Un diplomático británico presenciaba el operativo; un piloto lesionado
Afp, Dpa, Efe, Ap y Reuter, Santafé de Bogotá, 16 de septiembre Ť En tanto que el gobierno colombiano reafirmaba su decisión de mantener la actual ofensiva militar antinsurgente en la zona de Yari, columnas guerrilleras atacaron dos poblados y dispararon contra una avioneta cerca de donde estaba una comitiva británica.
Presuntos guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dispararon cargas de fusilería contra avionetas que efectuaban labores de fumigación de cultivos de coca y amapola en momentos en que presenciaban el operativo el viceministro británico del Exterior, Tony Lloyd, y el embajador en Bogotá, Leycester Coltman.
Sin embargo, el jefe policial Rosso José Serrano desmintió reportes iniciales en el sentido de que los funcionarios británicos estuvieron en peligro. El propio Lloyd dijo en conferencia de prensa que los disparos ocurrieron al estar ellos en tierra.
Lloyd, quien se encuentra en Colombia desde el domingo y cuya visita había permanecido en el anonimato hasta ahora, aprovechó para declararse ``impresionando'' por el valor de los miembros de la policía local antinarcóticos. A su vez, Serrano dijo que los ingleses comprobaron los métodos y condiciones en que se combate al narcotráfico en su país.
El incidente ocurrió en una zona selvática del departamento de Huila, y la policía reconoció que uno de los aparatos resultó afectado al recibir seis impactos de fusilería y resultar un piloto herido en un pie. Con todo, se dijo que el ataque rebelde fue respondido al instante, y el aparato afectado pudo ser escoltado a tierra a salvo.
Simultáneamente, otras columnas de las FARC atacaron el municipio de Maya, a 70 kilómetros al sudoeste de Bogotá. Durante la acción seis policías resultaron heridos y quedaron destruidos el cuartel de la localidad, la sede de la alcaldía e inmuebles particulares.
Otro frente rebelde atacó durante siete horas la población de San Juan de Arama, departamento de El Meta, provocando serios daños en diversos edificios y en una iglesia. Fuentes militares calificaron estos dos ataques de ``coletazos'' de la guerrilla, que busca así que el ejército deje de atacar sus frentes principales en Yari.
El ejército mantiene desde hace dos semanas una gigantesca ofensiva denominada Destructor Dos, en la que participan unos 3 mil efectivos de tropa apoyados por la fuerza aérea y la infantería de marina, y se afirma que tendrían cercados a varios líderes rebeldes. Mientras el ejército mantiene gran hermetismo sobre el resultado de esta ofensiva, aunque habla de numerosas ``bajas rebeldes'', el presidente Ernesto Samper rechazó una petición de las FARC de suspender la ofensiva militar contra sus fuerzas.
Al regresar de una gira a Ecuador, el mandatario aseveró que por obvias razones constitucionales y legales, el gobierno no puede suspender ni su presencia ni su acción en defensa del orden en ninguna parte del país.
Reportes de prensa señalaron que en la actual ofensiva militar el ejército descubrió una ``ciudadela'' en la selva de Yari, entre los departamentos de El Meta y Caquetá, en donde las guerrillas guardaban unas 25 toneladas de alimentos. Según esto, también seis rebeldes habrían muerto en esos combates y habrían sido detenidos los tripulantes de una misteriosa avioneta que ingresó sin permiso a la zona de combates, presumiblemente para rescatar a alguno de los dirigentes de las FARC.
Según comunicaciones interceptadas, los líderes estarían acorralados bajo los bombardeos de la fuerza aérea y han pedido a los demás mandos superiores el envío de refuerzos, en ésta que constituye la mayor ofensiva militar antiguerrillera de los últimos seis años.
La Defensoría del Pueblo denunció que los bombardeos que realizan las fuerzas militares contra la principal guerrilla colombiana han afectado a la población civil, especialmente a las comunidades indígenas. Sin embargo, ningún medio inde- pendiente ha constatado lo que ocurre.
Pese a esta ofensiva del ejército, casi una treintena de líderes de movimientos políticos decidieron suspender sus campañas electorales ante las amenazas guerrilleras. Ante este panorama, el aspirante presidencial Alfonso Valdivieso pidió la declaración del estado de conmoción interna, y el Partido Liberal pidió el estado de emergencia en las zonas dominadas por las guerrillas.
Por su parte, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) dinamitó un tramo del principal oleoducto del país y voló un tren con carbón, en sendas acciones en Arauca y La Guajira.