Marcha de colonos de la Buenos Aires por los jóvenes desaparecidos

Bertha Teresa Ramírez Ť La desesperanza invadió a los familiares de muertos y desaparecidos de la balacera del pasado 8 de septiembre en la colonia Buenos Aires, cuando después de concluir una peregrinación que partió de las calles de Bolaños Cacho y Andrade a la Basílica de Guadalupe, se enteraron de que el arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, no oficiaría la misa y que la misma no se llevaría a efecto por no cumplir con las normas burocráticas de la Iglesia de apartarla y pagarla con anterioridad.

Después de dos horas de andar por el Eje Central, Reforma, Peralvillo y Calzada de Guadalupe, caminando de manera apresurada para llegar a las 12:00 en punto al santuario guadalupano, los más de 200 peregrinos de la Buenos Aires y Doctores esperaron una hora en el atrio del templo, hasta que se consultó al sacerdote que celebraría la misa de las 13:00 horas si estaba dispuesto a hacer mención de los muertos y desaparecidos de esas colonias, ya que esa misa sería para la peregrinación anual de los trabajadores de la empresa Nadro S.A.

Como única mención, el sacerdote aceptó decir durante el transcurso de la misa que se rogaría por los jóvenes Oscar Iván Mora, Daniel Colín, Juan Carlos Romero y Guillermo Faustino Balderas.

Angustia

Antes de que iniciara la misa, Carmen Acevedo, María de la Luz Alonso y María López, madres de los desaparecidos, entregaron en la basílica una carta dirigida a Norberto Rivera Carrera, ``solicitamos su guía espiritual para afrontar la angustiosa situación que padece nuestra estigmatizada comunidad lacerada por los acontecimientos de todos conocidos.

``Suplicamos que nos dirija unas palabras de consuelo y esperanza a las madres de los deudos desaparecidos... queremos comunicarle que nuestro único deseo es que aparezcan con vida los hoy ausentes'', se señala en la misiva.

Las familias de los tres jóvenes ejecutados y hallados en unas minas de arena en Tláhuac y de los tres que aún no se han localizado desde la balacera del pasado 8 de septiembre en la Buenos Aires, encabezaron la peregrinación que partió a las 10:00 horas de Andrade y Bolaños Cacho --parte del escenario del enfrentamiento que protagonizaron policías del grupo Jaguares y Zorros.

En la peregrinación que denominaron Un ruego por la paz participaron además unos 200 vecinos de las colonias citadas, quienes en pancartas y mantas exigieron la ``liberalización'' de Angel Leal Alonso, Carlos Alberto López Inés y Román Morales Acevedo, así como el esclarecimiento de la muerte de Daniel Colín Enciso, Oscar Iván Mora, Juan Carlos Romero Peralta y Guillermo Faustino Balderas, quien murió durante el enfrentamiento.

De la misma forma, los vecinos --mujeres y niños en su mayoría-- exigieron que se acabe con la estigmatización de que todos los habitantes de esas colonias son delincuentes, así como la intimidación en esas colonias, ``a donde nos están echando todos los muertos descuartizados''.

La peregrinación no interrumpió el tránsito y no contó con protección policiaca ni aun en zonas peligrosas por la circulación vehicular, como fue la zona de Bellas Artes, en donde el contingente se tuvo que apartar precipitadamente del carril derecho ante el paso veloz de autobuses.

Sólo en algunos tramos de manera accidental algunas patrullas debían detener el paso ante el tránsito del contingente.

Anónimo

Una carta anónima dirigida a las madres de los desaparecidos llegó en días pasados a la comunidad de la colonia Buenos Aires; ``en ella sólo se nos dice que nuestros hijos están en el Campo Militar Número Uno'', comentaron las progenitoras durante la peregrinación.

A más de 20 días de la balacera en la Buenos Aires, en la que vecinos de esa comunidad acusaron a policías del grupo Jaguares de haber detenido a seis jóvenes, tres de los cuales siguen desaparecidos, el Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, señaló que la próxima semana pedirán a la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal que se haga una revisión completa a las galeras de la Agencia 50 del Ministerio Público.