Letra S, 4 de septiembre de 1977


Cartilla de la CNDH contra la discriminación a personas afectadas por el sida

En el ámbito de la persona que vive con VIH/sida, la discriminación presenta las siguientes consecuencias:

1. Propicia que quienes se perciben en riesgo de estar infectados no acudan a realizarse la prueba de detección y, por lo tanto, no cuenten con un diagnóstico oportuno que les permita atenderse antes de desarrollar la sintomatología propia de la enfermedad.

2. Aleja de los servicios de salud a las personas infectadas por el VIH. Esta situación se presenta por temor a que el personal que proporciona dichos servicios divulgue la condición del paciente en el lugar de trabajo o en el lugar donde vive.

3. Reduce la participación de quienes viven con el VIH/sida en los programas orientados a difundir información sobre las medidas necesarias para prevenir la infección.

4. Suspende o restringe el ejercicio de los derechos fundamentales de quienes se encuentran infectados por el VIH o enfermos de sida.

5. Aumenta el aislamiento, así como el sufrimiento de las personas que viven con el VIH/sida.

La discriminación relacionada con el VIH/sida tiene las siguientes consecuencias sociales:

1. Afecta la capacidad de las personas para aprender e informarse sobre la epidemia y, por lo tanto, disminuye su capacidad de respuesta ante el reto que representa prevenir la infección del VIH.

2. Aleja a la población de los lugares en donde se proporciona información relacionada con el sida.

3. Difunde los mitos que existen alrededor de la epidemia y propicia el miedo injustificado respecto a un posible contagio por medio del contacto casual con personas ya infectadas.

4. Refuerza la idea errónea de que el sida es una enfermedad exclusiva de determinados grupos sociales, tales como drogadictos intravenosos, homosexuales o sexoservidoras. A partir de este razonamiento, se piensa que quien no pertenece a dichos grupos no corre el riesgo de infectarse.

5. Fomenta la intolerancia hacia determinados grupos sociales que de manera equivocada han sido percibidos como representantes de la enfermedad. En este sentido, es frecuente que las personas, en lugar de adoptar las medidas necesarias para prevenir la infección, pretendan encontrar supuestos responsables de la evolución de la epidemia.

6. Propicia una división de la sociedad, en donde existe un aparente enfrentamiento entre los derechos de la mayoría no infectada y los derechos de las personas afectadas por el virus.

7. Daña a los familiares y a quienes rodean a las personas con el VIH/sida, dificultando que éstas últimas reciban muestras de apoyo.

8. Evita que la sociedad acepte la necesidad de establecer una responsabilidad compartida para enfrentar con éxito la epidemia del sida.

Tomado parcialmente de Sida‚Discriminación. CNDH.


Cómo presentar una queja en la CNDH

1.- Presente su queja por escrito a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), fírmela y conserve una copia.

2.- Señale el nombre de todas las personas que resultaron agraviadas con motivo de los hechos que usted reclama.

3.- Señale claramente su domicilio (incluyendo código postal) y su teléfono. En caso de no contar con servicio telefónico, anote el teléfono de un familiar o amigo donde puede recibir información sobre su caso.

4.- Señale cómo ocurrieron los hechos en que fueron violados los derechos humanos.

5.- Señale la fecha en que ocurrieron los hechos. Sólo se investigarán las violaciones que hayan ocurrido o se hayan conocido hasta un año antes de la presentación de la queja. La CNDH podrá ampliar el plazo si se han vulnerado gravemente los derechos humanos.

6.- Si lo sabe, señale el nombre y el cargo de las autoridades o servidores públicos que participaron en tales hechos.

7.- Anexe a su queja una copia de todos los documentos y de toda la información a su disposición que contribuya al esclarecimiento de los hechos.

8.- Diríjase a Periférico Sur Nº3469. Col. San Jerónimo Lídice. C.P. 10200, México, D.F.; o llame al teléfono 681-8125. Usted puede llamar por cobrar.

9.- No envíe copias de quejas dirigidas a otras autoridades ni telegramas, a menos que se trate de una situación urgente.

10.- Recuerde que las violaciones a derechos humanos que atiende la CNDH sólo pueden ser aquéllas que hayan realizado autoridades o servidores públicos y que no sean de naturaleza laboral, electoral o que competan exclusivamente a un juez.


Las razones del condón

Manuel Zozaya

En los últimos días, miembros conspicuos de la jerarquía eclesiástica y sus voceros nunca oficales, nunca extraoficiales, han difundido falsedades, intimidaciones, amenazas y demandas legales contra las campañas del Conasida que promueven el condón para prevenir el sida y otras enfermedades de transmisión sexual (ETS). Reproducimos aquí, con el propósito de combatir falacias, algunos de los resultados de los múltiples estudios que se han realizado para probar la eficacia de los condones.

--Un estudio de consumidores realizado en Estados Unidos en casi 3,300 personas reportó tasas de ruptura del condón de menos de 1 por ciento

--La ruptura o deslizamiento no llevan de manera inexorable a la transmisión de enfermedades. El uso consistente del condón, aún en el caso de rupturas o deslizamientos ocasionales, reduce el riesgo de manera significativa.

--El virus que causa el sida es muy pequeño: su diámetro es de 0.1 micrones. (El diámetro de una cabeza de espermatozoide humano es de cerca de 3 micrones.) Dado el tamaño del VIH hay quienes han cuestionado si los condones pudieran impedir el paso de esperma para permitir el paso del VIH a través de los poros en el látex. Un estudio de la Asociación de Consumidores de Estados Unidos utilizó un microscopio electrónico con un poder de magnificación de 30,000 X, que permite observar incluso las partículas del VIH. En el condón se observó una superficie desigual, pero sin poros aún al estirar el condón.

--Se han realizado estudios de laboratorio que simulan las tensiones coitales y han demostrado una capacidad de las membranas de látex para prevenir el paso del VIH y otros virus incluso después de una estimulación mecánica.

--Aún en el peor de los casos, la efectividad de la barrera del condón provee 10 mil veces mayor protección que la ausencia de esta barrera.

--Además el VIH no se mueve espontáneamente y está suspendido en un medio viscoso (el semen), por lo que en la mayoría de los casos está adherido a células considerablemente mayores que los virus individuales. La presencia de un agujero microscópico no significa la falla del condón.

--Un estudio que involucró a 245 parejas heterosexuales serodiscordantes (un miembro es seropositivo y el otro no), fue llevado a cabo durante 22 meses. En este estudio ninguna de las 123 parejas negativas que usaron consistentemente el condón se infectó. En cambio, las 122 restantes, que no usaron condón o lo usaron inconsistentemente 12 se infectaron.

Tomado de Una respuesta a preguntas recientes acerca de la efectividad del condón para prevenir la transmisión del virus del sida. Family Planning Logistics Management Project. Arlington, Virginia, Estados Unidos.


El sistema inmunológico, objetivo principal del VIH

Sandra Treviño

En números anteriores del suplemento hemos abordado el mecanismo por el cual el VIH destruye al sistema inmunológico, a partir de este número explicaremos qué es lo que constituye y cómo funciona este complejo sistema de defensa.

La sangre está compuesta por dos elementos, uno semilíquido que es el plasma y otro sólido que son las células. Hay básicamente tres tipos de células en la sangre: los glóbulos rojos, transportadores de oxígeno a todo el organismo; las plaquetas, que funcionan como parches que impiden el sangrado en caso de alguna herida; y los glóbulos blancos, encargados de la defensa del organismo. Sin embargo, los glóbulos blancos (también llamados leucocitos) también existen en los ganglios linfáticos.

Todas las células de la sangre son fabricadas en la médula de los huesos y de allí salen a la circulación. Hay varios tipos de leucocitos: los neutrófilos o polimorfonucleares, los basófilos, los eosinófilos, los monocitos y los linfocitos. Cada uno de los leucocitos mencionados tiene una función en particular, la forma más sencilla de comprender como trabajan es imaginar que se trata de un ejército microscópico en donde neutrófilos, basófilos y eosinófilos constituyen la primera línea de defensa, mientras que los monocitos y los linfocitos se encargan de la defensa especializada, a esto último se le conoce propiamente como sistema inmunológico. La acción de defensa inespecífica se conoce como inflamación. Es importante conocer las dos partes del sistema de defensa pues aunque el VIH ataque inicialmente sólo a las células del sistema inmunológico, en un paciente con sida las dos pueden estar alteradas como consecuencia tanto del VIH como de las complicaciones asociadas al sida.

Volvamos a imaginar al ejército de leucocitos y supongamos que ocurre una infección. Lo primero que debe hacer el agente agresor, si quiere llegar al interior del organismo, es salvar las barreras que existen, estas son la integridad de la piel, su acidez o alcalinidad, y en algunas partes, como en el aparato respiratorio, se encuentran pelos diminutos que atrapan partículas indeseables, estos pelos se llaman cilios. Si el agresor ha llegado a pesar de las barreras, los primeros que se presentan al lugar de la agresión son los neutrófilos, los cuales ingieren a la partícula extraña (que se denomina antígeno) y además liberan sustancias mediante las cuales se comunican con otros neutrófilos y con los monocitos. Mientras los monocitos se llevan la información del agresor para presentarla a los linfocitos, los neutrófilos continúan luchando para acabar con el agresor y también liberan otras sustancias que actúan directamente sobre el tejido afectado.

El monocito le presenta la información del agresor al linfocito. Antes de continuar es importante mencionar que hay varios tipos de linfocitos: los T y los B. A su vez, los linfocitos T se dividen en ayudadores y supresores, dependiendo justamente de su función, la forma de diferenciarlos es mediante un tipo de credencial que los linfocitos llevan puesta y que se denomina CD4 si el linfocito T actúa como ayudador y CD8 si el linfocito T actúa como supresor. El linfocito que recibe la información del monocito es el T ayudador, y se llama así porque es la parte activa del sistema inmunológico, ya que además de producir sustancias que activan más linfocitos T, el ayudador es ahora el encargado de transmitir la información a los linfocitos B, los cuales sufren una transformación antes de producir anticuerpos que ayudan en el momento agudo a contener la agresión, pero también quedan linfocitos B ya con memoria para hacer más rápida la defensa en caso de que regrese el mismo agresor. Si se siguieran produciendo anticuerpos indefinidamente se produciría un descontrol que haría que el sistema inmunológico reaccionara contra nosotros mismos, es aquí donde tienen importancia los linfocitos T supresores, pues estos frenan la acción de los ayudadores para que el sistema inmunológico permanezca en equilibrio. En los siguientes números hablaremos más ampliamente de los fascinantes linfocitos T.

Médico internista adjunto a la clínica de sida del Hospital General de Zona Gabriel Mancera.