La Jornada 22 de agosto de 1997

Demanda la IP aterrizar reformas a la LFT

Humberto Ortiz Moreno Ť La Cámara Nacional de la Industria de la Transformación propuso ``aterrizar'' en 1998 las propuestas de reformas a la Ley Federal del Trabajo, para adecuar este ordenamiento a la realidad y ``no al revés''.

Por tanto, convocó a la disidencia del Congreso del Trabajo (CT), conocida como foristas, y a la Confederación de Trabajadores de México (CTM) a que diriman de inmediato sus diferencias, porque cualquier tipo de cambio legal tiene que ser absolutamente incluyente, con planteamientos altamente representativos y no dispersos.

``No intentaremos ni queremos nada que vaya en contra de las conquistas laborales'', garantizó Carlos Gutiérrez Ruiz, presidente de la Canacintra.

En entrevista, el dirigente de los industriales de la transformación juzgó que la realidad de las relaciones entre los factores productivos no está hoy prevista en la legislación laboral.

Consideró imperativo identificar los principios que deben ser reformados en la ley antes de generar una propuesta, a partir de la competencia en el marco de la globalización económica mundial.

Gutiérrez Ruiz observó que la LFT fue hecha para una época del país en que el proteccionismo era la línea económica y política del gobierno.

Pero en la actualidad, insistió, la realidad marca que es inaplazable adecuarla a la apertura de los mercados.

A pesar de esta urgencia, el presidente de la Canacintra no ve en el horizonte inmediato la coyuntura que permita entrar al debate del tema.

No obstante, acepta que la perspectiva de discusión ``está muy cercana''.

Aquí es donde observa un obstáculo inmediato: la ruptura en el seno del Congreso del Trabajo, con las diferencias marcadas entre foristas y la cúpula que encabezan Víctor Flores y la CTM, e incluso las divergencias entre la propia disidencia.

``Faltaría dirimir las diferencias entre los foristas y los dirigentes del Congreso del Trabajo, porque cualquier tipo de iniciativa requiere ser absolutamente incluyente'', recalcó Gutiérrez Ruiz.

Las discusiones y propuestas, sostuvo, tienen que ser altamente representativas y no dispersas, pues lo importante es avanzar en los acuerdos.

De entrada, postuló revisar los capítulos relativos a productividad y capacitación previstos en la LFT, así como perfeccionar la modalidad de jornada por hora.

Aquí aseguró tajantemente: ``No intentamos ni queremos nada en contra de las conquistas laborales...''.

Sin pretender aventurar pronósticos ni precipitar los tiempos de la reforma, Carlos Gutiérrez Ruiz consideró que 1998 podría ser el año oportuno para aterrizar las propuestas y emprender los cambios.