30% de la fuerza laboral, en el sector informal: Bonilla
Fabiola Martínez Ť En México, 30 por ciento de la población económicamente activa (PEA) trabaja en el sector informal, reconoció ayer el titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Javier Bonilla García.
Cada año, un millón de personas buscan incorporarse a la actividad productiva, por lo que ``llevará un largo tiempo'' generar los empleos suficientes que demanda la sociedad y abatir el rezago acumulado en la materia, dijo el funcionario.
Según cifras oficiales, entre 35 y 38 millones de mexicanos se encuentran en edad y condiciones de trabajar y serían, de acuerdo con las estimaciones del funcionario, alrededor de 11 millones las personas subempleadas.
Bonilla García dejó en claro que no hay una cifra exacta en materia de desempleo, pero desde luego ``su volumen es muy considerable''. Ante esta situación confió en un crecimiento sostenido para los próximos años y en absorber paulatinamente a los trabajadores de la situación de informalidad hacia terrenos productivos.
Sostuvo que los programas económicos y sociales del gobierno tienen como fin generar empleos para solucionar los problemas de marginación y pobreza que afectan ``a muchas personas'', aunque para ello se requiere más ahorro e inversión.
Salario
Respecto a las percepciones de los trabajadores, en los primeros siete meses de 1997 se observó una recuperación de 0.5 por ciento del salario mínimo real, en comparación con el mismo periodo del año anterior.
En los anexos del Tercer Informe de Gobierno del presidente Ernesto Zedillo se destaca que el aumento salarial contractual de las revisiones realizadas de enero a julio de 1997 se ubicó en 19.4 por ciento, porcentaje superior a la inflación esperada para este año.
A su vez, los salarios pagados a los obreros y a los técnicos de producción de la industria maquiladora de exportación en abril de 1997 presentaron incrementos reales de 7.1 por ciento, respectivamente con relación al mismo mes del año precedente.
Sin embargo, cálculos del Congreso del Trabajo, la CTM, UNAM y Universidad Obrera indican que el poder adquisitivo de los trabajadores cayó alrededor de 68 por ciento en los últimos 10 años.
De diciembre de 1994 a la fecha los precios de los productos de consumo generalizado han aumentado 166.71 por ciento, mientras los salarios perdieron 35.05 por ciento de su valor.