Defenderá el gobierno de El Salvador al autor confeso de atentados en Cuba
Afp, Reuter, Efe, Dpa y Pl, San Salvador, 16 de septiembre Ť El gobierno de El Salvador anunció hoy que hará ``lo imposible'' por ayudar al salvadoreño Raúl Cruz León, quien anoche confesó ante la televisión cubana su participación en atentados contra instalaciones turísticas en La Habana, que costaron la vida a un empresario italiano.
Estados Unidos, por su lado, expresó este martes sus ``serias preocupaciones'' sobre las garantías que ofrece el sistema judicial cubano a un ciudadano estaduni- dense detenido en la isla por presuntas actividades terroristas, y que podría ser condenado a muerte.
La televisión cubana presentó anoche en horario estelar la comparecencia del coronel cubano de inteligencia Adalberto Rabeiro, que mantuvo durante una hora atenta a la población, preocupada por la ola de atentados ocurridos en los dos últimos meses contra centros de turismo, principal fuente de divisas de la isla.
Sin mostrar signos de nerviosismo y en aparente buen estado de salud, Raúl Cruz León reconoció haber colocado los artefactos explosivos y explicó cómo introdujo en el país algunos de los medios utilizados en los atentados del 4 de septiembre contra los hoteles Copacabana, Chateau, Miramar y Tritón, y el restaurante La Bodeguita del Medio.
``Allá en El Salvador se me encomendó la misión de venir a colocar estos artefactos explosivos en una cierta cantidad de lugares turísticos, me dieron una lista, generalmente en hoteles, para crear pánico... entre los turistas, claro'', dijo Cruz León.
Precisó que llegó a La Habana por primera vez el 9 de julio pasado, vía Costa Rica, y en la segunda ocasión el 31 de agosto desde Guatemala. ``Me enviaron con los suficientes métodos modernos y para garantizar mi seguridad. Venía solo y me iba solo'', dijo.
Cruz León, miembro de una narcorred de la FNCA: Cuba
Sin embargo, en su breve testimonio, el ex cadete militar salvadoreño no reveló exactamente quién le encargó la misión de colocar las bombas. En cambio, el coronel Rabeiro dijo que Cruz León formaba parte de una ``red de narcotraficantes y terroristas'' en El Salvador, ``organizada, suministrada y pagada por la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA)'', para llevar a cabo los atentados en Cuba.
Rabeiro aseguró: ``disponemos de elementos que no dejan lugar a dudas'' sobre la conexión Cruz León-FNCA, pero agregó que ``no es conveniente, por el trabajo, por el momento, revelar al enemigo lo que sabemos y cómo lo sabemos''.
En una declaración divulgada tras la comparencia del salvadoreño, la FNCA negó las acusaciones y afirmó que los ataques probablemente fueron llevados a cabo por alguien dentro de Cuba y que el presidente Fidel Castro ``no tiene poder para poner fin'' a esos atentados.
Durante el programa, Rabeiro explicó que Cruz León introdujo a la isla los explosivos plásticos C-4 envueltos en material aislante, escondidos dentro de un aparato de televisión, y otros en las suelas de sus zapatos, mientras los detonadores venían dentro de bolígrafos falsos.
El coronel dijo que dos oficinas cubanas de turismo en México y Bahamas y el famoso cabaret Tropicana estaban incluidas en la lista de unas 12 instalaciones turísticas para ser blanco de atentados.
Tras calificar de ``pésima'' la moral del detenido, Rabeiro dijo que al ser detenido el 4 de septiembre, Cruz León no fue capaz de confesar que venía de colocar una bomba en el restaurante La Bodeguita del Medio, y recordó que el acusado dejó un explosivo en el hotel Tritón ``a pesar de estar en ese momento en su recibidor un grupo de niños y adolescentes'', evacuados luego de ser hallado el aparato.
Cruz León se encuentra a disposición de la fiscalía cubana bajo los cargos de ``sabotaje y terrorismo'', delitos cuyas penas oscilan entre 10 años y la pena de muerte, de acuerdo con el código penal cubano.
Por su parte, el ministro salvadoreño del Interior, Marcio Acosta, declaró hoy que Cruz León podría ser un ``chivo expiatorio'', y que La Habana ``anda buscando quién las pague y no quién las deba''. ``El juicio creo que se perfila como algo político, pero nosotros como gobierno debemos hacer lo imposible para salvarle la vida y rescatarlo'' de una eventual pena de muerte, agregó.
A su vez, el canciller Ramón González dijo que hablar de Cuba es hablar de un país ``donde no hay democracia ni derechos humanos, entonces no sé qué tan eficaz será la investigación en ese caso''.
En Washington, el vocero del Departamento del Estado, James Foley, dijo que ``Estados Unidos ha expresado desde hace tiempo sus serias preocupaciones en lo concerniente a la naturaleza y el funcionamiento del sistema judicial cubano'', al comentar versiones sobre un posible pedido de pena de muerte contra el ciudadano estadunidense Walter Van der Veer, arrestado en Cuba en agosto de 1996 y acusado en julio pasado de actividades subversivas y de ser ``agente de una organización terrorista de Miami''.
Al momento de su arresto, Van der Veer dijo haber viajado a Cuba para contactar con grupos religiosos locales, pero más allá de eso ``no sabemos nada de sus intenciones y actividades'', dijo Foley, quien precisó que personal de la sección de intereses de Estados Unidos en La Habana tiene contacto regular con el detenido.