La Jornada 28 de agosto de 1997

``Hipocresía medieval'' del arzobispo Rivera: evangélicos

Mireya Cuéllar y Salvador Guerrero Chiprés Ť Los masones están muy sorprendidos por los muchos conocimientos que el arzobispo Norberto Rivera tiene en materia de condones --tanto como para decir que son productos nocivos para la salud --; ``se me hace francamente paradójico que el señor arzobispo sepa tanto de condones, cuando supuestamente no tiene por qué usarlos'', señaló Salvador Ordaz Montes de Oca, dirigente del Frente Liberal Mexicano.

El también diputado electo del PRI se reunió ayer con el secretario de Gobernación, Emilio Chuayffet, y al salir de ese encuentro comentó que debe haber un llamado de atención para la Iglesia, dado que los comentarios de Rivera Carrera tienen que ver con programas gubernamentales de beneficio social.

Recomendó al arzobispo ``reorientar'' sus opiniones hacia cuestiones de las que la Iglesia ``sepa más'' y no interferir en programas relacionados con la salud pública, como son la promoción del uso del condón como medida de prevención contra el contagio del sida.

Además, comentó, el control de la natalidad es un problema que el gobierno debe atender porque no hay programas sociales que funcionen sin una planeación que evite un crecimiento indiscriminado de la población.

Sugieren que Rivera Carrera se preocupe por casos de corrupción

La Federación de Iglesias Cristianas en México (Ficemex) y la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice) pidieron redoblar la campaña antisida y opinaron que el arzobispo Norberto Rivera Carrera padece un ``síndrome de hipocresía medieval'' y aunque comparten el rechazo a la promiscuidad y otras expresiones de la sexualidad ``de ninguna manera queremos que quienes la practican mueran de sida''.

El Centro de Investigaciones del Instituto Cristiano de México, encabezado por Jorge Erdely, señaló en un comunicado que es ``sospechosa'' la aparente preocupación del arzobispo mientras que casos como los abusos cometidos por el superior general de la orden católica de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel Degollado y denuncias contra Gerónimo Prigione son ignoradas a pesar de que en la Iglesia católica representan ``verdaderos escándalos''.

Erdely lanzó a la jerarquía católica la pregunta de por qué incluso el nuevo nuncio Justo Mullor se irrita por la ``manipulación'' de su entrevista y no reacciona con investigaciones o explicaciones públicas sobre el quebrantamiento interno de las reglas en la Iglesia católica, tan preocupada nuevamente por el condón.

En conferencia de prensa el presidente de Ficemex, Gabriel Sánchez, exigió al gobierno federal redoblar la campaña antisida ``por encima de actitudes mojigatas e hipócritas que ni reflejan la verdadera ética cristiana derivada del Evangelio de Cristo, ni es acorde a la realidad vivencial de quienes rasgan sus vestimentas''.

``Adoptar actitudes moraloides y ver en los esfuerzos que el sector salud y Conasida realizan la oportunidad de proyectar el síndrome medieval de la hipocresía, no sólo es comportarse como avestruz, sino resulta atentatorio contra la misma existencia humana'', agregó el pastor Sánchez.

En otra conferencia de prensa el presidente de Confraternice, Arturo Farela Gutiérrez,señaló que aunque la ética evangélica reprueba el sexo extramarital, ``no pretende imponerse a la sociedad''.

``Ninguna iglesia puede pretender imponer sus criterios o principios a una sociedad plural. No aprobamos la promiscuidad pero tampoco queremos que quienes la practican mueran de sida''.

Además los evangélicos ``recomendamos a los que no están de acuerdo con nosotros que usen el condón y extremen precauciones. Por lo demás, es cierto que aun con el condón existen riesgos'', agregó el directivo de Confraternice.

Ficemex y Confraternice subrayaron que para las instituciones públicas encargadas de vigilar la salud y para las iglesias evangélicas sería irresponsable evadir el tema o dar información ambigua.

``Parte de la herencia cultural que padecemos en América Latina a raíz de la hegemonía católico-romana es la de que el sexo es sucio, es malo y por eso los padrecitos no se casan'' señaló Sánchez, pastor casado y crítico de jerarcas irrespetuosos de sus votos y de la sexualidad de monjas y niños.