Ni a productores ni a obreros satisfizo el incremento al precio de la tortilla
El movimiento obrero organizado e independiente rechazó el aumento de 11 por ciento al precio del kilogramo de tortilla, autorizado por la Comisión de Evaluación y Seguimiento de la Alianza para el Crecimiento. Mientras, el presidente de la Coalición Nacional de Industriales de la Masa y la Tortilla, Jesús Fonseca Martínez, aseguró que el aumento fue una decisión ``unilateral'' y censuró el ``madruguete'' de las autoridades. La medida ``ya estaba cocinada'', dijo.
``Sólo nos llamaron de emergentes para taparle el ojo al macho y decir que nosotros pedimos el incremento'', agregó el industrial.
Los industriales del sector advirtieron que el incremento autorizado (veinte centavos por kilo) es insuficiente y que pugnarán por que el gobierno acepte liberalizar el precio del producto básico.
A nadie satisfizo el aumento de 20 centavos al precio de
la tortilla. Foto: Carlos Ramos Mamahua
A su vez, la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) informó que a pesar del incremento al precio de la tortilla, el subsidio que beneficia a dos millones 100 mil familias permanecerá inalterado hasta finales de 1997. Agregó que a partir del próximo lunes el subsidio que se otorga para el abasto de este producto pasará de 340 a 380 millones de pesos diarios, para aquellas familias que perciban un ingreso de hasta dos salarios mínimos. El apoyo se otorgará en 13 mil tortillerías de áreas urbanas del país.
El presidente nacional de los productores de maíz, Abel Castellanos, aseguró que el incremento obedeció a una situación de emergencia parcial y que con éste se aliviará ``un poco la situación de los industriales, aunque ello no representa un cambio de fondo''. Exigió que los apoyos otorgados a través de los subsidios se orienten a la población de escasos recursos.
Francisco Hernández Juárez, dirigente del Sindicato de Telefonistas e integrante del Foro el Sindicalismo ante la Nación, consideró que es inadmisible el aumento al precio de la tortilla, pues ``no fue sólo un abuso, sino una burla y una falta de respeto para las clases mayoritarias del país''.
Integrante del ala disidente al Congreso del Trabajo, organismo del que formaba parte desde hace 25 años, Hernández Juárez sostuvo que el aumento a la tortilla demuestra que el gobierno no está interesado en modificar su política económica. ``Me parece que nadie evaluó el daño que esta acción provocará a los trabajadores y a la mayoría de la población; me parece muy grave''.
El líder de los telefonistas se pronunció en favor de la desaparición de los pactos económicos o alianzas de esta naturaleza ``porque ya no funcionan y no tienen sentido social''.
Agustín Rodríguez Fuentes, presidente del Foro y líder del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México, dijo que una vez más, con el acuerdo cupular para fijar aumentos a productos básicos, el gobierno demuestra ``incoherencia'' entre sus discursos y los hechos.
``Es urgente un nuevo pacto social. El movimiento obrero independiente pugnará por que el Congreso de la Unión sea la instancia que fije los lineamientos de la política económica, con base en análisis y acuerdos democráticos'', reiteró.
Mientras tanto, los industriales advirtieron que demostrarán, con base en ``estudios reales y totalmente objetivos'', que la política de alzas mínimas a nadie beneficia.
Para el dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores del ISSSTE, Marcelino Miranda Añorve, el aumento a la tortilla es ``un golpe letal'' a la deteriorada economía obrera y rechazó la propuesta de la iniciativa privada de liberalizar el precio de este producto a partir de 1998.
El también diputado federal afirmó: ``Con todo el respeto que me merecen las centrales obreras que aglutinan a millones de trabajadores, cualquier acción para aumentar precios debe ser sometida a un análisis generalizado que incluya a todas las organizaciones obreras bajo la premisa de una política sindical colegiada e incluyente''.
El presidente de la comisión de Distribución y Manejo de Bienes de Consumo del Senado de la República, Porfirio Camarena Castro, calificó de improcedente el aumento a la tortilla. Las presiones que ejercieron los empresarios ante las secretarías de Comercio y del Trabajo demuestran ``su desmedida ambición por recibir ganancias y de ninguna manera reflejarlas en el mejoramiento de la situación de las empresas''. (Antonio Vázquez, Humberto Ortiz, Fabiola Martínez, Martha García y Elizabeth Velasco)