Standard & Poor's reclasificó a la economía mexicana de ``estable a positiva''
Roberto González Amador Ť La firma estadunidense calificadora de inversiones Standard and Poor's mejoró el perfil de la deuda pública mexicana de largo plazo, tanto la denominada en pesos, como la contratada en moneda extranjera, como resultado de la apertura política que tenderá a aliviar la vulnerabilidad económica y crediticia.
La calificadora de inversiones, una de las más influyentes del mundo, asignó el grado Doble B a las obligaciones del gobierno mexicano de largo plazo denominadas en moneda extranjera, incluidos los Bonos Brady, además de que también mejoró el grado de la deuda en pesos.
Standard and Poor's mejoró su calificación de ``estable'' a ``positivo'' al monto de la deuda citada, que abarca en conjunto unos 75 mil 500 millones de dólares.
En el reporte emitido ayer la firma aseguró que la revisión positiva de la deuda mexicana refleja las perspectivas de que la apertura política ``sin precedente'' que se está dando en el país puede aliviar las presiones en los mercados locales.
El debate de los últimos días sobre el rumbo de la política económica defendida por el gobierno y a la que la oposición pretende introducir algunos cambios, son reflejo natural de un ciclo electoral como el que México acaba de vivir.
``Standard and Poor's espera que el nuevo pluralismo que impera en México sea una garantía de gobernabilidad a largo plazo'', señala el comunicado en el que la firma calificadora anunció la decisión de mejorar el grado de calificación de la deuda mexicana.
La compañía calificadora consideró que el proceso de apertura política estará lleno de baches. ``El paso definitivo para mejorar la posición crediticia de México dependerá de la capacidad del gobierno del presidente Ernesto Zedillo y del gobernante Partido Revolucionario Institucional para lograr un consenso genuino alrededor de las políticas orientadas al mercado''. Añadió que la reciente fortaleza de la economía, y especialmente de la balanza de pagos, podría mitigar el impacto de posibles reveses en el camino.