La Jornada 4 de septiembre de 1997

Reportan tiendas de autoservicio 5 mil robos de mercancía y equipo cada mes

Humberto Ortiz Moreno Ť La Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) advirtió sobre una grave crisis en materia de seguridad pública, facilitada por el deficiente marco legal y el inoperante y discrecional sistema de justicia, con el agravante diario de un elevado desempleo, el fuerte deterioro del poder adquisitivo y las inquietantes condiciones políticas y sociales prevalecientes desde 1995.

En un diagnóstico de la situación, la organización detectó una frecuencia mensual de 5 mil 560 ilícitos en todas sus modalidades -la mayoría, 3 mil 985, ejecutados por farderas-, con un monto de daños por mil 500 millones de pesos tan sólo en este año.

Por otra parte, Antonio Chedraui, presidente de la ANTAD, reconoció en rueda de prensa que es imposible aumentar en este momento el salario por decreto sin poner en riesgo los avances económicos, y lamentó que por ello sea de cero la evolución de las ventas de tiendas de autoservicio, aunque en las departamentales se espera un repunte de apenas 5 por ciento este año.

Chedraui presentó en rueda de prensa el estudio realizado por Consultores Internacionales, y patentizó que los tres mil 793 asociados están realmente alarmados por el crecimiento de los delitos que afectan su patrimonio, que inciden en la elevación de sus costos operativos, en perjuicio de los consumidores. Se aplicó en megamercados, hipermercados, supermercados, bodegas, superfarmacias, tiendas de conveniencia y especializadas, amén de departamentales, en 225 ciudades de la República.

El estudio encontró diez tipos de ilícitos: asalto a transportes propios de la empresa, a transportistas trasladando bienes de la compañía y a empleados en el traslado de valores; robo de farderas, de personal coludido con gente de proveedores, y de empleados asociados con transportistas, así como de mercancía de elevado valor agregado; violación de cajas de efectivo, robos internos y en aduanas.

La actividad de las farderas ocurre, según el diagnóstico, en ciento por ciento de las empresas asociadas. Son mujeres que en forma individual, pero apoyadas en acciones grupales y mixtas, y acompañadas a veces de menores, ocultan mercancías entre sus ropas distrayendo al personal de vigilancia y actuando en coordinación previa.

Están perfectamente organizadas y en muchos casos cuentan con protección y respaldo de policías judiciales y de agentes del Ministerio Público, lo que dificulta su consignación.

En segundo lugar están los robos internos del personal, vía ocultamiento de los bienes adquiridos.