La Jornada 2 de septiembre de 1997

Fidel Castro: caiga quien caiga, muera quien muera, la revolución seguirá

Afp, Ansa, Reuter, Efe y Pl, La Habana, 1o. de septiembre Ť Bajo un torrencial aguacero, el presidente cubano Fidel Castro descalificó hoy una ola de rumores sobre su estado de salud, e incluso bromeó en torno a las especulaciones sobre su muerte, al presidir aquí una ceremonia por el inicio del año escolar.

``Adiós, esperanzas de los imperialistas, que pase lo que pase, caiga quien caiga y muera quien muera, la revolución cubana continuará'', exclamó con ironía el mandatario cubano, quien el pasado mes cumplió 71 años, al comentar las versiones de medios de prensa de la ciudad estadunidense de Miami que el miércoles anterior difundieron la noticia de que estaba hospitalizado, mientras que otros hablaron de su muerte.

Luciendo su tradicional uniforme verde olivo, el gobernante cubano habló durante 45 minutos, la mayor parte bajo una intensa lluvia en un foro abierto en la Ciudad Escolar Libertad, una antigua fortaleza militar convertida en complejo educativo al triunfo de la revolución.

Ante cientos de escolares, profesores y funcionarios, Castro llegó a aconsejar a quienes tuvieran gripe que se fueran a sus casas y aseguró, en tono de broma, que se trataba de un ``sabotaje por lluvia''.

``A cada rato nos matan a alguno de nosotros, pero no nos tomamos la molestia de responder'', dijo en el primer discurso que pronuncia desde el pasado 4 de abril. La última vez que el mandatario apareció en público fue el 8 de agosto, durante una recepción a sindicalistas extranjeros transmitida por la televisión cubana. Pero su silencio sorprendió, sobre todo, el 26 de julio, fiesta nacional de Cuba, cuando fue remplazado por su hermano Raúl en el discurso más importante del año.

``Todos tenemos que morirnos un día. Si pasa ¿cómo convenceremos a la gente de que es verdad?'', continuó Castro, quien fue interrumpido en varias ocasiones por los aplausos. Añadió que ``se desprestigian con todas estas mentiras y todas esas cosas, y me imagino que a nadie se le ocurrirá enterrar a alguno de nosotros sin decírselo a nadie''.

En un tono menos jocoso advirtió que ``Estados Unidos tiene esperanzas de que, cuando desaparezca la generación que inició la revolución, todo cambiará, que algún día se desplomarán estas ideas y estos valores, y estas obras, como se han desplomado lastimosamente, tristemente, terriblemente en otros países'', dijo. ``Pero ignoran --continuó-- que desaparecida ésta, vendrán otras inspiradas en la obra de la revolución y en el ejemplo del Che Guevara''.

Castro aseguró que los maestros cubanos tienen la misión de transmitir los valores del ``hombre nuevo'' que promovía el Che, al tiempo que insistió en que el gobierno cubano ``no ha cerrado ni una sola escuela'', pese ``al bloqueo horrendo, criminal, repugnante y genocida''.

Los rumores difundidos en Miami sobre la salud del veterano líder revolucionario encontraron eco en medios periodísticos de varios países del mundo, lo que llevó el jueves pasado a la cancillería cubana a desmentir esas versiones ``que tienen la marca registrada de los mentirosos de la extrema derecha'', según la vocera Marianela Ferriol.

Fuentes diplomáticas difundieron poco después que Castro recibió ese mismo jueves a los congresistas republicanos estadunidenses Tom Campbell, de California, y Marshall Sandford, de Carolina del Sur, quienes dijeron que el mandatario ``lucía bien'' para un hombre de su edad.

Crean exiliados ``frente'' contra un crucero de cristianos a la isla

En Miami, entre tanto, una docena de agrupaciones del exilio cubano anunciaron hoy la creación de un frente opositor a un crucero organizado por la Iglesia católica de esa ciudad para llevar a unas mil personas a Cuba durante la visita del papa Juan Pablo II en enero de 1998.

Unas 150 personas acudieron a una reunión el pasado domingo en representación de los grupos Unidad Cubana, Municipios de Cuba en el Exilio, el paramilitar Alpha 66 y Agenda Cubana, entre otras, en la que acordaron inundar la arquidiócesis de Miami de llamadas y cartas de protesta por la decisión, informó El Nuevo Herald.

La semana pasada, el Departamento de Estado otorgó permiso a la arquidiócesis de Miami para organizar un crucero con capacidad para unos mil peregrinos que quieren viajar a Cuba para ser testigos de la visita papal.