La Jornada 23 de agosto de 1997

``Tepito impone; cualquier cabrón saca una Uzi'': judiciales y preventivos

Alberto Nájar Ť El barrio de Tepito impone hasta a los representantes de la ley. Agentes judiciales y policías preventivos reconocen que trabajar en la zona es hacerlo con miedo, aunque las ganancias aparentemente sean buenas.

Mientras, ante las quejas de los vecinos por la protección policiaca a traficantes de droga, el director de la Policía Judicial del Distrito Federal, general Luis Roberto Gutiérrez Flores, advierte que no se tolerarán las conductas irregulares y la exigencia de que se presenten denuncias ``con la garantía de que los voy a atender personalmente''.

Reacios a hablar sobre su actividad y con la petición de que no se publique su identidad, agentes de la judicial capitalina rechazan que reciban gratificaciones por permitir la venta de drogas o mercancía robada, y afirman tajantes que ``si supiéramos dónde se da eso, ya los hubiéramos agarrado''.

Reconocen, sin embargo, que el barrio les impone. ``Ahorita cualquier cabrón te saca una Uzi, y no es uno, son un chingo los que te caen de repente'', comenta un joven agente que patrullaba el cruce de Tenochtitlán y Eje 1 Norte.

Por eso es que en ocasiones se la piensan dos veces antes de meterse con los ratas de la colonia pero, si es necesario, ``le atoramos a lo que sea, aunque de todos modos ya se están protegiendo ellos'', comenta en referencia a los grupos de autoprotección contratados por los comerciantes de la zona.

Calles más adelante, en el cruce de Eje 1 con Circunvalación, otro agente rechaza las acusaciones de corrupción. ``Es mentira, no recibimos ni un centavo. A los que dicen que venden droga ni los conocemos; la neta no sé de donde sacan eso''.

--Hay denuncias de los vecinos...

--Igual son los mismos ratas los que dicen eso. A nosotros nos cambian a cada rato de zona; no sé como podemos tener compromisos o vender protección.

Más accesibles a hablar, policías preventivos que también solicitaron el anonimato reconocen que sí aceptan e incluso solicitan mordidas, pero ``es que tenemos que caerle con los mandos, si no de plano nos envían a patrullar a pie'', comenta un granadero. En la calle Argentina, un policía de tránsito corrobora la afirmación. ``Si te mandan a esta zona es porque te van a pedir mucha lana, porque dicen que por aquí cae mucho. Nosotros nos llevamos muy poco'', comenta mientras auxilia a un automovilista a acomodar su vehículo en zona prohibida.

Todos los uniformados coinciden en que no es fácil desempeñar su trabajo, e incluso el agente de vialidad reconoce que en más de una ocasión de hizo de la vista gorda ante algún asalto en la vía pública. ``Pa' que te metes, si todos los días viene uno aquí. Estos cabrones son rencorosos'', confiesa.

Sin embargo, el director de la Judicial capitalina afirma que los operativos efectuados en la zona de Tepito y la colonia Morelos tienen resultados ``bastante buenos''. Dice que en lo que va del año se cambió tres veces a los agentes asignados a Tepito para evitar que caigan en compromisos, y solicita a quienes tengan alguna queja a que presenten denuncias ante el Ministerio Público.

``Que tengan la seguridad de que yo mismo los voy a atender. Cuando encontramos a los delincuentes en flagrancia siempre los hemos detenido''.