La Jornada 29 de agosto de 1997

Exige el CT aumento de 15% al salario mínimo; imposible: SHCP

Antonio Vázquez, Martha García y Laura Gómez Ť El secretario de Hacienda, Guillermo Ortíz Martínez, aseguró que la macroeconomía inició su proceso de aterrizaje y que los resultados empiezan a reflejarse en el poder adquisitivo de los trabajadores. Anticipó que en breve --no fijó fechas-- ``empezará a verse más dinero en el bolsillo de las familias; más dinero para poder cubrir sus necesidades''.

En contraste, el nuevo presidente del Congreso del Trabajo, Héctor Valdés Romo, exigió un incremento salarial del 15 por ciento a los salarios mínimos para finales de octubre, y anticipó que para ello dialogará con todas las organizaciones sindicales para conformar un bloque obrero que definirá los tiempos de la demanda, la cual no podrá ser inferior a ese porcentaje.

Al respecto, el subsecretario de Hacienda, Martín Werner, descartó la posibilidad de otorgar un incremento a los minisalarios antes de que concluya 1997. ``Con los criterios normales, el aumento a los mínimos sería a finales de 1997 o principios de 1998 en consecuencia con el actual programa económico''. Otorgar la mejoría antes dispararía los índices de inflación y se afectaría la recuperación de los salarios reales, sostuvo.

Para el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) el producto interno bruto (PIB) aumentará entre 5 o 6 por ciento en lo que resta del año, aun y cuando a partir del próximo mes y hasta febrero de 1998 se presentará un relativo aceleramiento inflacionario. Ello, debido a que el fuerte ritmo de la actividad económica incentivará a muchos industriales a revisar los precios de sus productos, lo que generará que las tasas de referencia se mantengan en niveles de 18.5 y 19.5 por ciento, respectivamente.

Guillermo Ortiz fue entrevistado al término de la reunión quincenal de la Alianza para el Crecimiento y descartó una posible devaluación del peso. ``Tenemos suficientes reservas internacionales para ayudar a disminuir la volatilidad de nuestra moneda, y tanto el gobierno federal como las autoridades financieras no buscan determinado nivel de fijación en el tipo de cambio. Este es determinado libremente por las condiciones del mercado'', afirmó.

Sobre la situación que enfrenta Banca Confía, el funcionario habló sobre operaciones realizadas en paraísos fiscales, mejor conocidas como off shore, que se hicieron al margen de la institución. Esas operaciones, apuntó, ``fueron hechas al margen del banco y no están regidas por las leyes mexicanas''.

Aumento salarial de 15%, pedirá el CT

En Puebla, el presidente electo del Congreso del Trabajo (CT), Héctor Valdés Romo, adelantó que el organismo demandará un incremento del 15 por ciento al salario mínimo a finales de octubre, para lo cual se negocia con las 42 organizaciones que lo integran. Tras aclarar que sostiene pláticas con el Movimiento Sindical Independiente con el objeto de conformar un bloque obrero, indicó que en septiembre ambas organizaciones discutirán el porcentaje a solicitar, el cual no deberá ser menor a lo señalado, pero sí una petición conjunta y concertada.

Durante la clausura del congreso de la Confederación Nacional Campesina (CNC), Valdés Romo dijo que no descansará hasta que los sindicatos disidentes se reintegren al CT. Explicó que es necesario apuntalar los esfuerzos de organización para construir un frente nacional obrero. pues las decisiones por separado debilitan al movimiento laboral, por lo que consideró urgente empatar los objetivos de los sindicatos en una sola expresión para enfrentar los embates de la economía global.

El también dirigente de la FSTSE, señaló que formalizará pláticas con el Movimiento Sindical Independiente para que exponga los motivos de su disidencia, y resaltó que el diálogo es el único camino para la unidad del movimiento obrero.

Sobre las tareas que enfrentará en su nuevo cargo al frente del Congreso del Trabajo se incluyen la de hacer cumplir la Ley Federal del Trabajo en el pago del reparto de utilidades, derecho laboral que ha sido ``escamoteado'' por los patrones, así como fortalecer algunas disposiciones como los pagos de aguinaldo, prima vacacional e indemnizaciones por despidos.

En tanto, el CEESP aseguró que el producto interno bruto aumentará entre 5 o 6 por ciento en lo que resta del año, a pesar de que a partir del próximo mes y hasta febrero de 1998 se presentará un relativo aceleramiento inflacionario.

Explica que el fuerte ritmo de la actividad económica incentivará a muchos productores a revisar al alza los precios de sus artículos, lo cual generará que las tasas de referencia se mantengan alrededor de los actuales niveles de entre 18.5 y 19.5 por ciento.

Sin embargo, aclara que la reducción neta en el crédito interno evitará un crecimiento excesivo de la base monetaria, constituyéndose en el principal elemento de estabilidad de corto plazo para las tasas de interés y el tipo de cambio.

En un documento de divulgación restringida, el CEESP señala que la economía entró de lleno a un ``ciclo de crecimiento sostenido'', que puede ser perdurable en la medida en que se superen algunos problemas que todavía se enfrentan.

Por ejemplo, las tasas de interés se mantienen elevadas en términos reales; el crecimiento de los precios, dadas las condiciones de la economía, debiera ser más reducido, y las ganancias en productividad de la mano de obra aún no se expresan en mejores remuneraciones reales.

No obstante, no se avizoran signos de desequilibrio ni cuellos de botella, y sí un mayor flujo de inversiones sobre todo privadas nacionales y extranjeras, para afianzar el crecimiento y el bienestar.

De acuerdo con sus estimaciones, la economía seguirá expandiéndose en la segunda mitad del año, aunque no a tasas tan espectaculares como las de los últimos cinco trimestres; esta situación no debe ser motivo de preocupación, pues el PIB aumentará entre 5 o 6 por ciento en lo que resta del año.

En este sentido, el CEESP indica que si bien en agosto nuevamente el incremento de los precios será inferior a uno por ciento, a partir de septiembre, y luego en noviembre, diciembre, enero y febrero próximos se presentará un relativo aceleramiento de la inflación porque ``los inversionistas demandarán un premio más alto''.

Considera asimismo que la inflación --a julio fue de 19.7 por ciento-- podría haber bajado más rápidamente de no ser por la indización de precios de bienes y servicios públicos como la energía eléctrica, combustibles, gas y gasolinas, así como de los artículos incluídos en la canasta básica; sin embargo, señala que en términos de poder adquisitivo los salarios de los segmentos de menores ingresos han sido menos afectados.