Protesta formal a Washington por la Operación Río Grande
David Aponte Ť El gobierno de México envió ayer notas diplomáticas a los departamentos de Estado y de Justicia de Estados Unidos para manifestar su oposición a la entrada en vigor de la Operación Río Grande en la zona fronteriza de Texas y Nuevo México, y expresar a las autoridades de ese país que ``no confundan la migración con la criminalidad''.
En las comunicaciones firmadas por el canciller José Angel Gurría y dirigidas a Madeleine Albright, secretaria de Estado, y Janet Reno, procuradora de Justicia, la autoridad mexicana expresó que el reclutamiento de personal sin experiencia para la Patrulla Fronteriza podría acarrear un ``incidente de carácter internacional'' entre México y Estados Unidos.
La contratación de nuevos elementos de la Border Patrol y la logística del operativo antiinmigrante podrían elevar el número de accidentes fatales entre los migrantes mexicanos, expuso.
El coordinador de Protección y Asuntos Consulares de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Enrique Loaeza Tovar, dio a conocer que en el curso de 1997 han muerto más de 80 connacionales por deshidratación, hipotermia y ahogamiento, en su intento por ingresar a territorio estadunidense.
La región San Diego-Arizona es la de mayor peligro para migrantes
Del total, 58 migrantes mexicanos murieron en la zona San Diego-Arizona y el resto a lo largo de las regiones más peligrosas de la franja fronteriza, explicó.
``El fallecimiento de connacionales en la región de la frontera es motivo de una gran preocupación por parte nuestra. No se deben (las muertes) a acciones directas de los agentes del Servicio de Inmigración y Naturalización (SIN), pero los operativos Guardián y Salvaguarda producen como efecto que las corrientes se desplacen hacia el este. Buscan adentrarse en zonas de alto riesgo y peligro y los obligan a contratar traficantes sin escrúpulos.
``De ahí nuestra preocupación con motivo de la Operación Río Grande, expresando que el operativo similar tendrá el mismo efecto en la zona este de Texas, entre Brownsville, El Paso y Nuevo México (más de mil kilómetros de la frontera)''.
En conversación con periodistas dijo que el nuevo operativo --cuya entrada en vigor está prevista para el 25 de agosto-- forzará a los migrantes a buscar zonas peligrosas, que pondrán en riesgo su integridad física y su vida.
Desde finales de julio, la comisionada del SIN, Doris Meissner, dio a conocer la puesta en marcha de la nueva estrategia antiinmigrante, que básicamente tiene las mismas características de las operaciones Guardián, Salvaguarda y Bloqueo: contratación de nuevos agentes de la Border Patrol e instalación de moderno equipo de detección.
Ante la próxima puesta en marcha de la Operación Río Grande, la cuarta en su género desde 1994, el titular de la SRE, José Angel Gurría, envió sendas notas-cartas diplomáticas a las señoras Albright y Reno, para expresar la preocupación mexicana por la nueva acción antiinmigrante.
El subsecretario de Asuntos Bilaterales, Juan Rebolledo Gout, mandó una misiva a la comisionada Doris Meissner en el mismo sentido.
Loaeza Tovar explicó que las cartas manifiestan la preocupación del gobierno de México por el operativo y sus consecuencias en los derechos de los connacionales, y que si bien Estados Unidos tiene la prerrogativa de aplicar sus leyes migratorias, las mismas no deben representar una amenaza para la integridad física y moral de los migrantes mexicanos. Los textos también expresan que las autoridades estadunidenses no deben confundir criminalidad con migración. Los mexicanos no van a Estados Unidos a cometer delitos, van a buscar trabajo, agregó.
Como medida preventiva, la SRE convocó a una reunión urgente a los titulares de los consulados de México en el estado de Texas (Brownsville, Mac Allen, Laredo, Del Río, Eagle Pass, Houston, San Antonio y Austin) para que analicen el impacto de la aplicación del operativo antiinmigrante, traten de ``neutralizar los efectos negativos en los mexicanos detenidos'' y adopten una estrategia común.
En su comunicado del miércoles 20 de agosto, la dependencia mencionó que las representaciones consulares ``habrán de seguir vigilando activamente que la expansión de esas medidas migratorias no se constituya en abuso o violación de los derechos humanos, familiares y patrimoniales de los compatriotas''.
La SRE ha elaborado un manual para la defensa de los migrantes en Estados Unidos donde sugiere a los mexicanos que no se resistan al arresto; no arrojen piedras u otros objetos a los oficiales; no lleven objetos que podrían ser considerados ``armas''; no insulten o agredan a los agentes fronterizos; no corran o se escondan en lugares peligrosos; no crucen las carreteras de alta velocidad, y no permitan que los encierren en vagones de ferrocarril; también que no duerman en vías de trenes ni acepten que los trasladen en las cajuelas de los automóviles.
La SRE no promueve la ilegalidad en Estados Unidos, pero sí vigila que los derechos humanos y laborales de los connacionales sean respetados, concluyó Loaeza Tovar.