La Jornada 28 de agosto de 1997

Afectan dinero y armas la democracia mexicana

Emilse Valencia, corresponsal, Nogales, Son., 27 de agosto Ť Antes de finalizar este año, Estados Unidos instalará ocho máquinas gigantes de rayos X a lo largo de la línea divisoria con México para detectar droga por vía terrestre. Asimismo, se agregarán mil agentes a la Patrulla Fronteriza y tecnología de punta para detener el cruce de armamento y dinero a nuestro país.

Lo anterior lo anunció el general Barry McCaffrey en el marco de la 15 Reunión del Mecanismo de Enlace Federal para Asuntos Fronterizos, realizada aquí con la participación de 37 delegados de ambos países.

El director de la oficina de política contra las drogas, explicó que dos máquinas gigantes se instalarán en Nogales, Arizona, por ser una de las fronteras por donde cruza mayor cantidad de enervantes, principalmente cocaína y heroína. Como ejemplos, en el año fiscal de 1997 (del primero de octubre al 31 de julio de este año) fueron confiscadas 37.3 libras de heroína y 14 mil 731.5 de cocaína.

Luego de sostener una reunión a puerta cerrada con 16 representantes de México y 21 de su país, McCaffrey reconoció en conferencia de prensa que su país no sólo es consumidor sino ``gran productor'' de droga, armamento y dinero, estos dos últimos que fluyen hacia el sur. ``Ya es hora de reconocer que no sólo consumimos el 11 por ciento de la droga que se genera en el mundo, sino que producimos una gran parte de ella y que la producción de armamento y dinero le está causando serios problemas a la democracia de México'', dijo el zar antidrogas.

Cuando habló de compartir no sólo información con la inteligencia mexicana, sino tecnología y capacitación, una periodista estadunidense le preguntó cómo se dará esa coparticipación ``sabiendo la corrupción que priva en este país''. McCaffrey reconoció que tan corruptos son los funcionarios de este país como de aquel, y que incluso el gobierno mexicano ha incautado más droga que ellos en los últimos ocho meses (puso como ejemplo las 30 toneladas de cocaína) y sus agentes federales han sufrido más bajas en el combate a la droga.

Hizo hincapié en que no se debe militarizar la frontera para combatir el narcotráfico: ``Tenemos que edificar la imposición al respeto de la ley y de los derechos de las personas. Sólo los jueces, la policía y los fiscales deben tener autoridad para actuar en su propio terreno con respeto absoluto a la soberanía de cada nación'', subrayó.

McCaffrey reconoció que esta reunión no sólo fue de órdenes de Estados Unidos hacia México, sino de aprendizaje mutuo. ``Fue una experiencia educativa escuchar a los dos cónsules de México y al subprocurador en sus propuestas para combatir la corrupción y la violencia que genera el tráfico de drogas y el flujo de dinero ilícito en la frontera''.

La delegación estadunidense también estuvo integrada por expositores del FBI, la DEA, la Patrulla Fronteriza y el consulado en Hermosillo, Sonora. Por México, participó el subprocurador de Asuntos Jurídicos de la Procuraduría General de la República, Eduardo Ibarrola, quien dijo en entrevista que su participación se fincó en buscar una solución real y compartida al problema del narcotráfico, que sea respetuosa de la soberanía mexicana.

También participaron el delegado estatal de la PGR en Sonora, Carmen Oralio Castro Aparicio, y el alcalde de Nogales, Abraham Zaied Dabdoub.

Lo más trascendente de la reunión, en la que no se habló de monto de inversiones ni de plazos para echar a andar una estrategia conjunta de combate, fue el anuncio de las ocho máquinas detectoras.

También se dijo que en el año fiscal de 1997 en 755 operaciones en la frontera de Nogales se incautaron las autoridades estadunidenses de 85 mil 250.7 libras de mariguana. Asimismo, decomisaron 2 millones 633 mil 604 dólares como producto de venta de droga, en 875 intervenciones.

El encuentro fue organizado por la Secretaría de Relaciones Exteriores y cabe resaltar que más de una centenar de miembros del Estado Mayor, de elementos del Ejército y de la PGR custodiaron el recinto y secuestraron por más de tres horas a los miembros de la prensa en un cuarto de hotel a donde fueron llevados con el pretexto de acreditarlos y no los dejaron salir hasta que concluyó la reunión.