La Jornada 7 de septiembre de 1997

Las mayores ganancias del narcotráfico se quedan en EU, afirma Herrán

Bogotá Ť Los cárteles mexicanos no han desplazado a los colombianos como líderes del tráfico de cocaína, señaló el fiscal antidrogas de México, Mariano Herrán Salvatti, al diario El Tiempo, deslindándose así de un criterio asumido en las últimas fechas por la DEA y la policía colombiana.

Durante una breve visita a Colombia, donde firmó un acuerdo de cooperación e intercambio de información con las autoridades de este país dedicadas a combatir el tráfico de drogas, Herrán ofreció una entrevista al periódico El Tiempo para hablar de la situación mexicana en la materia.

-¿A qué atribuye que los cárteles de México hayan asumido el control del narcotráfico, desplazando a los colombianos?

-No creemos todavía que se inscriba este fenómeno de desplazamiento de los colombianos. Precisamente estamos aquí para compartir información y ver cómo siguen operando los cárteles colombianos en México. Simplemente el trasiego de la droga ha aumentado en algunas partes hacia Estados Unidos. A la unión de operaciones de los cárteles de ambos países es a lo que tenemos que ponerle atención.

-Pero las autoridades colombianas afirman que una vez capturados los capos del cártel de Cali, la mafia mexicana asumió el control.

-Creemos que aunque las organizaciones criminales sean pulverizadas, éstas van a seguir operando. Aunque estén descompuestas mayormente, estos pequeños cárteles que siguen trabajando en Colombia continúan enviando cocaína para México.

-¿Quién se queda con la mayor parte de las ganancias del narcotráfico?

-La ganancia mayor está en el mercado de consumo. Es decir, se queda en Estados Unidos.

-Así como no se ha podido controlar la producción y el consumo de drogas, ¿tampoco se ha podido controlar la corrupción al interior de las instituciones mexicanas?

-Tenemos un fenómeno de corrupción como se da en muchas partes del mundo... pero de ninguna manera representa que las acciones del gobierno mexicano estén totalmente impedidas para seguir el combate contra el narcotráfico. El Instituto Nacional para el Combate a las Drogas se cerró ante el avanzado estado de corrupción y se creó en su lugar la fiscalía bajo mi responsabilidad. Todo el personal, 2 mil 300 funcionarios, fue separado del cargo.

-En Colombia se vivió el Proceso 8,000 porque los nexos del narcotráfico tocaron la política al más alto nivel, ustedes, que viven una historia paralela a la de Colombia, ¿han pensado en abrir su Proceso 8,000 para enfrentar la corrupción?

-Si bien estamos encabezando una lucha paralela, ésa es contra el narcotráfico. En México no tenemos un problema que afecte nuestras estructuras políticas. El narcotráfico no ha permeado hasta el alto nivel de las estructuras políticas. Al contrario, las esferas del poder, desde el más alto nivel, tienen su mejor empeño para que el narcotráfico sea combatido con la energía que se merece.

-Entonces, ¿no ve en el narcotráfico una amenaza para deslegitimar las instituciones mexicanas?

-Desde el punto de vista que tenemos del narcotráfico, como un problema de seguridad nacional, tenemos que enfrentarlo, pero eso no quiere decir que las instituciones mexicanas estén permeadas por el narcotráfico. Por eso lo estamos combatiendo, para que no llegue a ocurrir ese fenómeno.

-Cuántos cárteles han detectado en México y cuántas órdenes de captura hay vigentes?

-El cártel de Juárez, el del Golfo y el de Tijuana, con sus ramificaciones. Respecto del cártel de Tijuana debemos tener unas 35 órdenes de aprehensión; del de Juárez unas 20 o 25 y estamos por obtener unas 30 más. Del cártel del Golfo tenemos como unas 15 o 20 órdenes.

Durante su estancia en Colombia, el funcionario mexicano tuvo reuniones con el ministro de Defensa, Gilberto Echeverri; la ministra de Relaciones Exteriores, María Emma Mejía, y el director de la Policía, general Rosso José Serrano.