DAR EJEMPLO DE GOBIERNO, META PERREDISTA
Roberto Garduño Espinosa Ť Con el ánimo y la decisión de gobernar el país para el año 2000, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) esbozó ayer las cuatro grandes prioridades de ese instituto político: estructurar un buen gobierno del Distrito Federal, representar con dignidad al pueblo en el Poder Legislativo, establecer el proyecto de nación y reformar al partido.
Al inaugurar el sexto pleno del tercer Consejo Nacional del PRD, su presidente, Andrés Manuel López Obrador, sostuvo que el gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas en el Distrito Federal tendrá poco tiempo para hacer una obra material y cultural de las dimensiones que exige la ciudad de México, pero sí podrá dar ejemplo de lo que es un gobierno eficaz, una administración honesta y republicana que decida en función de las necesidades de su pueblo y no de los intereses de facciones o de grupo, dijo.
``A esto apostamos con miras al año 2000. Mucho dependerá del ejemplo de moralidad y eficiencia republicana del gobierno del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas; en otras palabras, si demostramos capacidad de gobierno y damos respuesta a las expectativas ciudadanas, aún con las limitantes de tipo estructural, y si elaboramos un programa convincente, seremos alternativa real y podremos triunfar en la elección presidencial del año 2000''.
Ante los consejeros de su partido, provenientes de todo el país, López Obrador definió la relación del PRD con las autoridades surgidas de su seno.
``Como aspirantes, como candidatos, debemos poner la organización partidaria al servicio de quienes luchan por alcanzar un cargo público por la vía electoral, pero una vez obtenida la victoria, el partido necesita dejar plena autonomía a sus autoridades para elaborar su programa de trabajo, integrar sus equipos administrativos y abrir sus relaciones con otras autoridades del signo que sean, porque así lo exigen las tareas de gobierno''.
Es decir, adujo, ``la regla de oro'' en la relación del PRD y los gobiernos que emanen de sus filas se sustentará en la premisa de que los candidatos son del partido, los gobernantes son del pueblo y sólo a él se debe. Reunidos en un hotel de la ciudad de México, los integrantes del Consejo Nacional escucharon de su dirigente una advertencia: ``No permitiremos prepotencia, tráfico de influencias, irresponsabilidades y corrupción en el seno de los gobiernos perredistas.
``Esto vale lo mismo para un regidor que para un alcalde o funcionario mayor, porque preferimos perder un gobernante que perder todo el partido, por causa de los malos funcionarios''.
En el Congreso se propondrán cambios en la política económica
Otro de los objetivos de la transformación del PRD, dijo, apunta en el desempeño de los diputados y senadores, porque en el Congreso de la Unión se pondrá en práctica la política del cambio que impulsa el perredismo, y lo mismo ahí se profundizará la reforma del Estado, se propondrán los cambios en la política económica, se precisarán métodos y objetivos de la misma, se defenderán los derechos de la mujer y las minorías étnicas, y se hará valer la demanda de justicia social que reclama la mayoría de los mexicanos.
Además de reconocer el sobresaliente comportamiento de los legisladores perredistas, López Obrador mencionó un tercer objetivo de cambio: el de la construcción de un proyecto de nación, más afinado, crítico y moderno; ``necesitamos erradicar para siempre la tendencia antiintelectual de nuestras filas y convocar a los mejores en una tarea que trasciende al partido y le importa al país''.
El último objetivo, dijo, es el fortalecimiento del PRD, que se realizará mediante una reforma democrática interna amplia y transparente. Pidió a los consejeros establecer el procedimiento eficaz para recoger las opiniones y propuestas del perredismo nacional.
``Para que los documentos básicos que surjan de nuestro congreso indiquen el rumbo del partido para convertirlos en gobierno nacional a partir del año 2000 y, ya desde ahora, ser, en los lugares donde gobernamos, una muestra de eficacia, honradez y racionalidad''.
El largo discurso resaltó que ha llegado el momento de crear en todo el país una sólida estructura partidista que le dé ``fluidez y potencia'' al PRD para competir en las elecciones locales y nacionales que se presenten. Adelantó que se trata de construir un comité de base en cada una de las 70 mil secciones electorales del país, que tengan facultades suficientes para ser espacios de participación política, desempeñen las tareas de afiliación, promoción del voto y representación del partido en casillas electorales.
``Si queremos gobernar a México en los años por venir debemos reformar el partido, fortaleciendo lo que ha funcionado, desechando lo que nos lesiona, enriqueciendo su ideario político, ampliando nuestro programa de lucha y mejorando nuestra organización interna, sobre todo ahí donde la realidad política nos obliga a nuevas reglas en el desempeño interno de nuestra organización''.
Otro punto de relevancia es el de establecer, estatutariamente, la ausencia en el PRD de corporaciones o grupos de presión que pretendan imponer al partido puntos de vista particulares o intereses políticos.
Arguyó que en el Congreso Nacional -a celebrarse a finales de febrero y principios de marzo de 1998- se deberán fijar reglas claras para la relación del PRD con gobiernos, partidos de otros signos políticos e ideológicos y organizaciones sociales y ciudadanas para hacer posible la convivencia democrática, sin desdibujar la identidad partidista y sin confunfir alianzas, acuerdos y consensos con complicidades o componendas.
``Debemos dejar muy claro que aliarse, consensar, acordar decisiones nacionales con otros partidos y el poder establecido es parte de la acción política y ahí necesitamos actuar con flexibilidad, pero sin hacer a un lado el programa.
``La aplicación plena de nuestro proyecto nacional será posible el día que seamos mayoría en las dos cámaras del Congreso de la Unión y obtengamos la Presidencia de la República. Este es el fin de todos los partidos; a eso aspiramos legítimamente''.
Después de la intervención de López Obrador y haberle dado cauce a la orden del día, que incluyó un análisis sobre la situación política nacional y las actividades del Comité Ejecutivo Nacional, se trataron asuntos particulares en donde destaca un balance elaborado por la Comisión Nacional de Afiliación que subraya la necesidad de depurar el padrón nacional único de afiliados del PRD -un millón 527 mil 24 militantes- y separar la función de afiliación de los procesos electorales internos en lo que corresponda a entregar un padrón confiable.
También se propone promover la realización de una campaña nacional de afiliación para que en el próximo Congreso Nacional se tenga idea del crecimiento organizado y políticamente sustentado que ha experimentado el partido.
``Este Consejo Nacional debe mandatar a las instancias autónomas del PRD (Comité General de Servicio Electoral, Comisión Nacional de Garantías y Vigilancia y Comisión Nacional de Afiliación) a que inicien un proceso de discusión y de organización del debate para definir en el próximo Congreso Nacional la modificación de los estatutos y reglamentos del partido, a fin de que le brinden coherencia y legalidad interna a las diversas funciones, tareas, actividades y procedimientos que deben cubrir''.