Acuerdo: el PRD-DF, de la sociedad, no de grupos
Alonso Urrutia, enviado, Oaxtepec, Mor, 21 de septiembre Ť El conflicto que vive la fracción perredista en la Asamblea Legislativa hizo crisis hoy aquí. Sesión plenaria del Encuentro de dirigentes del Distrito Federal, que sirve de escenario a Rodolfo Pichardo, del inconforme grupo de los 15, para desatar la irritación de la estructura del partido contra los legisladores:
``Que los 38 diputados de la asamblea renuncien aquí públicamente a sus corrientes'', alcanzó a decir antes de escuchar un sonoro respaldo del auditorio que arremete duramente contra los legisladores. Era el colofón de dos días de recurrentes críticas a la dinámica de grupos y corrientes que se han consolidado en la Asamblea Legislativa.
Aludida por la solicitud, una de las cabezas visibles de la Corriente de Izquierda Democrática, Martha García Rocha, buscó atajar la crítica e intentó defender lo que pasa en la ALDF: ``Si este grupo fuera congruente...''.
--¡Cállate! --salió del fondo, seguido de un generalizado repudio a su intervención. ``¡Fuera! ¡Fuera!'', le gritó a coro el auditorio, saliendo en medio del abucheo.
La cabeza visible del área más beligerante de la CID salió irritada, mientras el coro de ``¡unidad!'' se apoderó del auditorio de este centro vacacional.
La diputada salió apresuradamente, mientras ya trascienden los procesos internos que enfrenta en la Comisión de Garantías y Vigilancia por malos manejos financieros en el comité de Iztacalco.
El dirigente del partido, Armando Quintero, debió salir al paso, pero aprovechó para endilgarle una nueva crítica a la fracción: ``El dirigente nacional, Andrés Manuel López Obrador, ha hecho un llamado, respetuoso, pero enérgico, para que los diputados pongan fin ya a su desacuerdo''.
Quintero advirtió que ``si no hay un acuerdo, el partido no puede poner en riesgo el millón 800 mil votos que ganó y deberá buscar formas para que exista consenso y no haya la percepción de que el PRD no está atento a los problemas de la ciudad por estar inmerso en su lucha interna''.
La intervención del dirigente es rubricada por un coro enardecido de perredistas que censura a sus legisladores.
Fueron dos días en que las corrientes estuvieron en el centro de la discusión. Descalificaciones a que su agrupamiento sea en torno a afinidades ideológicas y definidas más como grupos de interés.
Apresurada reunión de la CID
La madrugada del sábado, durante más de seis horas, la CID se reúne en un hotel aledaño a este balneario. Ahí estaban René Bejarano, Dolores Padierna, Gilberto Ensástiga, Agustín Guerrero, para discutir la situación y buscar destrabar el conflicto de comisiones que ha desatado tantas críticas.
Con ellos, los 21 diputados locales, incluido Martí Batres. Fue un análisis de la coyuntura, ``pues ante la nueva realidad la corriente no se había reunido'', comenta Guerrero, quien insiste en que la ``CID es corriente mayoritaria al interior del PRD y la más organizada''. Horas de debate sobre la situación que enfrentan.
En medio de toda la discusión, la confrontación entre García Rocha y el grupo afín al coordinador, Martí Batres. En la rebatinga, gana la beligerancia de García Rocha. Logra meter seis de los nueve miembros de su subgrupo a las presidencias.
Trasciende que las gestiones de Batres pudieron abrir algunos espacios al resto de la fracción, pero el factor desequilibrante del grupo de los nueve les dio mayor capacidad de negociación.
Dirigente de la CID y centro de las críticas, René Bejarano sostiene que la CID no es un grupo de presión al interior del PRD. Defiende que es un grupo ``con consistencia ideológica y planteamientos programáticos''.
En medio del cúmulo de críticas a las corrientes, Bejarano estima que no hay una valoración del papel que ha jugado la CID en la construcción del PRD. ``No pretendemos sustituir al partido, pero no vamos a renunciar a un espacio de representación y deliberación política''.
Bejarano habló de que la CID buscará consolidar sus estructuras organizativas a la nueva realidad del partido; ``participaremos en el Congreso y en los diversos eventos de deliberación, no como grupo hegemónico, pero sí como una corriente organizada''.
Carta al encuentro
Después de concluida la entrevista, Pichardo soltaría la propuesta en el auditorio que posteriormente se complementa en una ``carta al encuentro'': exigen un acuerdo político que otorgue la gobernabilidad a la fracción del PRD en la asamblea y garantice que no se privilegiarán los intereses personales.
Pichardo anticipa que durante la sesión volverá al debate la designación de cargos administrativos, sobre la cual propondrán que sea una determinación del conjunto de la asamblea y no sólo de un grupo del PRD.
De su lado, Batres insistió en que hay avances importantes en la negociación, sólo faltan algunos puntos, pero ``insistiremos en que algunos legisladores, como Javier Hidalgo''.