La Jornada Semanal, 24 de agosto de 1997
La luna es un fantasma negro
fantasma que no termina, que merodea
las voces apenas delineadas
Una mano borra su sonido
al pasar, los ojos callan
Había sólo luces adivinadas
Conversación en silencio
que corría como filo de luz
sobre el cuerpo, sombra
de la luna
Noche inconclusa en los ojos
noche que huye
en tu memoria hasta que vuelva
a tientas en busca de su sombra
que refulge en silencio
Volverá tras la paz del aire
que se enciende oscuro
el tic tac de la conversación
que recorre muros lentos
en el aire negro
Deseo de alguien que vuelve
como halo de sombra
en este roce insomne
de voces
Nadie
nadie hasta lavar todo
vestigio de memoria en manantiales
de ciega agua.