La Jornada 2 de septiembre de 1997

Ningún poder subordinado a otro, desde hoy: Muñoz Ledo

Roberto Garduño, Ciro Pérez Silva y Oscar Camacho Guzmán Ť El diputado perredista Porfirio Muñoz Ledo dijo al Presidente que en México ya no hay espacio para que ``ningún poder quede subordinado a otro'' y, de cara a la nación, convocó a un foro nacional en la Cámara de Diputados para rectificar y enderezar el rumbo de la política económica actual.

Al responder como presidente del Congreso de la Unión el tercer Informe de gobierno, Muñoz Ledo expresó al mandatario que ``la obcecación es contraria a la sabiduría y nociva para los quehaceres del Estado'', y que ``saber gobernar es también saber escuchar y saber rectificar'', porque -aludió a la máxima zapatista- ``el ejercicio democrático del poder es, ciertamente, mandar obedeciendo''.

Así, al final de la respuesta que dio ante senadores, diputados, cuerpo diplomático, gabinete en pleno y ministros de la Corte, Muñoz Ledo invitó a Zedillo a regresar a la Cámara de Diputados en sesión próxima, ``para compartir con los legisladores el resultado de las deliberaciones'' que se hagan a la glosa del Informe.

Ante un auditorio expectante, nervioso, ávido de conocer el contenido de su documento y en absoluto silencio, el perredista hizo uso de la palabra tan pronto el Presidente terminó su mensaje a la nación. Y en sólo 15 minutos arrancó más aplausos del bloque opositor que los brindados al mandatario por sus correligionarios priístas.

En un texto de seis cuartillas y media, que no sometió a revisión como lo pretendían los priístas, Muñoz Ledo dijo que la sesión de ayer ``encarna sueños'' y simboliza aspiraciones democráticas de los mexicanos. ``Es condensación de historia y aquí desembocan y toman nuevo cauce muchas perseverantes y aun sacrificios contra el poder absoluto, de sus arrogancias y excesos, y en favor de la libertad y dignidad de nuestros compatriotas''.

Mientras leía, el presidente del Congreso de la Unión no dejaba de volver a su izquierda para dirigir sus palabras a Zedillo: ``Mi conciencia me dice que debo afrontar todas las dificultades, porque esa es la obligación que el voto popular ha querido imponerme'', señaló Muñoz Ledo.

Indicó que la presencia de diputados y senadores en el recinto de la 57 Legislatura se da ``por voluntad ciudadana'' y no por la ``complicidad con el poder''. En ese sentido, sostuvo que el mandato surgido del 6 de julio obliga a los legisladores a normar su conducta con patriotismo, racionalidad, tolerancia, seriedad en los trabajos, rigor en las deliberaciones y calidad en sus decisiones.

Las relaciones del Congreso con los Poderes Ejecutivo y Judicial, agregó, habrán de regirse por el más estricto respeto a la esfera de competencias que a cada uno marca la Constitución. ``A partir de hoy y esperamos que para siempre, en México ningún poder quedará subordinado a otro y todos serán garantes de los derechos ciudadanos, de la fortaleza de las instituciones y de la integridad y soberanía del país''.

De inmediato reseñó los retos de la 57 Legislatura como depositaria de las decisiones adoptadas por los ciudadanos el 6 de julio: ``Lo más urgente es el restablecimiento de la paz en Chiapas, mediante el cumplimiento de los acuerdos y la voluntad de enmendar injusticias históricas; el fin de la guerra silenciosa que alimenta la impunidad, la corrupción, la abismal desigualdad y la inadmisible miseria''.

Muñoz Ledo terminó su intervención al recordar que el cambio democrático se sintetiza en la mutación ``del súbdito en ciudadano'', y evocó la justicia mayor de Aragón ante el monarca: ``Cada uno de nosotros somos tanto como vos, y todos juntos valemos más que vos''.