zonas rurales. La matrícula en secundaria se encuentra estancada y es el nivel con mayores índices de reprobación. Y en educación media superior, en vez de aumentar la población escolar se ha reorientado mediante los exámenes de admisión.
A estas conclusiones llegó el SNTE en un texto que servirá de base para las discusiones de su congreso, que llevará por lema ``Educar en la democracia y en el respeto a la diversidad, compromiso del SNTE'', y que se realizará del 24 al 28 de noviembre.
El documento, que deberá ser distribuido a partir de hoy en todas las escuelas del país, dice que tras cinco años de la firma del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica y Normal ``la meta de educación básica obligatoria de nueve años apenas muestra un logro a mitad del camino''. De cada cien niños que ingresan a primero de primaria, 77 la concluyen, pero de éstos, sólo 70 entran a la secundaria, y de ellos, 52 obtienen finalmente su certificado.
Menciona que el presupuesto que recibe el nivel prescolar es insuficiente y la muestra es que un millón y medio de niños de zonas indígenas y urbano marginales no tienen acceso a esa enseñanza.
Advierte que detrás del porcentaje de cobertura en educación primaria hay cuestionamientos importantes: 41 por ciento de las 94 mil 844 escuelas del país son unitarias (un maestro atiende a los seis grados) o de organización incompleta con instalaciones precarias, mobiliario escaso o inexistentes.
Indica que hay 18 mil 691 cursos comunitarios atendidos por egresados de secundaria o bachillerato habilitados como docentes, lo que implica una baja profesionalización.
Señala que los índices de eficiencia terminal a nivel nacional contrastan con los reportados en educación indígena. En el ciclo 1993-1994, siete de cada diez niños mexicanos terminó sus estudios de primaria, mientras que en el caso de la población indígena, la proporción fue cinco de cada diez.
Indica que la reprobación, la deserción y el acceso a la escuela primaria siguen siendo problemas no resueltos en muchas regiones del país y para amplios grupos de población (el monolingüe, niños de la calle, rural, migrante, adultos con rezago, población urbano-marginada, personas con necesidades educativas especiales).
Señala que la matrícula de secundaria se ha estancado de 1982 a la fecha. Desde entonces, representa 87.7 por ciento de la población en edad de hacer estudios de dicho nivel. ``Esto indica que 12.3 por ciento de los alumnos que terminan la primaria y no ingresan a la secundaria corresponden a una franja de población dispersa'', añade.
Dice que un alto índice de adolescentes no termina sus estudios (25 por ciento) y que ``falta de sustento'' a los cálculos de la SEP en el sentido de que esta cifra podría abatirse en el corto plazo a 19 por ciento.
Para el SNTE la baja eficiencia terminal en la secundaria tiene su origen en el índice de reprobación elevada, cuyo promedio nacional para 1993 fue de 26 por ciento. Propone que los profesores de este nivel sean mejor remunerados, reciban actualización y que los libros de texto y programas de estudio de este nivel sean reformados porque carecen de funcionalidad o significación.
Señala que más que incrementar la matrícula del bachillerato, ésta se ha reorientado mediante exámenes de admisión y ello ha ocasionado que persista la cobertura insuficiente en este nivel y que el grupo de edad atendido siga siendo muy reducido.
Dice que la introducción de un examen nacional de ingreso a este nivel causa la reorientación de la matrícula hacia las instituciones de formación bivalente y profesional.
Indica que la educación prescolar enfrenta bajos presupuestos, cobertura deficiente (90 por ciento para niños de cinco años y 58 por ciento para infantes de cuatro), falta de estrategias educativas adecuadas a la condición bilingüe de los indígenas y carencia de cuadros técnicos especializados.
Por eso considera necesario el impulso de una política integrada de atención a la infancia desde el nacimiento hasta los seis años, que daría paso al desarrollo de un programa que reconozca los procesos de desarrollo del niño. Desde este enfoque, añade, se requiere la integración del nivel prescolar con el de primaria.
Inicia el MDNS una campaña para aumentar el presupuesto educativo
El Movimiento Democrático Nuevo Sindicalismo del SNTE (MDNS) anunció ayer el inicio de una campaña por la elevación del presupuesto educativo y un aumento salarial de emergencia.
Miguel Alonso Raya, de la dirigencia del MDNS, dijo que hacen un llamado al gobierno federal, al SNTE y a los diputados de la próxima legislatura para que establezcan un acuerdo que posibilite la elevación del presupuesto para la educación hasta que represente 8 por ciento del producto interno bruto del país.
Los maestros advierten que en 1997 el presupuesto educativo aumentó 7.2 por ciento en relación con 1996, pero esta cifra (103 mil 762 millones de pesos) apenas representa 3.35 por ciento del PIB.
Señalan que este año el gobierno gastará más en pago de la deuda externa (más de 119 mil millones de pesos) que en educación, y en el mismo periodo destinará 3 mil 300 millones para gastos del Tribunal Federal Electoral y del Instituto Federal Electoral.
Dicen que la entrega de más recursos económicos al sector y el mejoramiento salarial son estratégicos para elevar la calidad de la educación en México.
Buscan que antes de la aprobación de los ingresos y egresos para 1998 (en diciembre) los diputados estén conscientes de la importancia de aumentar el gasto educativo.