Excesiva, la carga fiscal, señalan 454 empresas en sondeo del CEESP
Humberto Ortiz Moreno Ť Las empresas del país consideran que la carga tributaria actual es excesiva y proponen fuertes reducciones en las tasas vigentes de impuestos como el ISR y el IVA, revela la encuesta semestral del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), realizada entre 454 compañías de diferentes sectores económicos.
Más de las tres cuartas partes de ellas (88.5 por ciento) se manifestaron por una reducción de los gravámenes y propusieron ajustar el impuesto sobre la renta para personas físicas y morales, a niveles de 19.35 y 23.10 por ciento, respectivamente, o sea 13 puntos porcentuales menos respecto a las vigentes.
Postulan quitar cinco puntos al IVA, cobrar 7.33 por ciento de Impuesto Sobre Automóviles Nuevos y 12.18 en promedio para otras cargas tributarias a la producción. Para matizar este hallazgo, el CEESP dice que este asunto ``amerita un estudio más profundo, pues hay que sopesar la importancia de mantener finanzas públicas sanas en una perspectiva de corto, mediano y largo plazos...''.
Considera imperativo definir qué impuesto a reducir tiene un impacto más favorable y permanente sobre los incentivos a la inversión, al ahorro y la creación de empleos, aunque concluye que es innegable que, a juicio de los empresarios, ``la carga fiscal que soportan es excesiva''.
Al respecto, el presidente de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales, Antonio Chedraui, pugnó por rebajar el IVA al 10 por ciento para reactivar el consumo interno y a mediano plazo recuperaría Hacienda el ingreso completo por la mayor cantidad de comercio formal que entraría, porque entre más altos sean los gravámenes la gente tenderá a irse a la economía informal.
El sondeo advierte también sobre una ``gran incertidumbre e insatisfacción'' en torno a la política cambiaria, principalmente por la revaluación del peso porque, aduce, ha lesionado la competitividad de productos o servicios que producen y venden las compañías consultadas, provocando pérdida de mercado, aunque la mayoría (60.1 por ciento) rechazó la necesidad de devaluar la moneda.
Sin embargo, en general las empresas encuestadas observan resultados en un entorno más favorable durante el primer semestre del año, aunque sin hablar de mejoras espectaculares. Afirman que lo peor de la crisis ha sido superado y se preparan para una mejor época.
El organismo, adscrito al Consejo Coordinador Empresarial (CCE), evaluó ventas, producción, empleo, salarios y capacidad instalada de las empresas, entre otros indicadores, todas ellas localizadas en las ciudades de México, Guadalajara, Monterrey y León, y dedicadas a la industria, el comercio y los servicios.
Así, pese a mejores condiciones económicas y expectativas más optimistas a corto plazo, ``se mantuvieron presentes los problemas relacionados con el endeudamiento y el alto costo del financiamiento, los cuales han impedido en buena medida que el desarrollo de las empresas goce de un mayor dinamismo'', y prevalece una lenta recuperación del poder adquisitivo de los salarios, que inhibe el consumo.
Confiada la planta productiva en una trayectoria positiva hacia el segundo semestre, la encuesta del CEESP revela que en el primer semestre de 1997 nuevamente cayeron las ventas, pero en cambio son superiores al mismo periodo de 1996. En la ciudad de México 78.9 por ciento de los establecimientos informó sobre una mayor comercialización de productos, apenas dos puntos porcentuales más que en la encuesta anterior.
Con ello, según el sondeo, por primera vez en los últimos dos años la urbe capitalina es la que presenta el mejor dato en la materia, luego de haber sido una de las más afectadas en la crisis.
Por sector de actividad económica, el de servicios fue el que registró mayores ventas en el lapso analizado, pues la proporción aumentó de 73.8 en la encuesta pasada a 80.7 por ciento en la actual, y las de Monterrey son las empresas que denotaron mejor comportamiento; le siguió el renglón industrial, con 75.2 y el comercial con 68.6 por ciento.
En el ramo fabril, precisa el CEESP, los avances más notables ocurrieron en la ciudad de México, pues las ventas repuntaron en 84.3 por ciento de las compañías.
No obstante, en todas las ciudades donde fue realizada la encuesta el número de comercios que aumentaron sus ventas de bienes cayó respecto al segundo semestre del año pasado, debido a factores estacionales y al lento ritmo con que está dándose la recuperación del poder adquisitivo de los salarios.
Empleo y salarios
En este tema, la encuesta del CEESP expone que hay un fuerte dinamismo en materia ocupacional, pues durante los primeros seis meses de 1997 las empresas que incrementaron su plantilla laboral representaron 27.1 contra 59.2 por ciento que mantuvo su personal sin cambio y una declinación de 13.7 por ciento de las plazas de trabajo.
Juzga necesario diferenciar entre compañías exportadoras y no exportadoras, pues las primeras aumentaron las plazas de trabajo 38.9 por ciento, mientras las segundas lo hicieron sólo en 21.9. En Monterrey se ha mostrado el mayor dinamismo en la generación de empleos.
Por lo que hace a salarios, la investigación del CEESP revela que el incremento promedio de los contractuales otorgados por las empresas fue de 16.4 por ciento en el primer semestre, superando la revisión de 15 por ciento declarada en los seis meses anteriores.
Asimismo, apunta, ``los empresarios estiman que el próximo incremento salarial será de 14.6 por ciento''. El mayor ajuste de emolumentos contractuales ocurrió en la ciudad de México, con 17.4 por ciento, y aquí está previsto el aumento más alto, con 15.6 por ciento. En Monterrey subieron 16.6 y en Guadalajara 15.2, contra sólo 13.5 por ciento en León.
Tipo de cambio, foco rojo
El 47.1 por ciento de las compañías encuestadas consideró, según el documento, que el valor actual del tipo de cambio ``es inadecuado''. El 55.2 por ciento de las unidades exportadoras, añade, reportó que la paridad no les es satisfactoria, lo que refleja la persistente preocupación acerca del tema.
La mitad de los negocios considera un problema grave la revaluación del tipo de cambio. En este primer semestre, la proporción de empresas opinó que este fenómeno les afectó negativamente.
No obstante la pérdida de competitividad que denunciaron los establecimientos cuestionados, 60.1 por ciento rechazó que sea indispensable un alto nivel de subvaluación del peso para competir más eficientemente.
Así, 51.3 por ciento opinó que debe continuar el esquema de libre flotación y 19.5 estuvo a favor de una fijación del tipo de cambio. ``La posición de algunos especialistas en el sentido de que la moneda debiera devaluarse para evitar un fuerte deterioro del sector externo no concuerda con la percepción de las empresas''.
Deficiente desregulación
Una cuarta parte de las empresas ha sido favorecida por el programa de desregulación, cuyos avances ``no son muy alentadores''. El problema radica, explica, en que los costos de cumplimiento de la gama de procedimientos que impone la autoridad representa un costo ``nada despreciable'' para las compañías, en especial para las pequeñas y medianas.
La regulación excesiva llega a representar, para más del 60 por ciento de los negocios, hasta 5 por ciento de sus costos.
Expectativas
En una clara tendencia de recuperación de ventas, con gran cantidad de empleos generados y las inversiones realizadas, 90 por ciento de las empresas encuestadas espera que su comercialización aumente 17 por ciento.
Como metas pronostican crecimiento económico de 7.5 por ciento en 1997 y 8.9 para 1998; inflación a 19.4 y 17.4 por ciento, respectivamente, contra salarios contractuales con aumentos de 16.4 y 14.6 por ciento para este y el próximo año. En tipo de cambio prevén 8.6 pesos por dólar al cierre de 1997, y 9.5 hacia 1998.