Los preservativos son ``moralmente ilícitos'', señala el arzobispo Rivera Carrera
Salvador Guerrero Chiprés Ť ``No acobardarse ante las presiones de la ideología de moda'' pidió el arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, a sacerdotes, religiosos y religiosas, laicos comprometidos, todos los católicos y, ``especialmente, a los médicos que trabajan en el área llamada salud reproductiva''.
Los preservativos son moralmente ``ilícitos'', sostuvo.
Calificó al narcotráfico y la ``corrupción de la juventud''como mutilantes de la personalidad.
Indicó que prejuicios ideológicos y ``debilidad cultural'' explicarían la aparente resistencia de un sector de la sociedad a entender que la castidad conyugal no es menosprecio de la sexualidad, sino llamado a ``poner el amor y no el egoísmo como base de todas nuestras relaciones''.
Ante una feligresía atenta que abarrotó la nave central de la catedral metropolitana, Rivera Carrera se negó a dar un paso atrás ante las críticas recibidas por su propuesta de colocar una leyenda precautoria en los condones y en la defensa de los valores católicos de fidelidad conyugal y abstinencia prematrimonial.
``Castidad y fidelidad no se pueden imponer, pero siempre serán un ideal'', agregó improvisadamente al texto al que dio lectura. Insistió en la católica doble dimensión de la unión conyugal, ``la unitiva y la procreativa'' que, dijo, no pueden separarse sin alterar la verdad íntima del mismo acto conyugal.
``Por ello, todos los medios que de modo artificial, como los fármacos anticonceptivos, dispositivos intrauterinos o preservativos, rompen el significado de la unión sexual entre los esposos, son ilícitos''.
``Vivimos en una sociedad que ha perdido la capacidad de generar personas que mantengan íntegros sus ideales, para caer en una situación de impotencia ante los grandes flagelos que la atacan como el narcotráfico, la corrupción de la juventud, el materialismo'', todos ellos, agregó Rivera Carrera son elementos mutilantes de la persona.
Al finalizar su mensaje dedicó la homilía a los centros de ayuda a la mujer, parte del movimiento Pro Vida, coordinados por Lourdes Delgado: ``Por las 15 mil 400 vidas que han salvado'' del aborto en ocho años de existencia en el país.