La Jornada 2 de septiembre de 1997

De 2.54 dólares, el costo por barril de petróleo; se vende a 16: Pemex

César Martínez Ť ``Es importante que la actividad de exploración y producción del petróleo esté reservada a la nación mexicana, porque de esa manera se garantiza que la totalidad de su renta económica se transfiera hacia el resto de la sociedad'', afirmó el director general de Petróleos Mexicanos (Pemex) Refinación, Jaime Mario Willars, al finalizar su conferencia en la XXI Semana de Ingeniería Química inaugurada ayer.

Willars alertó sobre el gran interés que existe en empresas de muchos países en participar en las actividades de extracción de petróleo mexicano, debido a que posee un amplio margen de utilidad.

Explicó que el costo de producción de un barril de petróleo de Pemex es de 2.54 dólares, mientras el precio de mercado al cual lo comercializa para la refinación es de 16 dólares, cuya diferencia arroja una alta renta económica que coloca a la paraestatal como la tercera de mayor margen de utilidad en el mundo.

En cambio, las otras tres áreas de negocios de Pemex: refinación, gas y petroquímicas básica, y petroquímica, tienen márgenes de rentabilidad muy estrechos.

Una clasificación que toma en cuenta las reservas y producción de crudo y gas, la capacidad de refinación y los activos totales, ubica a Pemex como la quinta empresa mundial, lugar que también ocupa México en la producción de crudo.

También advirtió que en los próximos días --cuando comienza la nueva Legislatura sin mayoría priísta-- se reabrirá seguramente la discusión sobre la participación privada en las actividades de extracción y refinación de petróleo.

Actualmente, las leyes mexicanas permiten la intervención privada en la petroquímica y en la comercialización de gas natural, pero reservan a la nación la exploración y producción, y la refinación del petróleo.

Al referirse a la restructuración de la empresa, desarrollada en su conferencia Pemex: Procesos de cambio hoy, Willars manifestó que ``el sector privado tiene un papel importante que jugar en la petroquímica y en la comercialización de gas natural'', pero se opuso enfáticamente a trasladar a manos privadas las actividades que hoy sólo están permitidas a su empresa.

La tecnología está disponible

Admitió que existe una discusión sobre el tema donde los defensores de la privatización argumentan que la apertura daría mayores recursos y tecnología a la producción de petróleo.

Sin embargo, aseguró que esto es equivocado, porque la tecnología necesaria ``está disponible en el mercado, y entonces se puede adquirir''. Explicó que la tecnología la poseen las empresas que proveen servicios y no las petroleras, ``que podrían hacer lo mismo que estamos haciendo nosotros, que es adquirirla en el mercado''. Incluso, añadió, los actuales programas de inversión de Pemex prevén, justamente, obtenerla.

Respecto a la disponibilidad de recursos, imprescindibles para la extracción de petróleo por ser una actividad altamente intensiva en el uso de capital, resaltó que Pemex posee los fondos necesarios para llevarla a cabo, ``porque nuestros proyectos son altamente rentables''.

Recordó la discusión que se produjo durante la aprobación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, donde se adoptó la posición de seguir manteniendo bajo el ámbito público estas actividades.

Opinó que la refinación también debe permanecer en manos del gobierno, ``porque esta actividad está muy vinculada con la producción de crudo'', y en todo el mundo las empresas petroleras integran ambas actividades. Además, en México 40 por ciento del crudo se destina a Pemex Refinación, al mercado interno, lo cual permite fortalecer el precio de mercado.

Reconoció que a pesar de no existir razones que justifiquen desde el punto de vista económico un cambio a la decisión tomada, ``hay también una discusión de tipo político'' en este sentido, donde existen dos visiones, pero resaltó que es partidario de continuar reservando la explotación y producción de petróleo, e incluso la refinación, en el ámbito público, porque la alta renta económica que devuelven debe quedar en manos de toda la sociedad.